El gobierno de los Estados Unidos ha autorizado la posible venta de 20 nuevos aviones de combate F-16C/D Bloque 70/72 y su armamento para equipar a la Fuerza Aérea de Filipinas, por un valor de unos 5.000 millones de euros, para hacer frente a un posible conflicto con China.
El anuncio se produce pocos días después de que el Secretario de Defensa de Estados Unidos, Pete Hegseth, visitara Filipinas en medio de las crecientes tensiones con China y de la necesidad global de reforzar la capacidad de disuasión, así como de fortalecer a los aliados y socios regionales de Washington en la zona, como es tradicionalmente el Gobierno de Manila.
Según la Agencia de Cooperación para la Seguridad o Defense Security Cooperation Agency (DSCA), la operación, que incluye también el suministro de un importante paquete de misiles, armamento inteligente y otros equipos, se tramitará a través del programa de ventas militares al extranjero o FMS (Foreign Military Sales).
La operación supondrá un desembolso de 5.580 millones de dólares (unos 5.000 millones de euros). Las autorizaciones de la DSCA no tienen por qué llegar al final a una compra, pero su elevado coste de tramitación hace que no se soliciten a la ligera, además, hablamos de una gran necesidad de la Fuerza Aérea de Filipinas, y más tras dar de baja su vetusta flota de aviones de combate F-5 en el ya lejano año 2005.
Filipinas lleva años evaluando diversas iniciativas para contar con aviones de combate de primera línea, más allá de los ligeros KAI FA-50, con los que se doto en 2015, según informó en su momento defensa.com. Según el Gobierno de Manila, la intención sería dotarse de un total de 40 cazabombarderos de primera línea.
En respuesta a este requerimiento, diversos países como Corea del Sur, Suecia y Estados Unidos presentaron sus candidatos a través de las empresas aeronáuticas KAI, Saab y Lockheed Martin, respectivamente, que compitieron con el nuevo KF-21 Boramae, Gripen E y el referido F-16 Bloque 70/72.
La operación, de cerrarse, incluye la entrega de un total de 20 nuevos cazas F-16 Bloque 70/72, de los cuales 16 corresponden a la versión F-16C (monoplaza) y 4 a la variante F-16D (biplaza).
El extenso paquete contempla un lote de motores F110-GE-129D o F100-PW-229 (20 instalados y 4 de repuesto), junto con los avanzados radares de barrido electrónico o AESA (Active Electronically Scanned Array) AN/APG-83 (20 instalados y 2 de repuesto), además de todos los equipos de aviónica y autoprotección de última generación para estos aviones de combate.
Además, el encargo también incluye un importante lote de armamento tanto aire-aire como aire-suelo, como son: 22 cañones internos M61A1 de 20 mm (20 instalados, 2 de repuesto), 112 misiles de intercepción aérea de medio alcance AMRAAM (Advanced Medium-Range Air-to-Air Missile) AIM-120C-8) y 40 misiles de corto alcance AIM-9X Block II Sidewinder.
Respecto al armamento de ataque al suelo, Filipinas compraría: 36 bombas de pequeño diámetro GBU-39/B SDB-1 (Small Diameter Bombs Increment 1), 60 bombas de propósito general MK-82 de 500 libras (227 kg), 60 bombas de propósito general MK-84 de 2.000 libras (900 kg), además de 30 kits de conversión de las bombas en armamento “inteligente” KMU-572 JDAM (Joint Direct Attack Munition) para GBU-38 o Laser JDAM GBU-54, que podrán alcanzar su objetivo gracias a los 12 pods avanzados de designación de objetivos o ATP (Advanced Targeting Pods) AN/AAQ-33 Sniper.
También se incluyen los respectivos equipos de apoyo, el sostenimiento logístico, diversos tipos de misiles de entrenamiento cautivo y secciones de guía para los misiles.
Desde el Departamento de Estado han destacado que: “La venta propuesta mejorará la capacidad de la Fuerza Aérea de Filipinas para llevar a cabo misiones de vigilancia del dominio marítimo y apoyo aéreo cercano, además de fortalecer sus capacidades de supresión de defensas aéreas enemigas o SEAD (Suppression of Enemy Air Defenses) e interdicción aérea. Asimismo, esta venta incrementará la capacidad de las Fuerzas Armadas de Filipinas para proteger intereses y territorio estratégicos, así como para ampliar la interoperabilidad con las fuerzas de EE. UU. Filipinas no tendrá dificultades para incorporar este equipo a sus FAS”. (Julio Maíz)
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