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Dieciocho submarinos de ataque nuclear, cuatro balísticos y diez convencionales, el perdido poder del arma submarina del Reino Unido

Ayer noticia

Lejos estaba de sospechar el irlandés John Pillip Holland, en 1873, que el invento ideado para combatir a los invasores de su patria lo convertirían éstos, un siglo después, en una fuerza de ocho mil hombres, dieciocho submarinos de ataque nucleares, cuatro balísticos y diez convencionales.

Mr. Holland, falto de fondos para materializar su invento en Irlanda, emigró a los EE.UU. Allí consiguió vendérselo a Ia Marina norteamericana botándose en 1900 el que habría de ser su primer submarino, el SS-1. Al poco, el Almirantazgo británico, atento a los desarrollos logrados en ese campo por sus vecinos franceses, compró Ia patente construyendo al año siguiente, en Barrow-in-Furness, el Torpedo Submarino de Su Majestad n 1, seguido de otros cuatro, todos ellos conocidos como Clase Holland. Estos minisumergibles medían 20 m. de eslora, desplazaban 104 tons., su andar era de 8 nudos en superficie (5 en inmersión) y estaban armados con un solo tubo lanzatorpedos proel.

Los ingenieros de Ia Vickers proyectaron sus sucesores de Ia clase A en número de trece, siguiéndoles, en 1906, los once de Ia clase B y a éstos, en 1910, los treinta y ocho de Ia clase C. Desplazaban estos sumergibles 290 tons. de superficie, montaban dos tubos a proa y andaban 13 nudos en superficie y 8 en inmersión.

foto: El “Dreadnought” pasa frente a un transporte alemán que, cargado con materiales altamente inflamables, se hunde.

Los D, ocho unidades, algo mayores de 550 tons., fueron los primeros submarinos que llevaron estación radio a bordo y un montaje de doce libras a proa, incorporando tubos lanzatorpedos a proa y popa. La de Ia serie siguiente, la E, montaban cuatro tubos, dos de ellos instalados transversalmente. EI comienzo de Ia guerra en 1914-18 sorprendió a esta serie en plena producción ampliándose su número ¡hasta cincuenta y seis unidades!

LA PRIMERA GUERRA MUNDIAL

Durante Ia PGM se construyeron las siguientes clases; F (3 unidades costeras), V(4 unidades costeras), S (2 unidades tipo Laurenti costeras), W (4 unidades costeras), G (14 unidades de 700 tons.), Nautilus (experimental de 1.200 tons.), H (12 construidas en Canadá y EE.UU., y 24 en el Reino Unido), J (7 unidades oceánicas) Swordfish (experimental de vapor), K (18 unidades de 1.883 tons., con turbinas de vapor), L (19 unidades de 890 tons.), M (3 unidades con un cañón de 12 pulgadas y 1.600 tons.) y R (12 unidades caza-submarinos). AI finalizar Ia contienda Ia Royal Navy había perdido 54 de los 244 submarinos con los que había entrado en guerra, es decir un 22 por 100 de sus efectivos. Los resultados no fueron muy satisfactorios. Los submarinos, pequeños (la mayoría costeros), poco marineros y mal armados tuvieron un rendimiento muy inferior al de sus rivales alemanes. Tan sólo cabe destacar algunos casos aislados como el del E-11 que, forzando los Dardanelos hundió al viejo acorazado turco Bai-bariola, o el del E-9 que echó a pique al crucero acorazado germano Prinz Adalbert, en el Báltico.

Al llegar Ia paz británicos y norteamericanos se manifestaron a favor de la abolición de los submarinos por el peligro que representaban para sus poderosas flotas de superficie. Sólo la oposición de Francia y Japón, que veían en estos pequeños barcos el único dique de contención al poder naval británico, impidió Ia desaparición del submarino en Ia conferencia de Washington de 1922.

foto: Un submarino de la clase S, Grupo 3, abarloándose a otro de su mismo tipo. Estas unidades datan de 1941-45.

Dos submarinos alemanes, el U-86 y U-126, fueron requisados como botín de guerra para servir de base a la construcción naval británica de la postguerra siendo botado en 1923 el X-1, submarino experimental, al que siguieron Ias clases oceánicas O, P y R (16 unidades). Los gigantescos Thames (3) de 2.185 tons., Ia oceánica S (12), los 6 Porpoise y los U y T.

LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL

El estallido de Ia SGM, en 1939, reactivó la constucción de submarinos ya que los 47 existentes eran claramente insuficientes para hacer frente a los alemanes. Las clases S, U y T continuaron produciéndose hasta un total de 162 unidades a las que se les unieron los 22 U. Un tratado con los EE.UU. proporcionó a la Royal Navy 9 viejos submarinos del tipo R y 5. Cuatro submarinos que se encontraban en construcción para Turquía fueron confiscados mientras que el U-570 alemán y tres submarinos italianos, todos ellos capturados, arbolaron también el pabellón británico durante esta contienda.

Con esta fuerza el Reino Unido operó principalmente en Ias aguas próximas a las Islas Británicas, para contrarrestar el efecto de los U-boot, y en el Mediterráneo, para cortar las líneas de suministros a las tropas de Rommel y a los italianos en el Norte de Africa. Pero fueron los pequeños X (5, 6 y 7) los que consiguieron una mayor celebridad al penetrar en el fiordonoruego de Alten averiando gravemente al gigantesco acorazado Tirpitz, que ya no volvió a combatir.

Un total de 493 mercantes y 169 buques de guerra hundidos, con 1.524.000 tons., fue el resultado de seis años de guerra que, a su vez, supuso la pérdida de 75 submarinos propios (el 35 por 100 de los efectivos) y 3.142 muertos.

LA POSTGUERRA

Al acabar Ia SGM, una nueva serie A continuó en producción hasta 1948 (17 unidades), modificándose su diseño al dotarlos, al igual que los 7, con snorkel, quitándoles el cañón de cubierta y proporcionándoles una línea mucho más hidrodinámica. En 1954 se comenzaron a construir los 8 Porpoise (de los que aún queda uno, el Sealion) aprovechando las enseñanzas de las clases A y T, y en 1961 se completaba el Oberon, primero de una serie de 13 unidades prácticamente idénticas a los Porpoise, y que tuvo gran éxito en la exportación al venderse un total de 14 de ellos a Brasil, Canadá, Australia y Chile. Estos submarinos de 2.000 tons., con un radio de acción de 9.000 millas (capaces de llegar a Australia sin repostar) y considerados como muy silenciosos, todavía operan con Ia excepción del primero de Ia serie, dado de baja, habiendo sufrido extensas modificaciones para modernizar sus sensores.

foto: Los tripulantes de un submarino clase U, Grupo 2, acarreando víveres en puerto.

Como parte del botín de guerra los británicos conservaron 2 U-boot del tipo XIII, 9 del tipo VII C, dos del XVII, 6 del XXI y 1 del XXVI, es decir 18 unidades que fueron evaluadas para obtener enseñanzas del avance de Ia técnica alemana. En base a Ia experiencia obtenida con uno de ellos, el U-1407 (del tipo XVII B dotado de Ia turbina Walther) bautizado Meteorite, se construyeron en 1954-55 los experimentales Explorer y Excalibur, que podían dar 30 nudos en inmersión con una turbina de vapor alimentada por Ia energía procedente de la reacción del peróxido de hidrógeno.

EI advenimiento de la energía nuclear, en 1955, hizo que se abandonaran los peligrosos experimentos de Ia turbina Waither (al Explorer le llamaban Exploder, explosivo) en favor de la investigación atómica.

LA NUEVA ERA

• Submarinos nucleares

El primer submarino nuclear de ataque (SSN) británico, el Dreadnought, fue construido con ayuda norteamericana. Similar a Ia clase Skipjack estaba dotado de un reactor nuclear S5W que le proporcionaba 15.000 CV. y una velocidad máxima de 28 nudos en inmersión. Después de veinte años de vida experimental fue dado de baja en Ias listas de Ia Royal Navy. Los siguientes submarinos nucleares, de Ia clase Valiant (5 unidades), fueron de concepción totalmente británica, con un reactor Rolls-Royce enfriado por agua presurizada (PWR) que proporcionaba Ia misma potencia.

foto: Submarino británico de Ia clase E. Actuó en Ia guerra de 1914-18.

EI siguiente paso, imitando con ello a Ia US Navy, fue Ia construcción de submarinos nucleares portadores de misiles balísticos (SSBN) para crear una fuerza de disuasión propia. La serie que iba a ser de cinco unidades, fue reducida a cuatro por el Gobierno laborista de Ia época (Resolution, Repulse, Renown, Revenge).

