La Armada desplegó a los Grupos Operativos de Vigilancia Radiológica Ambiental (GOVRA) después de que el submarino HMS Ambush de la Royal Navy colisionara el pasado mes de julio con un buque carguero en el Estrecho de Gibraltar. La activación más reciente del GOVRA en Rota tuvo lugar precisamente tan pronto se tuvo constancia de que el HMS Ambush tenía intención de dirigirse a Gibraltar.
Como nos confirma la Armada, los GOVRA son responsables de aplicar el Plan de Vigilancia Radiológica Ambiental (PVRA) y están compuestos por personal de la Armada destinados en Unidades que están en puertos en los que se ha autorizado las visitas de buques de propulsión nuclear, que son: Palma de Mallorca, Rota, Cartagena y en la Bahía de Algeciras, cuando haya atraques de este tipo en Gibraltar.
El Almirante Jefe de Estado Mayor de la Armada (AJEMA) es el encargado de activar los GOVRA según el PVRA. Una vez activado, el personal de GOVRA pasa a estar al mando del Almirante de Acción Marítima (ALMART). En las escalas de buques de propulsión nuclear en Gibraltar, la Vigilancia Radiológica Ambiental en la Bahía de Algeciras corresponde al personal del GOVRA de Rota. Esta unidad se habría encargado de tomar muestras de agua en la zona para comprobar los niveles de contaminación por radiactividad y avisar en caso de que el reactor del HMS Ambush tuviera una fuga.
Esta misma unidad ha sido desplegada en ocasiones anteriores en la Bahía de Algeciras, las más recordadas, en mayo de 2.000 con la llegada también a Gibraltar del HMS Tireless que permaneció un año averiado y en 2.001 con la llegada del submarino estadounidense Seawolf también a Gibraltar.
Las circunstancias que rodean el accidente
El pasado 20 de julio tenía lugar la colisión entre el submarino HMS Ambush de la Royal Navy y el mercante Newa, aproximadamente a las 12:15 horas UTC (dos horas menos que la hora en España), probablemente a unas cuatro millas al este del istmo, frente a la playa de la Línea de la Concepción. La colisión se habría producido probablemente subiendo a cota de periscopio puesto que en las fotos se pudieron observar daños tanto en proa de la vela (los más visibles) como en la zona de proa del casco. La Royal Navy afirmó en su comunicado que estaba realizándose un ejercicio de formación, accidente que tuvo lugar como la propia Royal Navy reconoció “a pesar de que el buque va equipado con los mejores sensores del mundo”.
Las circunstancias de la colisión no han quedado del todo esclarecidas puesto que el ejercicio se habría estado desarrollando en aguas territoriales españolas y además el sumergible tendría que haber navegado en superficie, no sumergido. Así lo recoge la normativa sobre “paso inocente” de la Convención del mar de 1.982, dándose la circunstancia de que el HMS Ambush no estaba transitando a través del Estrecho, sino realizando unos ejercicios de los que se tenía constancia días antes. Además no es la primera vez que la Royal Navy viola las reglas del “paso inocente”, algo que ya sucedió el año pasado.
Independientemente de la zona exacta de la colisión resulta preocupante pensar que submarinos británicos están realizando ejercicios en una zona de tráfico tan denso. Podría haberse dado el caso de que en lugar de contra un carguero, el Ambush hubiera colisionado con uno de los múltiples buques que practican el “bunkering” con el beneplácito de la colonia, provocando un desastre medioambiental, o peor aún, con uno de los ferrys que unen ambos lados del Estrecho, con el riesgo consiguiente riesgo para las vidas humanas. (José Mª Navarro García)
Fotografía: El HMS Ambush con los daños visibles en la parte proel de la vela (AFP vía Dailymail)