Recordemos que en mayo la Agencia de Cooperación en Seguridad y Defensa estadounidense (Defense Security Cooperation Agency o DSCA) comunicó al Congreso la posible venta a Japón de 17 convertiplanos V-22 Osprey y equipo asociado por 3.000 millones de dólares. Por ello la firma de un contrato inicial por tan solo cinco de estas aeronaves podría significar que el contrato se ha revisado a la baja o que se desarrollará en varios tramos del que este sería el primero.
Se especifica que los 17 Osprey serán de la versión MV-22B Block C, la última versión de este convertiplano, que dispone de un nuevo radar meteorológico asociado a un mapa móvil que permite disponer de información meteorológica y también posibilita la identificación de buques. Incluye también un nuevo sistema de aire acondicionado y equipos de guerra electrónica y autodefensa mejorados además de una nueva cabina con paneles a color actualizados.
El Osprey combina las prestaciones de un avión como su elevada velocidad de crucero, en torno a los 480 kilómetros por hora pero con la capacidad de aterrizar y despegar verticalmente. Estas capacidades servirán para que Japón pueda apoyar sus operaciones anfibias, uno de los objetivos de su actual presupuesto de defensa además de poder desempeñar misiones de tipo humanitario o de ayuda tras catástrofes naturales. Además Japón dispone ya del Izumo, el primero de dos portahelicópteros desde los que podrán operar los Osprey. (J.N.G.)