Estados Unidos ha trasladado sistema de defensa aérea antimisiles Patriot desde el área de responsabilidad del Comando Indo-Pacífico de EEUU (específicamente desde Corea del Sur) a la región de Oriente Medio (bajo la responsabilidad del Comando Central de EEUU).
La información sobre el traslado ha sido contradictoria, el comandante del Comando Indo-Pacífico apuntó al desplazamiento de un batallón Patriot completo (que generalmente comprende 4 baterías) lo que requirió 73 vuelos de aviones de transporte estratégico C-17, mientras que otros informes de prensa, citando fuentes surcoreanas y estadounidenses, mencionaron que, en marzo pasado, se acordó trasladar solo dos baterías PAC-3 de forma temporal, por un mes.
Este despliegue, considerado el primero de su tipo de activos militares estadounidenses de Corea del Sur a otro área de operaciones, tiene como objetivo reforzar las defensas aéreas estadounidenses en Oriente Medio en medio de las crecientes tensiones regionales y las amenazas incrementadas de Irán y sus proxis, como los hutíes en Yemen.
Este traslado, independientemente de su tamaño exacto, subraya varias dimensiones estratégicas y logísticas importantes. Primero revela el gran desafío que enfrenta Estados Unidos para equilibrar sus compromisos de defensa en múltiples teatros de operaciones vitales (el Indo-Pacífico y Oriente Medio) y ejerce una clara presión sobre sus recursos, especialmente las capacidades de transporte aéreo estratégico cuya importancia fue enfatizada por el comandante de INDOPACOM.
Por otro lado, este movimiento representa un mensaje de disuasión claro y directo para Irán y sus proxis en Oriente Medio, confirmando la disposición de Washington para reforzar rápidamente sus defensas frente a las crecientes amenazas, especialmente las de misiles y drones
Asimismo, el hecho de trasladar estos activos desde Corea del Sur, donde son una parte esencial del sistema de defensa contra Corea del Norte, indica el nivel de preocupación estadounidense por la evolución de la situación en Oriente Medio, hasta el punto de requerir esta medida excepcional que, sin duda, exigió una coordinación precisa y la aprobación del gobierno de Corea del Sur (lo que podría explicar los informes que sugieren que se trata de un traslado temporal).
Hay que apuntar, además, la dificultad logística que suponen las decenas de vuelos necesarios para trasladar estos sistemas complejos y pesados, la gran complejidad y alto costo de las operaciones de rápido reposicionamiento de fuerzas avanzadas en todo el mundo.
En el futuro inmediato las unidades Patriot trasladadas reforzarán las capacidades defensivas estadounidenses en su nuevo punto de despliegue en Oriente Medio y es muy probable que se utilicen para contrarrestar cualquier ataque con misiles o drones dirigido contra fuerzas o intereses estadounidenses en la región.
Si el traslado es realmente temporal, como indicaron algunas fuentes, pronto el foco se centrará en nuevos desafíos logísticos para devolver estas unidades a Corea del Sur, Sin embargo, si se extiende su estancia o se convierte en un despliegue permanente, podría suscitar debates más amplios dentro de Estados Unidos sobre la distribución de activos defensivos estratégicos entre las prioridades de Oriente Medio y la región del Indo-Pacífico y alentar a los aliados en ambas regiones a solicitar refuerzos similares de defensa aérea.
Es seguro que las potencias regionales (como Irán) y globales (como China Corea del Norte y Rusia) están observando de cerca estos movimientos para evaluar las prioridades defensivas y las capacidades logísticas de Estados Unidos. (Alex Ribeiro)
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