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Nuevos integrantes en la familia TAM: El Tanque Argentino Mediano

(Revista Defensa nº 74, junio 1984)   Thyssen Henschel, de la República Federal de Alemania, entregó al Ejército argentino los primeros prototipos de un carro de combate medio y de un transporte para la infantería mecanizada. Se trataba del ahora conocido TAM (Tanque Argentino Mediano) y del VCTP (Vehículo de Combate y Transporte de Personal), ambos desarrollados por los técnicos germanos, en colaboración con sus pares argentinos, por encargo del Ejército de Tierra de la nación sudamericana, que pretendía eludir así al menos en un renglón, la dependencia de naciones foráneas en materia de equipamiento bélico.

En 1979, las fábricas militares y privadas comenzaron la producción en serie, al tiempo que se encaraba el desarrollo, esta vez en forma autóctona, de otros blindados, variantes alrededor de una plataforma común, que ahora conforman la llamada familia TAM. A principios de 1984 ya se contaban seis integrantes en esa familia, cifra más significativa de lo que en primera instancia sugiere si se tienen en cuenta las limitaciones de la Argentina debidas a su falta de experiencia en la materia y las carencias de su parque industrial. Los precursores TAM y VCTP se multiplicaron dando origen a un transporte de mortero, a un vehículo de mando, un cañón autopropulsado de 155 milímetros y a un imprescindible carro de recuperación.

foto: Con el tubo tipo “snorkel”, el TAM se apresta ingresar en la pileta de vadeo de 4 m. de profundidad.

Como una forma de ratificar la decisión argentina de fabricar en serie y en serio sus propios blindados —en los años 40 se habían diseñado y construido unos pocos ejemplares de un carro de 30 Tm., el Nahuel —, en 1980 se creó la empresa Tanque Argentino Mediano, Sociedad del Estado (TAMSE), con el objetivo declarado de cubrir la investigación, el desarrollo, la fabricación, el montaje y la comercialización de vehículos de guerra. En este contexto se instaló una moderna planta de montaje situada en las afueras de Buenos Aires, con una superficie cubierta de cerca de 10.000 m.2, dotada con laboratorios de control de calidad, banco de ensayo de motores y una pista de pruebas. Cabe resaltar que las líneas de montaje están dispuestas en un sistema de alimentación continua, lo que da lugar a que en caso necesario se pueda incrementar sensiblemente el ritmo productivo.
En la construcción del TAM y sus derivados se emplean materiales provistos por empresas particulares y estatales de la Argentina, que lógicamente alimentan la línea de ensamblaje de TAMSE. También se utilizan elementos importados —particularmente en aquellos casos en los que la fabricación local implica un incremento desmedido del costo—, pero en la actualidad alrededor del 70 por 100 del vehículo está conformado por componentes argentinos. En esta última categoría se pueden citar el armamento, la chapa de blindaje, la torre, el chasis, la instalacion eléctrica y el tren de rodadura. Se compran en el extranjero, en cambio, el motor y caja de transmisión, parte del sistema óptico y el sistema de control de tiro. No obstante, aclararon a DEFENSA los responsables de TAMSE, esta situación no implica la dependencia exclusiva de un proveedor extranjero, pues ya se ha estudiado la factibilidad del reemplazo de estas partes por otras de distinto origen. Tal es el caso, agregan, de la posibilidad ya determinada del reemplazo, en caso necesario, del motor y caja de velocidades actuales por un motor FIAT y una caja ZF.
Las prestaciones de un blindado, coinciden los expertos, se pueden resumir en tres puntos fundamentales: potencia de fuego, movilidad y protección. No hay tanta coincidencia, en cambio, en lo que respecta a cuál de estos puntos se le debe otorgar prioridad y la adecuada relación entre ellos. Así, hay quienes postulan la inutilidad de engrosar indefinidamente el blindaje dado que inevitablemente se desarrollará un proyectil capaz de perforarlo. Otros, en cambio, no vacilan en montar capa tras capa de blindaje, ya sea del tipo espaciado o del compuesto chobham, sin preocuparse de que el peso total del vehículo supere las 50 Tm.

foto: El TAM atravesando el sector de sinusoides en la pista de pruebas de la factoría TAMSE, donde se montan.

