Una de las especialidades menos conocida de los miembros del Mando de Operaciones Especiales (MOE) del Ejército de Tierra (ET) español es su capacidad de utilizar las zonas de aguas internas (ríos, pantanos) o el mar para llegar a su objetivo o replegarse tras actuar.
Son unas prácticas largamente desarrolladas por estos profesionales, incluso antes de la creación del actual MOE, ya que se remontan a las que realizaban el pasado siglo las por entonces denominadas Compañías de Operaciones Especiales (COE). Aunque no sería hasta los años noventa cuando se creó en el seno de la fuerza el primer equipo de especialistas en agua que, dado el éxito, llevó progresivamente a que cada Grupo de Operaciones Especiales (GOE), actualmente el MOE cuenta con tres y la muy similar Bandera de Operaciones Especiales de la Legión (BOEL), tuviese sus propios especialistas de Agua (EO Agua).
El personal de estos EOs Agua, altamente cualificado, es el encargado del planeamiento y ejecución de misiones de Operaciones Especiales (OE) en ambiente anfibio. Inicialmente la especialidad se centraba en actuaciones en escenarios de aguas interiores, como ríos, pantanos o embalses. Progresivamente la versatilidad y la experiencia desarrollada, y en el apartado técnico la incorporación de lanchas Rhib más grandes dotadas de modernos sistemas de navegación, han ido aumentando la capacidad de empleo, tanto de manera aislada como trabajando conjuntamente con otras unidades o plataformas.
Como nos comenta un veterano miembro del MOE, en estos procedimientos, “Nuestro objetivo no es operar ni combatir en el mar, sino utilizarlo como un medio más de infiltración/exfiltración de nuestros equipos operativos de OE, hasta el punto de realizar la misión, ya sea de reconocimiento o acción directa. Igualmente las actuales lanchas Rhib, a las que artillamos con ametralladoras de 7,62 mm, nos sirven para proporcionarnos fuego de apoyo a tierra”.
Todo el personal del MOE tiene formación general en agua, ya que está incluida en el curso de operaciones especiales, ya sea en el de mandos (oficiales y suboficiales) o el de tropa, que incluye la adaptación al medio acuático, y su aplicación táctica para realizar la inserción e infiltración.
Posteriormente, tras obtener la preciada “boina verde”, los miembros del MOE que componen los EOs de Agua inician una segunda fase de formación centrada en el buceo militar que se imparte en el Centro de Buceo de La Armada (CBA) sito en La Algameca (Cartagena-Murcia), en el que los mandos se gradúan en el denominado curso elemental de buceo, y los miembros de tropa en el denominado NASAR.
La siguiente fase se realiza de nuevo en el ámbito del Ejército de Tierra, en el Regimiento de Pontoneros y Especialidades de Ingenieros nº 12 (RPEI 12), en Monzalbarba, localidad zaragozana junto al río Ebro, donde se realiza gran parte de la formación. Es ahí donde los buceadores del MOE aprenden a usar los equipos específicos de operaciones especiales, como los sistemas de buceo de circuito cerrado, que no emiten burbujas, esenciales para asegurar una discreta infiltración. Tras volver de Monzalbarba, ya con el título de Buceador de Asalto, estos profesionales adquieren experiencia en el marco del plan de instrucción de los EO de Agua. Además de la teórica, los entrenamientos se suceden en zonas costeras, principalmente del Levante español, contando con instalaciones en Cabo Roig (Orihuela).
Además se realizan múltiples ejercicios en pantanos como los de Grado (Huesca) y el Cortes de Pallas (Valencia) y en ríos, como en el ejercicio Tritón, que se realiza en la zona navegable del Guadalquivir, entre Sanlúcar de Barrameda y Sevilla, los efectuados en el Ebro con la Compañía de Operaciones Anfibias (COA) del citado RPEI 12, y los denominados Empecinado. Así mismo, en los Trident Jump, los EO de Agua son infiltrados, junto a su material, por helicópteros de la Aviación de Ejército de Tierra/FAMET (Fuerzas Aeromóviles del ET).
El objetivo final del exigente adiestramiento de los EOs de Agua, es la integración con el resto de EOs del MOE, ya sean acuáticos o no, así como con las unidades de especialistas anfibios externos al MOE, tanto del ET como del resto de las Fuerzas Armadas españolas, y extranjeras, principalmente de nuestros aliados de la OTAN.
Un mando del MOE nos explica acerca de los EOs de Agua: “La finalidad es poder abarcar el espectro completo de las misiones de Operaciones Especiales. La instrucción y adiestramiento de estos equipos se enfoca hacia el manejo técnico, la navegación y el empleo táctico de embarcaciones neumáticas, inserción y extracción con plataformas específicas del medio acuático, infiltración y exfiltración tanto por superficie como por el medio subacuático y el trabajo y conocimiento de los medios, objetivos e instalaciones sobre los que previsiblemente se tendría que ejecutar una acción principal en la que el ambiente principal fuera el Acuático”.
Obviamente, además de en la alta cualificación de estos profesionales, las capacidades se basan también en su material específico. En este sentido, el punto de partida es el material necesario para vivir y combatir en un ambiente tan hostil y tan demandante como es el agua, en lo que se refiere a condiciones de estanqueidad y de transición lo más rápida posible al escenario de combate en tierra firme. “Además de la compleja planificación de cualquier operación de OE, en nuestro caso además tenemos que prever llevar todo el equipo, armamento y resto del material estanco”.
Emplean equipos específicos de buceo, tanto autónomos como de circuito cerrado, junto con una amplia variedad de embarcaciones neumáticas, como las zodiac F-470 y los discretos kayak, y las más grandes que proporciona, junto a sus tripulaciones, la Compañía de Apoyo al Combate del Grupo de Cuartel General del MOE. La finalidad, es poder realizar una acción de operaciones especiales, independientemente del lugar, del clima, del escenario, es decir, a pesar de todo. (Julio Maíz Sanz)
Fotografía: Miembros de un EO de Agua del MOE surgiendo del agua. (foto MOE).
