El consorcio empresarial UkrOboronProm ha informado de la firma de un acuerdo entre el fabricante de aviones Antonov y la empresa Aerospace Industry Corporation of China (AICC) para la fabricación bajo licencia en China del gigantesco avión de transporte An-225 Mriya (sueño en ucraniano). El acuerdo tiene dos partes bien diferenciadas por contratos separados, en una primera parte se establece que Antonov construirá un segundo An-225 que equipará con sistemas modernos respecto al avión original y que será entregado a AICC. La segunda parte supone la apertura de una línea de montaje para la fabricación bajo licencia del An-225 en China, estando previsto que el primer avión fabricado por AICC esté listo en 2019, según medios chinos, aunque se trate de una fecha bastante optimista.
Antonov, que forma parte desde el año pasado del conglomerado industrial UkrOboronProm, construyó un único An-225 para el programa espacial de la Unión Soviética. El enorme avión estaba destinado a portar el transbordador espacial Buran. Sin embargo el colapso de la Unión Soviética dejó en tierra el programa espacial y el avión tuvo que reciclarse como transporte de cargas especiales. Desde entonces es operado principalmente para el transporte de cargas de gran tamaño o peso, sobre todo para el sector energético o aeroespacial, o para el transporte de cargas humanitarias o militares en operaciones internacionales.
Atrás quedó un segundo avión en las instalaciones de Antonov, completado al 70 % y para el que se buscaba hace años un socio internacional con el que completar su fabricación. A finales de mayo, con motivo de los 70 años de la empresa estatal Antonov, el presidente ucraniano Petro Proshenko visitó las instalaciones y animó a la empresa a sondear el mercado para poder completar la construcción del avión.
Sin embargo dado lo limitado del sector comercial del transporte de cargas excepcionales en el que opera el An-225 no parece tener mucho sentido la apertura de una nueva línea de montaje en serie de estos aviones si lo que se busca es un gran número de aviones.
Más probable es que, tras el acuerdo, la firma china esté buscando la tecnología aeronáutica y el diseño que se encierra en el avión de Antonov, como forma de acelerar el desarrollo de sus propios aviones. Esta tecnología podría plasmarse en una versión moderna del An-225 o en aeronaves de menor tamaño pero más éxito comercial. (José Mª Navarro García)
Fotografías:
·El presidente ucraniano Petro Proshenko dentro del fuselaje del segundo An-225 (Presidencia de Ucrania)
·El presidente Proshenko animó a Antonov a explorar la forma de completar el avión (Presidencia de Ucrania)