En el caso concreto del carro argentino se tuvieron particularmente en cuenta las tres premisas citadas más arriba pero, paralelamente, se prestó especial atención a los aspectos logísticos y operacionales. Entraron así en consideración hechos tales como la infraestructura vial del país y las características de sus puentes, de los cuales más del 66 por 100 tienen una capacidad máxima de 30 Tm. Los campos de batalla potenciales y los condicionamientos de los medios de transporte (camiones o vagones de ferrocarril) influyeron asimismo para que finalmente se decidiera que el blindado no debía superar las 30 Tm. Con estas limitaciones se decidió que los vehículos de la familia llevarían un blindaje de chapas de acero de aleación especial altamente resistentes, las que dispuestas en espesores que oscilan en los 50 mm. y colocadas en ángulos pronunciados brindan una eficaz protección (se comenta que el blindaje es efectivo para proyectiles de hasta 30 mm. de calibre) sin empujar el peso total a valores excesivos.

Por otra parte, se eligió para el TÁM y sus derivados una planta propulsora que le permite superar, tanto en avance como en reversa, los 75 km/h., siendo capaz de acelerar de manera tal que recorre, con partida detenida, 100 m. en 12 segundos. Sus constructores aseguran que, con una tripulación correctamente entrenada, el TAM puede eludir con facilidad los disparos con munición tipo HESH o HEAT a distancias de entre 1.500 y 2.000 m.
Pero las ambiciones del Ejército argentino no se circunscribían al TAM y al VCTP, por lo que se decidió incrementar paulatinamente la familia, siempre con el denominador común de idéntico chasis, grupo moto-propulsor, tren de rodadura, equipos y sistemas auxiliares. Consecuentemente, en estos momentos se encuentran en plena producción el TAM, el VCTP y el Vehículo de Combate Transporte Mortero (VCTM), en tanto que está a punto de entrar a la cadena de producción, una vez cumplida su homologación, el Vehículo de Mando (VCPC). Para el presente año, igualmente se previó la puesta en marcha de la construcción del cañón autopropulsado de 155 mm. (VCCP) y del Recuperador de Tanques (VCRT). Paralelamente, los ingenieros de TAMSE ya tienen en sus mesas de trabajo los planos de otros blindados: lanzapuentes, de comunicaciones, lanzacohetes y de defensa antiaérea.

El TAM
Si tomamos en cuenta el adecuado equilibrio alcanzado entre los diversos aspectos funcionales del TAM, cabe afirmar que se trata de un desarrollo de los más avanzad os entre los de su categoría; un desarrollo en el que se amalgamaron una torre de excelentes líneas con un más que correcto sistema de arma y control de tiro, todo ello montado sobre un chasis liviano, probado y confiable. Como armamento principal lleva un cañón de 105 mm. con tubo autozunchado de gran resistencia y estabilizado por medio de cuatro giróscopos. Cuenta además con telémetro laser estabilizado y con un calculador balístico.
Para el conjunto motor y transmisión se eligieron el diésel MB-833 Ka.500, fabricado por Motoren und Turbinen Union (MTU), de Alemania Federal, y la caja Renk HSWL-204, del mismo origen, ambos productos de gran confiabilidad y prestaciones utilizados en numerosos blindados de primera línea.
El MB-833 Ka.500 es un motor diésel de cuatro tiempos con seis cilindros en V, refrigerado por agua y con inyección indirecta de combustible. La lubricación es por cárter seco y el aceite, impulsado en principio por una bomba de presión, retorna al tanque por medio de dos bombas recuperadoras, lo que asegura la correcta lubricación cualquiera que sea la inclinación del vehículo. Un detalle particular consiste en que la tapa de los cilindros es individual para cada uno de ellos, lo que facilita las tareas de mantenimiento o el eventual reemplazo en comparación con la tradicional tapa única.
La transmisión Renk HSWL-204 es del tipo de engranajes planetarios, con cambios, inversión de marcha y dirección hidráulicas, diseñada para un par de fuerza nominal de 230 mkp. Cuenta con cuatro marchas hacia adelante y otras tantas en reversa y está dotada de un freno hidronámico o retardador que actúa para ayudar a los frenos mecánicos.