Los Resolution, dada su especial misión de permanencia en Ia mar, tienen dos dotaciones (babor y estribor) que desarrollan patrullas de hasta sesenta días, cómodamente alojados en las 7.500 tons., de desplazamiento de los gigantescos submarinos. A los SSN Valiant- Waspite-Churchill-Conqueror y Courageous siguieron los seis Swiftsure, algo más pequeños (4 m.) pero de prestaciones más elevadas, con 30 nudos de velocidad punta, mayor profundidad operativa (superior a 300 m.) y menor ruido radiado al exterior. Sus timones de buceo proeles se montaron retráctiles por primera vez en este tipo de unidades. Pero quizás su característica más sobresaliente sea la propulsión. Efectivamente, Ia tradicional hélice ha sido sustituida por un revolucionario sistema de chorro de agua (pump-jet) mucho más silencioso y discreto.

La nueva clase Trafalgar, una modificación de los Swiftsure, es capaz de disparar torpedos Tigerfish mod. I y el misil RN Sub-Harpoon. Dotado de un recubrimiento anecóico por todo el casco, su silenciosidad es prácticamente similar a Ia de un submarino diésel-eléctrico. A Ias cuatro unidades actualmente existentes (Trafalgar, Turbulent, Tirelers, Torbay) se unirán en los próximos tres años los Talent, Trenchant y Triumph.

• Submarinos diésel-eléctricos

La Marina británica, al igual que Ia soviética, no ha abandonado Ia investigación en el campo de los submarinos convencionales. Previsto el reemplazo de los Oberon y Porpoise aún operativos (99 y 1 respectivamente), el Ministerio de Defensa preparó a finales de los 70 los requerimientos para un moderno submarino de ataque convencional naciendo así el Upholder (en recuerdo del glorioso submarino destruido en 1942 por el torpedo italiano Pegaso, después de una brillante trayectoria en Ia que consiguió hundir 140.000 tons.). Denominado también Tipo 2.400, ya que es éste su desplazamiento de inmersión, tiene una autonomía de 8.000 millas a ocho nudos, con una velocidad máxima de veinte nudos en inmersión y doce en superficie. Su cota máxima es de 300 m. y Ia dotación la componen 45 hombres. Habiendo sido botado el 2 de diciembre de 1986, se espera construir diez unidades de Ias que tres se encuentran ya en los astilleros en distintas fases de armamento.

foto: Conectando los cables para alimentar las baterías del “Tiptoe’ un clase T construido en 1944.

Este nuevo diseño, que incorpora todos los adelantos existentes (sonar pasivo 2040, sonar remolcado TAS 2046, flankarray, torpedos Tigerfish mod. 1 RN Sub-Harpoon, recubrimiento anecóico, etc.), posee un alto poder ofensivo así como una silenciosidad superior a todos los submarinos convencionales actuales. Con él Ia industria naval británica confía en ganar contratos para Ia construcción de nuevos submarinos.

ORGANIZACION DEL ARMA SUBMARINA

La cuna del Arma Submarina se encuentra en Haslar Creek, en Ia entrada del puerto de Portsmouth. La base de submarinos HSS Dolphin ocupa las instalaciones del antiguo fuerte Blockhouse, construido hace más de quinientos cincuenta años para defenderse de una posible invasión francesa. Cuando el fuerte fue ocupado hace ochenta años por los primeros submarinistas, los oficiales se ubicaron en Ias caballerizas del Regimiento de Zapadores, tal era Ia parquedad de medios. Hoy en día, modernas instalaciones albergan al personal del l Escuadrón .de Submarinos y de Ia Escuela de Submarinos.

El 1 Escuadrón de Submarinos, acoge a todos los diésel eléctricos (SSK), excepto a tres que se encuentran destacados en Faslane (Escocia). La base naval de Devonport (Devon-Plymouth) cobija al 2º Escuadrón que comprende a los submarinos nucleares de ataque de las clases Swiftsure y Trafalgar mientras que Ia base HMS Neptune, en Fasiane, es sin duda Ia más importante pues allí  se encuentran los submarinos nucleares talísticos (SSBN) de Ia clase Resolution, además de los cinco SSN tipo Valiant y tres SSK de Ia serie Oberon. Cada Escuadrón está mandado por un capitán de navío que a su vez depende de un contralmirante denominado FOSM (Flag Officer Submarines) que tiene su cuartel general en un bunker subterráneo al Norte de Londres, en Northwood.

