Entrevistamos en su despacho en el Cuartel General de Ejército al general Maximino Robles Diez, director de Adquisiciones del Ejército de Tierra español. Perteneciente a la XXXIV promoción de la Academia General Militar de Zaragoza, la trayectoria del general de División Maximino Robles Diez se ha desarrollado básicamente en dos esferas bien distintas: el mando de unidades operativas y la gestión de recursos humanos. Desde finales de 2013 es el director de Adquisiciones del Ejército y, desde finales de 2016, es además el jefe interino del MALE (Mando de Apoyo Logístico del Ejército), cargo que quedó vacante a finales de 2016 al pasar a la reserva el teniente general Juan Bautista García Sánchez y no haber sido nombrado su relevo hasta la fecha.
¿Cuáles son los grandes programas de adquisición de armamento en los que está inmersa la DIAD (Dirección de Adquisiciones)?
En primer lugar quiero aclarar que, desde hace tres años, la dirección de los grandes programas de sistemas de armas de los que vamos a ser usuarios no se encuentra bajo la responsabilidad de Ejército, sino que están centralizados en la Dirección General de Armamento y Material (DGAM) del Ministerio de Defensa, al igual que sus equivalentes en la Armada y el Ejército del Aire. Pero eso no quiere decir que el Ejército se desentienda de la marcha de esos programas. En la Dirección de Adquisiciones efectuamos su seguimiento y mantenemos un contacto frecuente con la DGAM para transmitirle nuestras necesidades y observaciones, puesto que es ella la máxima responsable de su desarrollo y, en su caso, de su producción y nosotros somos los futuros usuarios. Los programas más importantes que tenemos en marcha están en distintos grados de proceso, pero básicamente están relacionados con la adquisición de aeronaves, principalmente helicópteros, y vehículos de combate terrestres.
¿Por dónde van las principales demandas de helicópteros del Ejército?
Nuestro principal interés se encuentra en asegurar el sostenimiento de la flota y en la modernización de los 17 aparatos que conforman la totalidad de helicópteros pesados CH-47 Chinook, lo que nos supone pasar del modelo D al F, el nuevo estándar que actualmente está siendo aplicado por el US Army y al que ya ha transformado alrededor de 500 aparatos. Renovar la flota al modelo F supone reemplazar buena parte de los elementos mecánicos, dotarle de dos nuevos motores con menores exigencias de mantenimiento, equipos avanzados de guerra electrónica, una avanzada arquitectura digital y automática de navegación y control de vuelo e incluso actualizar las prestaciones del simulador y el entrenador de vuelo. La DGAM ya está inmersa en la fase de viabilidad del programa de modernización, tras la cual, una vez reciba la luz verde y se cuente con la adecuada provisión económica, su fase de ejecución comenzaría en breve plazo.
Hablemos del helicóptero de combate Tigre ¿Cuál es su situación?
A lo largo del presente año 2017 vamos a recibir un total de 5 nuevas aeronaves en su versión de ataque y destrucción, o HAD, que se sumarán a las 8 que ya disponemos, de las que 4 pasarán por un proceso de retrofit entre 2017 y 2018, con lo que al concluir el año deberemos contar con 13 ejemplares. Aunque el programa acumula retrasos, confiamos que en 2018 recibamos otros 4 aparatos, también en la versión HAD, y que la cadencia de entregas se sitúe en 3 o 4 aparatos hasta completar las 24 unidades.
¿Qué expectativas hay respecto a una evolución del Tigre?
Aunque existe una constante actualización de los equipos de misión para mantener las capacidades operativas, ya se han iniciado los estudios de diseño y configuración del helicóptero de combate del año 2030, al que denominamos Tigre MkIII. A escala nacional e internacional ya hemos constituido grupos de trabajo en los que participan el fabricante, Airbus Helicopters, y las fuerzas aeromóviles de Alemania, Francia, Australia y España, como países usuarios.
¿Puede hacer un repaso a la situación del NH90 y del EC135?
El programa NH90 está consolidado en lo que al Ejército se refiere. De las 16 aeronaves asignadas por Defensa, en 2016 se recibieron las 5 primeras y tenemos previsto contar con otras 3 a lo largo de 2017. El programa se complementa con la adquisición de 2 simuladores, que ya están en fase de fabricación por parte de Indra y que estarán disponibles en 2018. En lo que se refiere al EC135T2, desde hace dos años contamos con los 8 aparatos que contratamos, que proporcionan al Centro de Enseñanza de Helicópteros del Ejército un moderno medio de enseñanza para la capacitación de los pilotos en vuelo instrumental, navegación con y sin ayudas, vuelo táctico y vuelo nocturno, con y sin gafas de visión nocturna. Estamos a la espera de recibir este año un simulador y un entrenador para la formación integral de pilotos y mecánicos. (Juan Pons)