ARMAMENTO DEL TAM

El armamento principal del TAM consiste de un cañón de 105/51 mm. de calibre que en los primeros vehículos era del tipo L7A1 sin autozunchado, para luego emplearse el fabricado por la firma alemana Rheinmetall tipo L7A2 autozunchado. En la actualidad se está montando un arma construida íntegramente en la Argentina en la planta militar de Río Tercero (provincia de Córdoba) y denominada FMK. 4 Mod. JL, también autozunchado y de características similares al tipo L7A3 en cuanto a balística interior, según las especificaciones de sus diseñadores.
Este cañón, de 2.350 kg. de peso y con una fuerza de retroceso en el orden de los 300 KN., puede disparar las municiones tipo APFSDS, APDS, HEAT o HESH, de acuerdo con las clasificaciones establecidas por la OTAN. Tiene un sistema de cierre de tipo de cuña deslizante vertical en el que la apertura y cierre, así como la expulsión de las vainas se produce en forma automática.

El sistema de retroceso consta de dos amortiguadores dispuestos simétricamente y dotados de una cámara compensadora común y un recuperador hidroneumático. Para impedir la acumulación de gases en la torre cuenta con un evacuador en el tubo y un aspirador de humos de la ametralladora coaxial y de la caja de vainas servidas.
En lo que respecta a armamento secundario cuenta con una ametralladora MAG FN 60-40 (construida en la Argentina bajo licencia de la Fabrique Nationale belga) calibre 7,62 mm. montada en forma coaxial con el cañón, que puede ser utilizada también como elemento de reglaje del arma principal. En la cúpula del comandante lleva un arma similar, modelo MAG FN 60-20, destinada al tiro contra blancos terrestres o aéreos a baja altura.
Tanto el TAM como los otros vehículos de la familia están dotados con dos baterías de cuatro lanzagranadas ubicados a cada lado de la torre y accionados eléctricamente. Estos lanzadores pueden emplear granadas antipersonal para la defensa cercana o botes fumígenos para ocultarse de la observación del enemigo y dificultar su iluminación por dispositivos láser.
El sistema de control de tiro del TAM, verdadero centro nervioso del blindado, puede subdividirse, a los efectos de su mejor comprensión, en dos conjuntos principales: accionamiento hidráulico y estabilización, y la óptica y computadora balística.

En lo que se refiere al primer conjunto, es importante señalar que el sistema puede ser operado indistintamente en forma manual, electrohidráulica (motriz) o estabilizado. En el primer caso, que se utiliza en caso de una falla en el sistema motriz o para una operación silenciosa, el artillero acciona una bomba rotativa para apuntar en elevación y un sistema de engranajes para el giro. En el modo motriz, el artillero apunta valiéndose de mandos, y en este caso cabe mencionar que en tanto no se accionen éstos el consumo eléctrico se mantiene dentro de límites bajos, ya que la bomba generadora de presión funciona en forma intermitente.
Finalmente, al encender la estabilización, un circuito temporizador impide su utilización hasta que los giróscopos hayan alcanzado la velocidad de trabajo, lo que requiere alrededor de un minuto. En este modo operativo todos los controles trabajan de la misma forma que con la alternativa electrohidráulica y el comandante del vehículo puede en cualquier momento tomar el control, ya que su mando es prioritario con respecto al artillero.
Toda la electrónica de la estabilización radica en componentes de estado sólido, y en caso de falla del sistema, automáticamente pasa a operar en el modo motriz.
Los movimientos del cañón, tanto en azimut como en elevación, se realizan en forma hidráulica mediante una electrobomba de presión ubicada en la misma torre. Cuando el artillero acciona su mando en el modo motriz entra en acción una válvula proporcional que regula el caudal de aceite; en cambio, en el modo estabilizado, los cuatro giróscopos (dos en el arma, uno en el chasis y el otro en la torre) envían una señal cada vez que son perturbados. Esta señal es procesada de forma tal que el sistema reacciona y vuelve el arma a la posición inicial. Para apuntarla, unos transformadores diferenciales variables linealmente (LVDT) están conectados al mando del artillero y al accionarlo sus señales son alimentadas al amplificador sumador. Esas mismas señales se procesan por segunda vez para compensar la señal de los giroscopos, pues de otra manera al soltar el mando el cañón volvería a su posición original.
El control del flujo hidráulico lo ejerce el mando del apuntador y se realiza por medio de los LVDT instalados en el mismo. La señal de estos circula por un amplificador no lineal, con lo que se logra la respuesta necesaria antes de ser sumada a los circuitos de control de la estabilización.

