Aunque el avión de transporte militar C-130 Hércules es globalmente conocido, su versión “civil”, el L-100, lo es muy poco, aunque la etiqueta “civil” es relativa, como se pudo ver en uno de la Fuerza Aérea de los Emiratos Árabes Unidos que pasó recientemente por el aeropuerto de Madrid-Barajas.
Hablamos del Lockheed (hoy Lockheed Martin) L-100 Hércules, también conocido como modelo 382, que está basado en el militar C-130E, de los que se construyeron 114 entre los años 1964 y 1992. Además de la versión básica se produjeron en dos variantes con el fuselaje alargado respecto al estándar que tiene una longitud de 34,35 metros, el L-100-20 (2,52 metros más) y el L-100-30 (4,55 metros).
El L-100-30 de la Fuerza Aérea de los EAU despegando de Madrid-Barajas. (foto Defensa)
41 años en servicio
El avión de Emiratos que fotografiamos en Madrid fue un L-100-30, construido en la planta de Lockheed de Marietta (Georgia) en 1981, entregado al cliente inicial, la Fuerza Aérea de Gabón en septiembre de dicho año. En 1990 se vendió a la aerolínea holandesa Schreiner Airways, que cesó sus operaciones en 2005, antes de lo cual, el 1 de octubre de 2003, transfirió el L-100 a su actual operador, la Fuerza Aérea de los Emiratos Árabes Unidos, que lo puso la matrícula militar 1216 y, como pudimos comprobar, lo sigue operando con plena eficacia 41 años después de su primer vuelo.
Ello demuestra la fiabilidad de estas aeronaves cuando son bien mantenidas, lo que permite una larga vida operativa, incluso en fuerza aéreas como la de los Emiratos, que por el alto grado de recursos disponibles no tiene porque forzar la vida útil de sus aeronaves.
Vista trasera del aparato L-100-30, en la que se aprecia el fuselaje alargado. (foto Defensa)
El avión, que llegaba el 19 de noviembre al aeropuerto de “Adolfo Suarez” Madrid-Barajas procedente de Lárnaca (Chipre), estaba pintado en un gris militar uniforme, sobre el que lleva pintadas unas discretas marcas militares de la Fuerza Aérea de los Emiratos Árabes Unidos, y los títulos en árabe y en inglés (UAE Air Force).
No estamos ante el único caso de un L-100 utilizado por una fuerza aérea, de hecho al menos una docena los emplean actualmente o las han tenido en el pasado. Las principales razones para no emplear las variantes militares son evitar las restricciones de ventas militares por parte de Estados Unidos a través del denominado procedimiento de Foreign Military Sales (FMS), como sería el caso de los que emplea Libia, y el que adquirió la Fuerza Aérea Argentina, un L-100-30, que usaba la matriculación civil LV-APW y luego la militar TC-100, adquirido para sustituir el C-130H derribado en la Guerra de las Malvinas. La mayoría de las veces son incorporados en compras de segunda mano, como el caso de los utilizados por otros operadores latinoamericanos militares como Ecuador, México y Perú.