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Pistola Llama M-82

Ayer noticia

Por orden de fecha 13 de junio de 1984 (B.O.E. nº 145) se declaraba reglamentaria en el Ejército de Tierra la pistola Llama modelo “M-82” del calibre 9 mm. Parabellum. Antes de describir las principales pruebas que se llevaron a cabo en el concurso, así como las más destacables características y mecanismos del arma mencionada, conviene recordar las tendencias de las armas cortas reglamentarias en los Ejércitos occidentales de aquel entonces.

Prácticamente hasta bien entrada la década de los 70 la mayor parte de los Ejércitos mencionados conservan todavía como arma corta reglamentaria Ia Colt mod. 1911, la GP. 35 de FN, P-38, de Walter u otros modelos que básicamente son una copia o derivación de los anteriores, con una diversidad de calibres bastante heterogénea (9 mm. Parabellum, 9 mm. largo, 7,65 mm., 45 ACP, etc.).

Es a partir de hace 10 años, aproximadamente, cuando en Ias Policías y los Ejércitos de los países occidentales se produce una importante renovación de Ias armas cortas reglamentarias, así como la adopción de un único calibre, por lo general, para estas pistolas.

Fundamentalmente en los concursos llevados a cabo para la adopción del arma podemos decir que, en todos ellos, prevalecen Ias siguientes características impuestas a los fabricantes para poder con cursar:

a) Pistola de doble acción con un dispositivo de seguro altamente fiable que permita llevar cartucho en recámara.

b) Cargador de gran capacidad.

c) Calibre 9x19 mm. Parabellum.

d) Armazón de aleación ligera.

DOBLE ACCION

Las pistolas tipo Colt 1911 ó G.P. 35 son armas de simple acción con un seguro de aleta que actuando sobre diversos mecanismos, pero no concretamente sobre la aguja percutora, resultan inseguras y peligrosas cuando se llevan con cartucho en la recámara. Con la aparición de la pistola de doble acción y el sistema de seguro que bloquea o desconecta la aguja percutora, el arma puede llevarse sin riesgo alguno con cartucho en recámara y dispuesta por tanto para abrir fuego con rapidez. Básicamente aparecen dos tipos de seguros para inmovilizar y bloquear la aguja percutora:

El manual que se acciona por una aleta situada en el lado izquierdo, o a ambos lados de la corredera (ambidiestros).

— El automático que se basa en un pequeño cilindro que de forma permanente bloquea la aguja, y únicamente en el momento de abrir fuego y llevar el disparador hacia atrás, una leva en combinación con el mecanismo de disparo (fiador) se eleva, empuja al citado cilindro y desbloquea la aguja que a continuación es golpeada por el martillo produciéndose el disparo.

Existe una gran polémica con grandes defensores de uno u otro tipo de seguro. No entramos en la misma y tan sólo afirmamos que Ia tendencia, en general, es de adoptar el seguro automático por los diversos Cuerpos de Policía, mientras que en los Ejércitos optan por el seguro manual, que aunque no tan rápido lo ven más eficaz para un contingente que, en parte, no es profesional.

CARGADOR DE GRAN CAPACIDAD

Es otra de las tendencias actuales por Ia tranquilidad y continuidad de fuego que supone para el usuario. La G.P. 35 de FN fue la pionera en su adopción, con un cargador de 13 cartuchos que van colocados ai tresbolillo. Por regla general, las nuevas armas llevan cargadores de 13, 15 ó 18 proyectiles y el aumento del grosor del cargador de gran capacidad tan sólo aumenta el grosor de Ia empuñadura en unos 3 mm., cifra perfectamente tolerable que compensa la gran capacidad de carga que se le da al arma.

NORMALIZACION DEL CALIBRE

El calibre 9x19 mm. Parabellum es considerado por muchos especialistas como el que ofrece la mejor combinación de potencia, eficacia y capacidad de fuego. Por ello este calibre ha sido adoptado por la OTAN y la mayor parte de las policías europeos. Hasta en los EE.UU., en donde el calibre 45 ACP tiene gran arraigo, se ha dado paso al 9 mm. Parabellum, que se ha exigido en el concurso que se efectuó para adoptar una nueva pistola reglamentaria en dicho Ejército.

ARMAZON DE ALEACION LIGERA

La obtención hoy en día de aluminios de gran resistencia como el Ergal 55 ha permitido Ia adopción de este tipo de material en el armazón del arma, lo que permite aligerarla en unos 300 ó 400 g.

Son las Policías las que en sus pliegos exigen este tipo de armazón y no así todos los Ejércitos, ya que las primeras al llevar en muchos casos el arma de paisano su aligeramiento es fundamental, y no así para un combatiente en cuyo ceñidor de campaña tiene poca incidencia Ia minorización del peso reseñado, y si se considera más importante para la dura vida del arma en campaña la mayor resistencia que tiene el armazón de acero.

Nos queda por citar la incorporación de piezas de plástico en las armas, (cargadores, armazones, disparadores, etc.), aunque estas innovaciones están más bien en periodo de experimentación y salvo alguna que otra firma, que ya lo ha introducido en sus modelos lanzados al mercado, el resto de los fabricantes a pesar de las ventajas del plástico (ligereza, precios más bajos, mecanización, etc.) prefieren darle tiempo al tiempo. No olvidemos la degradación que sufren los plásticos con los años.

Por último, citaremos dos firmas comerciales que en cuanto a pistolas se refiere, podemos afirmar que hoy en día marchan en punta de vanguardia en cuanto a concepción y desarrollo tecnológico de sus armas. Se trata de la fábrica alemana Heckler y Koch y Ia casa austriaca Glock.