ÓPTICA Y ELECTRÓNICA

La parte óptica y electrónica del sistema de control de tiro del TAM fue diseñada en forma modular con tres subconjuntos: el anteojo de puntería para el artillero con telémetro a laser incorporado, la computadora balística y su correspondiente interfase, y el periscopio panorámico estabilizado para el comandante. Todos los subsistemas cuentan con equipos internos de prueba para controlar su funcionamiento.
El anteojo de puntería del artillero está montado en el lado derecho de la cuna del cañón en forma solidaria, por lo que al estabilizar el arma se logra una imagen estable. La línea de mira es corregida por la computadora balística, cuyos impulsos actúan sobre el prisma óptico según todos los ejes. El telemetro integrado se basa en un láser de neodimio de estado sólido de tercera generación. Sus mediciones digitales son automáticamente alimentadas a la computadora y al indicador numérico en la mira. Para evitar mediciones erróneas, el receptor del láser cuenta con un supresor de ecos cercanos que puede almacenar hasta tres informaciones de distancia, dos de las cuales aparecen en el visor.
Los datos ópticos principales son: Aumentos: 8x. Campo de visión: l0º.  Ángulo de corrección en azimut: ±25º.  Ángulo de corrección en elevación: 0º a 60º. Datos del telémetro: Alcance: 6.000m., precisión: ±5m., alcance para supresión de ecos: de 500 a 4.500 m., longitud de onda 1.064 n.m.

foto: El telémetro con láser incorporado antes de su instalación en el TAM.

El calculador balístico consta a su vez de tres conjuntos: giróscopo vertical, panel de control y núcleo de la computadora. Los ángulos de corrección son calculados y alimentados a la óptica del artillero y la estabilización del arma según cuatro variables:
munición seleccionada, distancia al blanco, datos balísticos e inclinación del eje de muñones del cañón debido al terreno. La computadora está programada para calcular las trayectorias de proyectiles del tipo APFSDS, APDS, HEAT o HESH (HEP) pero puede ser reprogramada para otra clase de munición.
El comandante del vehículo dispone de un periscopio con línea de mira giroestabilizada que le permite reconocer el campo de batalla, apuntar y disparar si así lo decide, ya que su mando es prioritario sobre el de su artillero. Estas operaciones resultan posibles merced a la electrónica asociada, que permite que la estabilización del arma se alinee automáticamente con la óptica. Pero el comandante también alinea su óptica con el cañón supervisando así la función del artillero gracias a la alta precisión y estabilidad de los servo sistemas de cuarto orden empleados en ambos ejes. En caso de falla de la computadora la caja de control del periscopio tiene una capacidad de cálculo equivalente a un ordenador básico, lo que permite seguir en combate.
Sus principales datos ópticos son: Aumentos 2x y 8x. Campo de visión 30° y 8°. Velocidad de giro entre 0º y 40°/s. Velocidad de elevación. . entre 0º y 40º/s.

