El 13 de octubre de 1977 el Boeing 737-200 conocido como “Landshut” de Lufthansa fue secuestrado por cuatro terroristas del Frente Popular de Liberación de Palestina (FPLP) bajo la dirección del grupo terrorista alemán Fracción del Ejército Rojo.
El avión partió desde Palma de Mallorca con destino Fráncfort fue desviado e hizo escalas en Roma, Larnaca (Chipre), Manama (Bahréin), Dubái, Aden (Yemen) y finalmente liberado tras cinco días en el aeropuerto somalí de Mogadiscio a manos de la unidad antiterrorista de la Policía Federal Alemana GSG-9 con colaboración del SAS británico durante la operación “Magic Fire”. Tres de los cuatro terroristas murieron en la acción en la que se salvó a 86 personas entre tripulación y el pasaje, salvo el piloto del avión Jurgen Schumann que fue asesinado un día antes.
La semana pasada dos aviones de la empresa de transporte Volga-Dnepr devolvieron a Alemania el avión protagonista del secuestro. Al avión le espera un proceso de restauración previo a su exposición en el museo Dornier en la ciudad de Friederichshafen.
El avión procedía de Brasil, donde fue operado por última vez por la aerolínea TAF Linhas Aéreas que lo dio de baja en 2008 y lo dejó aparcado en el aeropuerto de Fortaleza hasta que el Ministerio de Asuntos Exteriores alemán lo compró y ordenó su vuelta a casa como “símbolo de una sociedad libre que no puede ser destruida por el miedo y el terror”.
El fuselaje y las alas del Boeing fueron desmontadas y transportadas en un Antonov An-124-100 y un Ilyushin IL-76-TD-90VD se encargó de traer los motores y otros equipos. (José Mª Navarro García)
Fotografías: Secuencia de la llegada del Landshut (Volga-Dnepr)