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Viernes, 22 de noviembre de 2024 Iniciar Sesión Suscríbase

Gibraltar denuncia la incursión de un P3 Orion del Ejército del Aire en su espacio aéreo

El Ministerio de Defensa  español asegura que el avión de vigilancia marítima volaba a mil pies por el espacio aéreo no controlado "y en ningún momento interfirió en la maniobra de despegue o de salida" del avión de línea regular. Defensa, además, incide en que  la zona por la que transitó el Orion P3 "no es de soberanía de Gibraltar".

Sin embargo  el Gobierno de Gibraltar  denuncia que a mediodía del 5 de mayo  un avión militar español P3 Orion “sobrevoló los límites de las Aguas Territoriales Británicas de Gibraltar. En su momento de mayor incursión, el avión estuvo a dos millas náuticas de la costa este del Peñón”. Según el gobierno gibraltareño “El avión español estaba siendo controlado por controladores aéreos militares del Centro de Control de Sevilla. Los controladores civiles de dicho centro transmitieron información sobre las intenciones del aparato al Control de Tráfico Aéreo de Gibraltar (Gibraltar Air Traffic Control). Sin embargo, el avión no siguió el perfil de vuelo estipulado (inició una ligera elevación cuando se encontraba fuera de las Aguas Territoriales Británicas de Gibraltar) y, en consecuencia, el Control de Tráfico Aéreo de Gibraltar señaló al aparato como “tráfico desconocido”, lo que implica la obligación de separar el avión del resto del tráfico por una distancia de 5000 pies o 5 millas náuticas”.

Un vuelo de British Airways tuvo, según el comunicado de Gibraltar,  que retrasar el despegue, previsto para las 11:50 de la mañana, y permaneció ocho minutos en la pista, hasta que el Centro de Control de Gibraltar se aseguró de que el avión militar español había abandonado el espacio, asegurando así la separación requerida para que el avión de British Airways pudiera despegar con destino al Aeropuerto de Heathrow (Londres) a las 12:15 horas, como así sucedió.

El Primer Ministro, Fabián Picardo, afirmó que: “No es ningún secreto que España ha estado causando problemas a Gibraltar de forma deliberada en nuestra frontera y por medio de sus incursiones en Aguas Territoriales Británicas de Gibraltar. La incursión de hoy en el espacio aéreo de Gibraltar, en medio de un día de intenso tráfico en el que estaba previsto que varios vuelos llegaran y saliesen del Aeropuerto Internacional de Gibraltar, eleva el acoso español de Gibraltar a nuevas cotas. Es absolutamente inaceptable que el ejército español haya interferido en el movimiento de la aviación civil de esta manera tan peligrosa. El Aeropuerto Internacional de Gibraltar es una zona de intenso tráfico de pasajeros civiles, que son importantes contribuyentes a la economía turística de la zona del Campo de Gibraltar. Los retrasos causados por las maniobras de índole política del ejército español son intolerables pero, gracias a la rápida acción del Centro de Control de Tráfico Aéreo, sólo hubo que lamentar retrasos. El incidente de hoy pudo haber terminado mucho peor”.

La cuestión del Espacio Aéreo

En cuanto a las aguas territoriales y al espacio aéreo de Gibraltar, España no reconoce como propios del Reino Unido otros espacios que los comprendidos en el artículo X del Tratado de Utrecht. El título de soberanía británica deriva, pues, exclusivamente de la cesión de propiedad incluida en el artículo X del Tratado de Utrecht, que se caracteriza por los siguientes puntos:

  • sólo se ceden la ciudad y el castillo de Gibraltar junto con su puerto, defensas y fortalezas que le pertenecen; España no cedió el istmo, las aguas territoriales o el espacio aéreo supra yacente.
  • la cesión se efectúa sin jurisdicción territorial alguna para Gran Bretaña;
  • la cesión se realiza sin comunicación alguna por tierra con el resto de España; y
  • España tiene un derecho preferente para recuperar este territorio en el caso en que la Corona británica decida darlo, venderlo o enajenarlo de cualquier modo.

El Istmo no fue cedido por España al Reino Unido a través del Tratado de Utrecht, quedando siempre bajo soberanía española. España ha señalado que la mera ocupación continuada por los británicos no cumple los requisitos del Derecho Internacional para la adquisición de soberanía. Así pues, España entiende que la ocupación del Istmo es ilegal y contraria al Derecho Internacional.


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