RODAMIENTO Y SUSPENSIÓN

El sistema de rodamiento, con suspensión por barras de torsión, está formado—para cada lado del vehículo— por seis pares de ruedas de apoyo con brazos de suspensión, tres pares de rodillos de sostén, un par de ruedas tensoras, un reductor final con una rueda tractora y dos coronas dentadas.
Los cuatro brazos de suspensión delanteros y los cuatro traseros cuentan con amortiguadores hidráulicos. Sobre cada brazo oscilante actúa un resorte troncocónico que limita el recorrido de la suspensión y complementa a las barras de torsión absorbiendo los picos de carga que se producen al marchar sobre terrenos escabrosos. La limitación del recorrido de descompresión de la suspensión tiene lugar mediante topes instalados en el interior de los amortiguadores, en tanto que en los brazos de suspensión centrales esta limitación se lleva a cabo por medio de la oruga o de las barras de torsión en posición totalmente carente de tensión.

foto: Espectacular vista del TAM trepando un obstáculo vertical.

En la parte delantera del casco, y a cada lado del mismo, está montado un reductor final, conectados ambos a la salida de la transmisión por medio de acoples estriados y con una relación de transmisión i = 4,5. Sobre la carcasa del reductor, y por el lado interno del recinto del motor, aparecen los discos de freno (dos rotores y dos estatores), el cabezal portacilindros y los resortes de retroceso. Por el lado exterior, cubriendo el cuerpo del reductor, encontramos el cubo de la rueda tractora, poseedora en ambas caras de coronas dentadas que engranan con la Oruga.

COMBUSTIBLE

El sistema de combustible consiste en cuatro tanques —recubiertos de material aislante y anticombustible— habilitados en el interior del vehículo, dos bidones cilíndricos suplementarios opcionalmente instalables en el exterior y una electrobomba de dos etapas. Una llave selectora permite elegir entre alimentar el recipiente de reserva con los tanques interiores o con cualquiera de los externos, mientras que una luz de advertencia situada en el tablero del conductor indica cuándo se debe conmutar la alimentación.
Los discos de freno se accionan tanto en forma hidráulica (freno de servicio) como mecánica (freno de estacionamiento). En el primer caso una bomba, que aspira aceite del depósito, genera la presión necesaria para el frenado, regulable mediante una válvula ubicada en la pedalera del conductor.
El freno hidrodinámico o retardador se acciona con una palanca situada en el lado izquierdo de la caja de cambios, unida mecánicamente con el pedal de freno. En la primera etapa del recorrido del pedal de freno —unos 150 aproximadamente— hasta el punto de presión, actúa únicamente el retardador. Su efecto de frenado depende de la velocidad elegida y el número de revoluciones a las que esté girando el motor. El momento máximo de frenado se logra en primera velocidad y con el motor en su régimen máximo.
El freno de estacionamiento se aplica mecánicamente por medio de palancas situadas a ambos lados del conductor.

COMUNICACIONES

El sistema de comunicaciones consiste en un equipo radiotelefónico SEM 180/190 con dos aparatos que operan en la banda de 30 a 79,975 MHz. (VHF), cada uno con 2.000 canales de frecuencia con separación de 25 KHz., aunque admite modificarlo a 50 Khz, para equipos que utilizan este patrón. Estos equipos trabajan en modo simplex, con una potencia de transmisión de 2 W. o 0,3 W. y 40 W. o 2W. en cada aparato respectivamente. Completan el sistema un dispositivo intercomunicador para la tripulación y un microteléfono exterior.

PROTECCIÓN ABQ

Los integrantes de la familia TAM cuentan con un sistema de ventilación y protección contra la llamada guerra atómica-biológica-química (ABO), que brinda al recinto de combate aire filtrado, libre de polvo y sustancias nocivas. La cantidad de aire aspirado del exterior es de 3 m.3/minuto, mientras que la sobrepresión en el interior del vehículo alcanza 30 mm. de columna de agua. El mismo sistema también aspira y evacúa los gases de combustión que puedan penetrar al recinto durante el disparo.
El aire aspirado del exterior atraviesa un prefiltro ciclónico capaz de retener el polvo hasta un 98 por 100, para luego pasar por un filtro de materias suspendidas y una batería de filtros de gas, todos reemplazables sin peligro contaminante.

