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Dos muertos en el accidente de un avión de entrenamiento K-8E K-8E Karakorum de la Fuerza Aérea Egipcia

Un avión egipcio K-8E como el accidentado.
Un avión egipcio K-8E como el accidentado.

Las autoridades egipcias confirmaron la caída de un avión de entrenamiento K-8E de la Fuerza Aérea Egipcia y la muerte de sus dos tripulantes, instructor y alumno, debido a un fallo técnico durante la ejecución de una actividad de entrenamiento planificada el lunes 19 de mayo.

Los indicios preliminares, incluidas las imágenes difundidas de los pilotos, el Comandante Piloto Mohamed Elsayed Soliman y el Teniente Primero Piloto Bassem Mahmoud Shibl, con insignias del escuadrón de entrenamiento especializado en aviones K-8E Karakorum, confirmarían que el avión siniestrado pertenece a este modelo de origen chino-pakistaní. El accidente ocurrió frente a las costas del Mar Mediterráneo en la gobernación de Damieta, lo que requirió una respuesta inmediata de los equipos de búsqueda y rescate.

El anuncio, emitido por el portavoz militar oficial de las Fuerzas Armadas Egipcias, General de Brigada del Estado Mayor Gharib Abdelhafiz Gharib, no solo vuelve a poner de relieve los desafíos inherentes a las intensas operaciones de entrenamiento aéreo, sino que también sitúa el incidente en un contexto más amplio relacionado con los continuos esfuerzos de Egipto por modernizar sus capacidades aéreas, especialmente en el sector de aviones de entrenamiento y combate ligero.

K-8E Karakorum: Pilar del entrenamiento avanzado en la Fuerza Aérea Egipcia

El avión K-8E Karakorum, una versión especialmente desarrollada para la Fuerza Aérea Egipcia del avión chino-pakistaní Hongdu JL-8 (K-8), constituye la columna vertebral de los programas de entrenamiento avanzado y cualificación de los pilotos de combate egipcios, además de su capacidad para ejecutar misiones de ataque ligero a tierra. La Fuerza Aérea Egipcia posee 118 unidades.

El K-8E desempeña un papel fundamental como avión de entrenamiento a reacción avanzado con capacidades para misiones de ataque ligero a tierra. Sus orígenes se remontan al K-8, desarrollado en colaboración entre China y Pakistán, cuya versión egipcia fue sometida a modificaciones en el fuselaje y la aviónica para satisfacer los requisitos específicos de la Fuerza Aérea Egipcia.

La producción local es una parte importante del programa de este avión, ya que se fabrica y ensambla en la fábrica de aviones de la Organización Árabe para la Industrialización en Helwan, Egipto, con un alto porcentaje de componentes de fabricación local, lo que refleja el diligente esfuerzo de Egipto por fortalecer sus capacidades en la industria de defensa. En cuanto a su diseño, se caracteriza por un diseño convencional de ala baja, tomas de aire a ambos lados del fuselaje y una cabina en tándem para instructor y alumno bajo una única cúpula.

En cuanto a las especificaciones técnicas, la tripulación consta de dos personas (instructor y alumno). Su peso en vacío es de 2,687 kg, mientras que su peso máximo al despegue es de 4,330 kg. El avión es propulsado por un motor turbofán Honeywell TFE731-2A. En cuanto a su rendimiento, alcanza una velocidad máxima de 800 km/h (Mach 0.75), tiene un alcance de 2,250 km y un techo de servicio de 13,000 metros.

En lo referente a la aviónica y el armamento, el avión ha sido equipado con un conjunto de aviónica revisado y mejorado para satisfacer las necesidades de la Fuerza Aérea Egipcia. En cuanto a sus capacidades de armamento, puede equiparse con un cañón de 23 mm montado en un punto de anclaje central. También cuenta con hasta 5 puntos de anclaje externos para transportar tanques de combustible adicionales y una variedad de municiones, incluidos misiles aire-aire PL-5 y PL-7.

El K-8E se utiliza principalmente en misiones de entrenamiento exhaustivas y variadas, que incluyen vuelo acrobático, vuelo nocturno y entrenamiento en maniobras complejas, además de un entrenamiento intensivo en el uso de armas. Junto con su función de entrenamiento, también se puede confiar en él para llevar a cabo eficazmente misiones de apoyo aéreo cercano y ataque ligero a tierra.

El accidente en el contexto de la modernización de la flota de entrenamiento: el esperado acuerdo por el FA-50

Este trágico accidente ocurre en un momento en que Egipto busca activamente modernizar su flota de aviones de entrenamiento y combate ligero. En este marco, El Cairo está cerca de cerrar un importante acuerdo de defensa con Corea del Sur para la adquisición de hasta 100 aviones de combate ligero y entrenamiento avanzado modelo FA-50. Este posible acuerdo se considera un paso estratégico que podría remodelar las capacidades de la Fuerza Aérea Egipcia en este ámbito.

Los detalles del posible acuerdo incluyen la intención de Egipto de comprar 100 aviones FA-50, con una expectativa de un pedido inicial de 36 aviones, valorado en más de mil millones de dólares estadounidenses. Un aspecto importante de este acuerdo es que incluirá la transferencia de tecnología, ya que se espera que los 64 aviones restantes se ensamblen localmente en Egipto, probablemente en las instalaciones de Helwan de la Organización Árabe para la Industrialización, basándose en un acuerdo firmado en 2023 entre Korea Aerospace Industries (KAI) y la Organización Árabe para la Industrialización.

Estos nuevos aviones tienen como objetivo reemplazar la envejecida flota egipcia de aviones Alpha Jet y los aviones de entrenamiento chinos K-8E, para servir como avión de combate ligero y entrenador de combate avanzado (Lead-in Fighter Trainer - LIFT). El embajador egipcio en Corea del Sur, Khaled Abdel Rahman, ha señalado que las negociaciones con KAI están a punto de concluir y que las conversaciones avanzan positivamente.

El interés de Egipto en el FA-50 se debe a varios factores principales. Por un lado, este avión ofrece una solución más moderna y capaz para satisfacer las necesidades de entrenamiento y combate. Además, la compatibilidad de repuestos del 70% con los cazas F-16 Fighting Falcon, que ya están en servicio en la Fuerza Aérea Egipcia, simplifica enormemente las operaciones logísticas, el mantenimiento y las cadenas de suministro. Adicionalmente, el FA-50 es una plataforma versátil diseñada para misiones de defensa aérea, ataque y entrenamiento a reacción, combinando características avanzadas de entrenamiento con sólidas capacidades de combate. El acuerdo también tiene como objetivo apoyar el desarrollo de la industria aeroespacial egipcia.

El accidente del avión de entrenamiento K-8E, a pesar de su tragedia y la dolorosa pérdida de vidas, arroja luz nuevamente sobre los riesgos inherentes a las actividades de entrenamiento militar, que son esenciales para mantener la eficiencia y la preparación de la Fuerza Aérea. También se enmarca en los diligentes esfuerzos de Egipto por modernizar sus capacidades aéreas, incluida su flota de aviones de entrenamiento, lo cual se refleja en las avanzadas negociaciones sobre los aviones FA-50. Se mantiene la esperanza de que estos esfuerzos contribuyan a mejorar la seguridad de los pilotos y a elevar el nivel de las capacidades defensivas egipcias. (Alex Ribeiro)

 


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