La creciente importancia del uso de los perros en un amplio elenco de misiones, incluidas las de combate, exige un continuo incremento y adaptación del entrenamiento del personal especializado y de los canes, que en el caso de la Infantería de Marina (IM) española lidera su Tercio de Levante (TERLEV), en su sede de La Algameca (Cartagena-Murcia).
“Actualmente las unidades de la Fuerza de Protección (FUPRO) de la Infantería de Marina utilizan guías y perros especializados en tres apartados: Detección de explosivos, drogas y estupefacientes, y seguridad y combate, aunque se está en continua evolución para aumentar las capacidades, como serían las de detección de IED (Improvised Explosive Device)”, nos explica el coronel de Infantería de Marina (IM) José Carlos Del Corral Lara, actualmente al mando del TERLEV.
La importancia de los perros ha sido siempre vital por el efecto intimidatorio y su capacidad sobre todo olfativa, aunque la importancia de la seguridad ha ido en aumento. Así, actualmente su labor, combinada con las altas tecnologías en este campo de la seguridad, facilita una flexible protección, tanto en zonas de combate cerrado o Close Quarters Battle (CQB), como en campo abiertos o recintos, como son las bases, arsenales y otras dependencias de la Armada española, de la que forma parte la Infantería de Marina.
Hasta hace muy poco de las tres fuerzas en las que se divide la Infantería de Marina, sólo las unidades de la FUPRO contaban con unidades cinológicas, siendo una de sus misiones dar apoyo a la Brigada de Infantería de Marina/Tercio de Armada (TEAR) y la Fuerza de Guerra Naval Especial (FGNE) cuando se integran en un Grupo de Apoyo Especial (GAES). Los GAES son una estructura operativa temporal que se activa a demanda del TEAR o de FGNE, bien para operaciones o bien en los ejercicios y maniobras de las citadas Unidades. Las fuerzas especiales de la Armada se han dotado ya de una unidad cinológica, con un importante apoyo inicial de la del TERLEV, como ya informamos.
En el marco de la FUPRO se tomó hace años la decisión, que ahorra importantes costes y evita duplicidades, de que cada una de sus unidades integrantes, cinco en total, se especializase en una de sus áreas de actuación, correspondiendo al TERLEV la labor de desarrollo de las técnicas y creación de la normativa en el campo cinológico. Actualmente la Unidad Cinológica del TERLEV cuenta con 18 perros (pastores alemanes y belgas malinois), que se dividen en los grupos de las referidas especialidades. Para alojar a los perros en las instalaciones del TERLEV se cuenta con un Centro Zoológico que dispone de perreras individuales, sala de curas y revisión veterinaria de los animales, que es responsabilidad de un profesional con esta titulación asignado al Arsenal de Cartagena. Además, la instalación cuenta con una pista de entrenamiento con los correspondientes obstáculos.
La formación de estos profesionales previa a su integración en la Unidad Cinológica comienza con la cualificación inicial como guías caninos en el denominado Centro Militar Canino de la Defensa (CEMILCANDEF). En esta instalación, sita al suroeste de la ciudad de Madrid, además se realiza posteriormente la formación específica de Guía de Perros de Explosivos, Drogas, Seguridad y Combate. Ya en las unidades de IM se retoma el adiestramiento, en todo tipo de supuestos.
En la CEMILCANDEF también se forma a los profesionales de la Unidad que actúan de figurantes, son los que, provistos de unos voluminosos trajes protectores, hacen de “malos” a los que atacan los perros de seguridad y combate. Estamos ante una tarea tan dura como imprescindible porque, a pesar de la protección, los envites de los perros son a veces muy violentos.
La Unidad Cinológica que es totalmente operativa, es vital para la actividad de la Compañía de la Policía Naval (PM) de la que depende. Destacan sus continuas patrullas de seguridad del Arsenal de Cartagena, y otras instalaciones de la Armada a cuya seguridad contribuye el TERLEV en su área de responsabilidad, que van desde la provincia de Gerona a la de Almería, además de las islas Baleares.
Respecto al equipo de detección de drogas y estupefacientes, su labor es continua, haciendo inspecciones en las instalaciones y las unidades navales, especialmente cuando salen a la mar y vuelven al Arsenal y sus otras bases. La experiencia y estudio de las técnicas con perros permiten desarrollar una doctrina y prácticas que se ponen en común y se testan en los ejercicios semestrales en este campo en los que participan todas las unidades cinológicas de la FUPRO, denominados “Canex”. Además, los profesionales de este campo del TERLEV abren sus colaboraciones en la especialidad cinológica a unidades similares del Ejército del Aire y del Cuerpo Nacional de Policía (CNP), en aras de aumentar continuamente su formación y sobre todo su vital eficacia.(Julio Maíz Sanz).
Fotografía: Guía del TERLEV con su perro de vigilancia y ataque. (foto Julio Maíz/defensa.com)