INMERSIÓN A CUATRO METROS

Sin preparación alguna, el TÁM puede vadear cursos de agua de hasta 1,50 m. de profundidad, mientras que con un alistamiento mínimo —cuyo montaje no requiere mucho más de dos minutos y que no impide que luego siga operando sin quitarlo— vadea hasta 2 m. Para cursos más profundos se utiliza un eguipo snorkel, consistente en un tubo metálico en tres secciones con una escalerilla interior que va colocado sobre la escotilla del comandante. Gracias a este ingenio, la capacidad de vadeo se amplía a 4 m. Si en el transcurso de esta operación o en cualquier otra circunstancia entrara agua al interior, dos bombas de achique desalojan el líquido.

EL TRANSPORTE DE PERSONAL

El segundo blindado de la serie, el Vehículo de Combate y Transporte de Personal (VCTP), fue diseñado para alojar un total de 12 hombres. De ellos, el conductor y el artillero forman la tripulación en tanto que el grupo de combate lo integra un jefe y nueve soldados. Como el papel primordial de los blindados de Infantería mecanizada radica en permitir que los hombres transportados puedan asumir un papel activo y disparar desde el interior, el VCTP cuenta con escotillas en el techo y troneras en los lados, al objeto de abrir fuego desde una posición protegida. Es más, los infantes se hallan en condiciones de observar el campo de batalla con el vehículo totalmente cerrado utilizando los visores instalados en las troneras.
Como armamento, el VCTP cuenta con una torre giratoria de tamaño reducido artillada con un cañón automático de 20 mm. Oerlikon KAD-18, de doble alimentación y con una cadencia de fuego que oscila en torno al millar de disparos por minuto (en los primeros modelos se utilizaba un cañón Rheinmetall del mismo calibre). La torre monta también una ametralladora MAG 7,62 mm. en un afuste similar al utilizado en el TÁM, mientras que sobre la parte posterior del techo del vehículo hay otra ametralladora igual pero instalada en un alojamiento especial cerrado que le permite ser operada desde el interior, incluso para recargar munición.
El acceso y egreso al compartimiento de combate, que cuenta con una doble fila de asientos rebatibles ubicados espalda contra espalda, normalmente se realiza a través de una gran puerta levadiza de accionamiento hidráulico situada en la cara posterior del VCTP.
Con respecto al motor y transmisión, sistema de rodamiento y suspensión, así como el sistema de frenos, que equipan al Transporte de Personal, son idénticos a los montados en el TAM.
En cambio, han sufrido modificaciones respondiendo a la particular disposición del vehículo, los sistemas de combustible, refrigeración, escape, ventilación y comunicaciones.

UN MORTERO SOBRE ORUGAS

El Transporte de Mortero, primer blindado de la familia desarrollado íntegramente en la Argentina, comparte con el TAM y el VCTP sus características generales y prestaciones. No obstante, cabe resaltar que el VCTM requirió modificaciones específicas para su función de porta-mortero.
En primer lugar, los ingenieros de TAMSE debieron resolver el problema planteado por el fuerte retroceso generado por el disparo del mortero de 120 mm., decidiendo reforzar el fondo del chasis con una viga de acero que absorbiera elásticamente la fuerza de retroceso y a la cual el mortero esta unido mediante una rótula.

foto: Detalle del mortero Brandt de 120 mm. del VCTM.

También el compartimiento de combate tiene una configuración particular pensada para brindar una adecuada protección a tripulantes y servidores de la pieza durante el combate activo. Para ello se implementó una gran escotilla de tres hojas de las que la central se abre hacia adelante y las restantes hacia los lados. De esta forma, en caso de hallarse bajo fuego intenso, resulta factible disparar el mortero abriendo solamente la sección central y disminuyendo así los riesgos de encajar un impacto directo.
Como armamento secundario, el VCTM cuenta con una ametralladora MÁG de 7,62 mm. montada en un afuste de operación desde el interior, igual a la que dota al VCTP. El Transporte Mortero lleva además un lanzagranadas contracarro de 88,9 mm. Instalaza M-65 y ocho lanzabotes fumígenos.
Los sistemas eléctrico, contra incendios, combustible, comunicaciones, calefactor y protección ABQ del VCTM tuvieron que ser reubicados de acuerdo con el espacio disponible, lo cual obligó a efectuar algunas modificaciones menores. El resto de los sistemas tienen iguales características y distribución que los demás miembros de la familia.