Un total de ocho mil hombres (tercera fuerza después de la URSS y los EE.UU.) llevan orgullosos en su pecho el distintivo de submarinos: los Dolphins (delfines). Todos ellos son profesionales y saben que la defensa de su país depende en gran parte de su labor y dedicación.

ADIESTRAMIENTO

El candidato a submarinista entra a los 18 años en Ia Royal Navy Submarine School y después de seguir un curso básico de seis semanas (tres meses para oficiales) en Ias que deberá efectuar un escape libre en un tanque de 30 m. de altura, pasará a estudiar los equipos propios de su capacidad (torpedos, sonar, motores, generadores, etc.). Los que deseen navegar a bordo de los submarinos nucleares deberán realizar un tercer curso adicional para pasar posteriormente, en periodos de prácticas, a los Escuadrones y al finalizar cuatro meses en Ia mar sufrirán el último examen que les dará derecho a portar los Dolphins definitivamente así como a cobrar un “extra-pay” diario de por vida.

Foto: Submarino nuclear “Conqueror”

Los oficiales además de los cursos anteriormente reseñados, para ser comandantes de un submarino han de tener una experiencia media de ocho años a flote, haber sido segundos comandantes (First Leutenant) y superar el curso Perisher de comandantes, curso que dura cuatro meses y que tiene un 50 por 100 de bajas por Ias dificultades que entraña. EI afortunado alumno que lo supere mandará un Oberon como capitán de corbeta para posteriormente desempeñar el cargo de segundo comandante de un submarino nuclear y al ascender a capitán de fragata, joven aún (de 35 a 38 años) accederá al ansiado mando de un SSN o un SSBN. Los oficiales cualificados, a diferencia de lo que sucede en Ia Armada española, deberán permanecer siempre en el Servicio Submarino (Silent Service) hasta acceder al almirantazgo.

UN FUTURO ESPERANZADOR

La importancia de los submarinos dentro de Ia Royal Navy quedó demostrada durante el conflicto de Ias Malvinas. En esa ocasión cinco submarinos nucleares de ataque fueron emplazados delante de Ias bases navales argentinas con un solo propósito: echar a pique el portaaviones 25 de Mayo. El hundimiento del crucero Belgrano por el SSN Conqueror (capitán de fragata Chris Redford Brown) fue quizás el hecho que condicionó las acciones navales posteriores, al limitar los movimientos de Ia importante Flota Argentina a prácticamente los ataques del submarino San Luis. En Ias operaciones malvinas el submarino convencional Onyx colaboró activamente desembarcando a los comandos del SBS en las inhospitas islas. El viejo refrán de que “el primer error de un submarinista puede ser el último” estuvo presente en el Atlántico Sur y el éxito de estas acciones hizo que una gran parte del presupuesto de Defensa británico continuase volcándose sobre las nuevas construcciones de submarinos.

Los cuatro submarinos Polaris de la clase Resolution seguirán desarrollando sus patrullas disuasorias hasta mediados de los años 90 en que serán sustituidos por los mastodónticos Trident de 15.000 tons. El primero de ellos, el HMS Vanguard, está ya bastante avanzado encontrándose en diversas etapas de su construcción los otros tres. El costo total del proyecto que le permitirá al Reino Unido poseer cuatro SSBN capaces de disparar 16 misiles Trident D5 con 14 ojivas independientes, supera los 9.000 millones de libras. Pero no se detiene aquí Ia modernización de los submarinos británicos. A Ia sustitución de los Oberon por los 10 Upholder, le seguirá Ia construcción de una nueva clase de submarinos nucleares de ataque, Ia serie SSN-20, llamada así debido a que el primero de Ia serie será el vigésimo submarino nuclear de ataque británico. Estas nuevas unidades, que entrarán en servicio a finales de Ia próxima década, sustituirán a los 5 Valiant.

CONCLUSIONES

La Royal Navy, que acabó Ia PGM con 141 submarinos y Ia SGM con 131, actualmente sólo cuenta con 32 unidades (4 SSBN, 15 SSN y 13 SSK) pero su poder ofensivo es muy superior a todas Ias armas utilizadas por los británicos en Ias dos guerras mundiales. Superada tan sólo por soviéticos y norteamericanos, Ia fuerza submarina británica es sin duda el elemento más eficaz y temido dentro del contexto defensivo del Reino Unido.

“Nunca nos hemos rendido. No forma parte de nuestra instrucción”. (CC. Mike Norman. Royal Navy)

Revista Defensa nº 142, febrero 1990, Almirante (R) José María Treviño


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