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Sábado, 23 de noviembre de 2024 Iniciar Sesión Suscríbase

Se estrella en la Fuerza Aérea de Irán uno de los últimos F-14A Tomcat que aún estaba en servicio

Caza F-14A de la Fuerza Aérea de Irán.
Caza F-14A de la Fuerza Aérea de Irán.

Uno de los últimos cazabombarderos F-14A Tomcat  aún en servicio en la Fuerza Aérea de la República Islámica de Irán se estrelló el pasado sábado. Este caza, que utilizó principalmente la US Navy (Marina de los Estados Unidos) entre 1974-2006, y que acaba de sacar del olvidó mediático el actor Tom Cruise en su película “Top Gun: Maverick”, solo contó con otro usuario: Irán.

El F-14A Tomcat  sufrió un fallo de motor cuando volaba en las cercanías de la ciudad de Isfahán, los asientos eyectables británicos Martin-Baker funcionaron perfectamente y salvaron la vida tanto del piloto como del operador de sistemas/navegante o Weapon Systems Officer (WSO). Según un portavoz de la Guardia Revolucionaria ambos fueron trasladados a un hospital, sin precisar si estaban heridos.

Según el balance de fuerzas aéreas de Flight Global, la Fuerza Aérea de la República Islámica de Irán opera en torno a 24 F-14A Tomcat del total de 80 cazabombarderos de este mítico modelo de ala variable que encargara a Grumman (hoy Northrop Grumman Corporation) a mediados de la década de los setenta del pasado siglo, antes de que triunfase la Revolución Islámica en 1979.

Tras ella, Washington embargó al régimen teocrático de Teherán y, además de no entregar el último F-14A del pedido, cesó la entrega de suministros, repuestos y la asistencia técnica prevista en el contrato.

Así, los años de sanciones, la dura guerra entre 1980 y 1988 entre Irán y su vecina Irak, y varios accidentes han motivado una continua disminución de la flota inicial de F-14A, sólo los grandes esfuerzos de los técnicos y la industria de defensa local han conseguido mantener en servicio el sistema e incluso modernizarlo.

Estamos, además, ante el segundo accidente sufrido por la Fuerza Aérea de la República Islámica de Irán en menos de un mes. En mayo, otro de sus aviones de combate, un F-7, se estrelló cerca de la misma ciudad mientras realizaba una misión de entrenamiento, muriendo en este caso los dos tripulantes.

Los F-7, de los que Irán tendría una veintena, fueron adquiridas en China, correspondiendo a la versión de exportación de su Chengdu J-7, que a su vez está basado en el antiguo caza soviético Mikoyan-Gurevich  MiG-21.

La Fuerza Aérea iraní opera una gran variedad de aparatos de combate fabricados en China, Rusia, Estados Unidos e incluso Francia (Mirage F-1 obtenidos de Irak), que sufren una importante tasa de accidentes, fundamentalmente por un deficiente sistema de mantenimiento, generado por décadas de sanciones por parte de los países occidentales. (Julio Maíz Sanz)

 


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