EL VEHÍCULO DE MANDO

La experiencia adquirida en la construcción del VCTP y del VCTM ayudó a los diseñadores argentinos a lograr el Vehículo de Combate Puesto de (Co) Mando (VCPC) que ofrece iguales prestaciones que sus predecesores en cuanto a movilidad y protección. Un conductor dos radiooperadores y un escribiente forman la tripulación fija, en tanto que en su compartimiento especial puede alojar hasta seis miembros de Estado Mayor.
Dadas las particulares necesidades inherentes a su papel específico, se puso especial énfasis en el equipamiento radioeléctrico, que comprende dos equipos VHF, uno UFH y otro BLU. Por otra parte, además de las dos antenas que son provisión común en todos los vehículos de la familia, el VCPC lleva un mástil plegable que se alza hasta 11 m. de altura para incrementar el alcance de los equipos VHF.
El subsistema de alta frecuencia consiste en un transceptor-excitador que mediante una unidad amplificadora de potencia irradia 100 W. PEP (pico a pico) en la gama de frecuencia de 2 a 29,9 99 MHz., en pasos de 100 Hz., proporciona recepción y transmisión en Banda Lateral Unica (BLU, SSB), permitiendo optar además por la banda superior (USB), la inferior (LSB) o telegrafía (CW). El equipo dispone de un adaptador automático de antena para permitir la utilización de una antena látigo de 4,88 a 9,75 metros, o antenas de alambre largo o dipolar. La alimentación del equipo está preparada para operar con tensiones de entre 24 y 32 V de corriente continua, con un consumo de 15 W en recepción y de 300 W. en transmisión BLU.

foto: El motor MTU utilizado en los vehículos de la familia TAM con la correspondiente transmisión (adelante) Renk.

La generación de frecuencias se realiza mediante un sintetizador digital, en tanto que el tiempo medio entre fallas (MTBF) es de 1.500 horas. El equipo y sus accesorios responden a las normas estadounidenses MIL-STD-810 en lo que respecta a humedad, altitud, presión, vibración, niebla, arena, temperatura y golpes.
El subsistema de muy alta frecuencia (VHF) está integrado por dos transceptores y dos amplificadores de potencia. Los equipos irradiantes y sus accesorios posibilitan efectuar las operaciones que se detallan a continuación:
— Mantener conversaciones simultáneas con distintos corresponsales.
— Facilitar la emisión con tono piloto (silenciador, operación en susurro).
— Emplear los equipos como estación repetidora.
— Las unidades criptoelectrónicas de cifrado cuentan con hasta ocho códigos distintos memorizables y programables obtenidos por digitalización de la señal analógica de voz y conversiones analógicas posteriores.
— La selección de 25 a 50 KHz, de espaciamiento para obtener mil o dos mil canales en el espectro de muy alta frecuencia (30 a 90 MHz.).
— La sintonía inmediata y automática de hasta cuatro frecuencias memorizables y programables previamente. Una verificación funcional del sistema con detección de fallas en los distintos grupos constructivos mediante un dispositivo de prueba incorporado.
— Sintonizar automáticamente las frecuencias.
— Seleccionar la potencia de emisión entre 3 y 40 W., lo que permite en una zona llana un alcance de hasta 45 km.
Por otra parte, cada vehículo posee también un subsistema electrónico de intercomunicación para la operación simultánea de los equipos instalados y que permite la ampliación del sistema con el agregado de receptores de vigilancia. Consiste de una matriz de ingreso-egreso de señal que posibilita la adecuación y encauzamiento de las señales provenientes de los laringófonos o la modulada de los transceptores, con capacidad de cuatro transmisores y tres receptores.

CAÑÓN AUTOPROPULSADO DE 155 MM.

