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Fuerza Armada de Venezuela en alerta ante una supuesta operación de “falsa bandera” de Guyana y Estados Unidos para atacar instalación de ExxonMobil

Patrullero oceánico Guaiquerí (PO-11) de la Armada de Venezuela fotografiado desde el buque FPSO Prosperity.
Patrullero oceánico Guaiquerí (PO-11) de la Armada de Venezuela fotografiado desde el buque FPSO Prosperity.

El Ministerio de Defensa de Venezuela emitió el domingo un comunicado firmado por su titular, el general en jefe (EB) Vladimir Padrino López, en el que denuncia una supuesta operación de “falsa bandera” que estaría preparando Guyana en complicidad con Estados Unidos para atacar una plataforma petrolera que opera la compañía estadounidense ExxonMobil en zona marina pendiente por delimitar entre ambos países y que forma parte de un diferendo limítrofe que se remonta al siglo XIX.

Por medio de este comunicado, la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) se declara “que en estricto apego a la misión constitucionalmente asignada de salvaguardar la integridad del territorio nacional, su soberanía e independencia; se mantiene alerta ante la denuncia formulada por la ciudadana Vicepresidenta Ejecutiva de la República, Delcy Rodríguez, sobre la nueva trama del imperialismo norteamericano, que pretende realizar una operación de «falsa bandera» para atacar la plataforma de Exxon Mobil que opera en aguas pendientes por delimitar con la República Cooperativa de Guyana, a fin de generar confusión e iniciar una escalada de agresión contra nuestro país”.

Este comunicado del Alto Mando Militar venezolano se produce 24 horas después de que la vicepresidenta de Venezuela, Delcy Rodríguez, denunciara en un evento público en el que dijo que se estaría preparado “una operación de falsa bandera para atacar la plataforma de ExxonMobil que opera en aguas pendientes por delimitar entre ambos países, para generar confusión e iniciar una escalada de agresión”.

Señalando la vicepresidenta Rodríguez al actual secretario de Estado, Marco Rubio, de estar detrás del plan de ataque de “falsa bandera”, así como de un sector político venezolano y del ex SEAL Erik Prince, director de la compañía militar de seguridad privada Constellis Holdings, empresario que tiene contratos con el Departamento de Defensa de Estados Unidos y el Ministerio de Defensa y del Interior de Ecuador y El Salvador.

Esta nueva acusación de Caracas, se produce a una semana de que el secretario de Estado Rubio, visitará Georgetown, capital de Guyana, y reavivara las tensiones que ambos países limítrofes tienen desde que iniciará el gobierno del presidente guyanes Irfaan Ali. Durante su visita oficial el Secretario de Estado declaro durante una rueda de prensa conjunta, que “sería un día muy malo para el régimen venezolano si atacara a Guyana o a ExxonMobil. Sería un día muy malo, una semana muy mala para ellos, y no terminaría bien… Tenemos una Armada grande y puede llegar a casi cualquier lugar, a cualquier parte del mundo. Y tenemos compromisos vigentes con Guyana”.

Señalamiento que habría realizado el secretario de Estado Rubio, por la situación que se produjo a principios del pasado mes de marzo, cuando el patrullero oceánico Guaiquerí (PO-11) de la Armada de Venezuela, navegó durante aproximadamente cuatro horas alrededor de la sección del Bloque Stabroek, en el que trabaja la petrolera estadounidense ExxonMobil.

Amenaza regional o campaña de desinformación

Desde que se inició el gobierno del expresidente Hugo Chávez hace 26 años, Venezuela ha desarrollado una línea política antiestadounidense que ha llevado a la Casa Blanca a aplicar vetos en la venta de armamento (2006) y sanciones económicas (2019 – 2025), con el fin de producir un cambio político en la nación Sudamericana, sin embargo, ante estas medidas restrictivas Caracas se ha acercado a Rusia, China e Irán, naciones que para Washington y Bruselas representan una amenaza dentro del escenario geopolítico mundial.

En la última década diferentes altos funcionarios de la Alianza Atlántica han manifestado el peligro desestabilizador de Venezuela en la Región del Caribe, como ha sido el caso de la exministra de Defensa de Países Bajos, Kajsa Ollongren, que dijó, “No podemos ignorar el papel desestabilizador que puede jugar Rusia en la región, que tiene como objetivo expandir su influencia a nivel mundial (…) En la zona del Caribe, Rusia puede ejercer más influencia en las relaciones sobre Venezuela y esta con los países vecinos, incluido el Reino (Países Bajos)”  .

Pero más recientemente (25 de marzo), el gobernador de Bonaire, John Soliano, remitió una carta a los ministros de Defensa (Ruben Brekelmans)  y Relaciones Exteriores (Caspar Veldkamp), con el propósito de expresar su preocupación ante las “posibles consecuencias del deterioro de la situación política y social en Venezuela, y los efectos que tendría sobre la isla”.

Por otra parte, desde su campaña para la reelección y ahora como presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, ha señalado constantemente que el régimen venezolano lideraría una red de pandillas denominada “Tren de Aragua” (TDA), organización que el Departamento de Estado ha declarado como organización terrorista internacional, y que de acuerdo con la Casa Blanca la misma estaría “llevando a cabo una guerra irregular y emprendiendo acciones hostiles contra Estados Unidos”.

Sin embargo, en los últimos dos meses, medios de comunicación como The New York Times o el Washington Post, además, de la organización de investigación InSight Crime, que ha seguido a la pandilla criminal durante años, han descubierto que el TDA tiene una presencia limitada en Estados Unidos, a lo que se sumaría la información filtrada por la Comunidad de Inteligencia estadounidense en la que señalan que no hay relación entre el Tren de Aragua y el Gobierno de Nicolás Maduro, además, que la pandilla no cuenta con una estructura de mando que le permita operar como lo han señalado buena parte de los Gobiernos del continente Americano.

Sin embargo, para las fuentes de los medios de comunicación estadounidense en los Departamentos de Defensa y de Estado, no cabe duda de que existe algún tipo actividad criminal dentro del Régimen venezolano, ya que han existido ocasiones en los que grupos considerados criminales por diferentes gobiernos de la Región, han negociado pactos que sirvieron a los intereses del gobierno de Maduro, relación esta que se ha caracteriza mejor como antagónica y competitiva, como lo demuestra la redada militar en la prisión de Tocorón en 2023. (Bernardo de la Fuente)


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