El siguiente vehículo cuya construcción decidió el Ejército argentino fue un cañón autopropulsado (conviene recordar que la Argentina fabrica desde hace años el cañón remolcado de 155/33 mm. Mod. 1981 CTF). El VCCñ está siendo sometido en estos momentos a las pruebas de homologación para su posterior construcción en serie.
Para el VCCñ se eligió la torre y arma del obús autopropulsado Palmaria, de OTO Melara con un alcance máximo que oscila entre los 24 y 30 km., según la munición utilizada. El tubo está montado sobre un chasis de la familia TAM alargado para mantener la presión específica sobre el suelo dentro de límites reducidos y, para contribuir a ello, se agregó un par de ruedas al tren de rodamiento. El arma está integrada en una torre de duraluminio de 12 Tm. que brinda protección al servicio de pieza completo.
El peso total del vehículo es de 40 Tm. —es decir, diez más que el TAM— lo que disminuye la relación peso/potencia hasta 18 CV/Tm. y merma la velocidad máxima en todo terreno pero conservando su capacidad de desplazamiento en relación con los demás vehículos de la familia.

foto: Distintos tipos de munición para el mortero de 120 mm. del VCTM.

AUXILIO EN COMBATE

Al igual que el cañón autopropulsado, el carro grúa de recuperación (VCRT) está a punto de ser homologado para su posterior ingreso en la línea de producción. Entre las características del VCRT sobresalen su pluma, capaz de levantar 20 Tm.; un malacate, con capacidad de tracción de 40 Tm. y un cable de 90 m. de longitud, y una pala mecánica para eliminar obstáculos, mejorar caminos y construir taludes de tierra.
Las prestaciones del VCRT posibilitan el izamiento de la torre completa con el cañón —tanto del TAM como del VCCñ— y sacar del lecho de un rio, o de otro obstáculo similar, a cualquier vehículo de la familia que hubiere podido atascarse.

OPCIONALES

Todos los integrantes de la ya prolífica familia TAM tienen capacidad suficiente para realizar la mayoría de las misiones exigibles a un carro de combate y a sus blindados asociados. No obstante, para mejorar sus prestaciones o para adecuarlos a misiones particulares, TAMSE desarrolló equipos opcionales que pueden aplicarse a cualquiera de los vehículos.
Entre los equipos ofrecidos se cuenta un dispositivo de observación y puntería nocturno del tipo pasivo. En un aparato de televisión se pueden visualizar, reconocer identificar diversos objetivos sin necesidad de contar con una fuente luminosa adicional y aprovechando solamente la radiación remanente o la luz de las estrellas. Una cámara externa toma la imagen que se visualiza en un monitor montado cerca del jefe del vehículo, en tanto que un indicador de ángulo de alza cumple la función de ajustar electrónicamente las líneas de alza.
También en forma opcional puede mejorarse la protección pasiva (blindaje) mediante la adición de faldones cubreorugas que se montan en soportes existentes en los lados del casco. Estos faldones, obviamente destinados a proteger el tren de rodadura, están constituidos por planchas de caucho con insertos de acero de blindaje, lo que asegura resistencia contra disparos de armas ligeras y aun contra proyectiles de carga hueca.
En el mismo capítulo, TAMSE ofrece un blindaje suplementario del tipo espaciado consistente en chapas de acero, que soportan impactos de hasta 20 mm., montadas sobre tarugos de goma. Los citados tarugos cumplen además la función de amortiguar el impacto y separan la chapa 11 cm. del chasis para crear así un vacío que neutralice el efecto de las cargas huecas. Las chapas adicionales pueden colocarse en cualquier sitio del carro, con excepción de las tomas de aire y de ventilación, quedando al gusto del usuario decidir los puntos a reforzar.
Finalmente, también como opcionales, se ofrecen los tanques de combustible suplementarios. Son dos recipientes cilíndricos de 200 l. de capacidad cada uno con sus respectivos sistemas de conexión. El sistema fue diseñado de manera tal que se puedan utilizar tambores comerciales de petróleo, lo que abarata el conjunto, facilita su reposición y permite descartarlos sin mayores preocupaciones.

Revista Defensa nº 74, junio 1984, Luis María Maíz


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