La pistola P-7, de Heckler y Koch entre otras innovaciones presenta la supresión del clásico mecanismo de disparo con Ia eliminación del martillo percutor. Dispone de un dispositivo de armado por presión situado en la parte delantera de la culata, el cual efectúa todas las operaciones de accionamiento y seguridad. Funciona dicha pistola con cañón fijo y según el principio de retardo de la apertura del cierre, siendo reseñable el cañón del arma de sección poligonal, sin la existencia de las clásicas estrías.

La pistola austriaca Glock elimina también el clásico sistema de disparo con martillo percutor, si bien su accionamiento no es un dispositivo como en la anterior arma situado en la culata, sino que se efectúa desde el propio gatillo disparador. Es además un arma muy ligera a pesar de su tamaño debido a la introducción de numerosas piezas de plástico, incluido el cargador de 18 cartuchos de capacidad.

LA “M-82”

Vistas, de forma somera, las principales tendencias y características de las modernas armas cortas automáticas, pasamos a continuación a la que es objeto del presente artículo, la Llama modelo M-82, declarada reglamentaria en el Ejército de Tierra español.

Por resolución de la Dirección General de Armamento y Material (DGAM) del Ministerio de Defensa, en mayo de 1982,fue convocado un concurso para la elección de modelo de pistola reglamentaria. Para la celebración del concurso se formó una Comisión Mixta en el Polígono de Experiencias de Carabanchel de Madrid, estableciéndose básicamente cuatro grupos de pruebas:

Fiabifidad: expulsión, extracción, alimentación, cierre, retenida, desgaste de piezas, así como rotura y cambio de las mismas.

Balísticos: velocidad inicial, semiperímetro, alcance eficaz y distancia del centro de impactos al punto apuntado.

Especiales: sin engrase, calor, frio, lluvia, arena, barro, niebla salina, traqueteo y facilidad en el paso a doble acción.

Dimensionales: peso, longitud, altura, anchura y número de piezas.

Dichos grupos se ponderaron con distintas puntuaciones de mayor a menor según el orden citado.

Se procedió a efectuar un total de 5.000 disparos en la prueba de resistencia por cada una de las armas presentadas, con una serie inicial de 3.000 disparos por arma (1.000 por modelo y dia), seguida de una serie de medidas y evaluaciones (ánima, recámara, etc.), para terminar con otra serie de 2.000 disparos (L000 por modelo y día) seguida de las correspondientes evaluaciones, así como la retirada de aquellos modelos que no cumplían las exigencias requeridas.

En base a los resultados obtenidos en las pruebas anteriores y en lo que se refiere a características balísticas se pasó a continuación a las pruebas especiales indicadas anteriormente y concluidas las mismas (con un total de 6.500 disparos), con Ias eliminaciones correspondientes, se procedió a un desmontaje minucioso de todas las pistolas, observándose los desgastes e incidencias de cada modelo.

Se presentaron al concurso distintos fabricantes españoles con diversos modelos de armas (variaciones de tamaño, aleación ligera o acero en la empuñadura, etcétera) y la Comisión Mixta (formada por oficiales de diversas Armas, así como del Cuerpo de Armamento y Construcción) decidió proponer, tras las pruebas realizadas, la elección del modelo M-82 de la firma Llama que de forma notablemente aventajada prevaleció sobre las demás.

Tras dicha elección a propuesta del jefe de Estado Mayor del Ejército y previo acuerdo del Consejo de Ministros, se declaró dicha arma reglamentaria, publicándose dicho acuerdo en el Boletín Oficial del Estado y Diario Oficial del Ejército en junio de 1984.

Entre Ias características más notables del arma destacaremos sus sistemas de seguridad y cierre. Dispone la pistola de cinco mecanis mos de seguridad:

— Seguro manual de aguja lanzadera con aletas a ambos lados de Ia corredera. Empuñada el arma al accionar con el dedo pulgar la aleta de la corredera hacia abajo, se desplaza la aguja trasera ocultándola de la acción del martillo percutor, desconectando la aguja de la lanzadera.

— Seguro de caída que no permite que se ocasione un disparo fortuito debido a que el fijador siempre está apoyado en el primer diente del martillo percutor

— Seguro de indicador de cartucho en recámara, constituido por el mismo extractor que al sujetar un cartucho sobresale ligeramente deI armazón. Aunque lleva una pintura roja para destacarlo, este indicador o seguro es más efectivo al tacto que a la vista.

— Seguro de cierre de la recámara que imposibilita el disparo en caso de quedar aquélla abierta.

— Seguro de indicador de recámara abierta al agotar el último cartucho.

En cuanto al sistema de cierre, al igual que los modelos de Ia firma Walter, el cañón tiene un desplazamiento únicamente lineal con lo que se consigue una mayor precisión del arma, un mejor funcionamiento del sistema de extracción, así como mejorar la alimentación por Ia uniformidad del avance de la corredera.

La pistola dispone de una amplia ventanilla expulsora en el lado derecho de la corredera que permite una perfecta expulsión de las vainas, habiéndose observado durante las pruebas del concurso una adecuada y uniforme trayectoria de los casquillos al ser expulsados de la pistola.

FOTO: Despiece de la Llama ‘Modelo-82’ 1-Retén del cargador. 2-Cargador. 3-Soporte del recuperador del percutor. 4-Muelle del fiador. 5-Eje del fiador. 6. Recuperador del percutor. 7. Fiador. 8-Eje del percutor. 9-Percutor. 10-Aguja trasera. 11-Seguro de aguja y lanzadera. 12-Aguja de percusión. 13-Regorte de la aguja de percusión. 14-Corredera. 15-Seguro de aguja y lanzadera. 16-Rampón. 17-Recuperador de la corredera. 18-Palanca de desarme. 19-Armazón. 20-Posicionamiento de la palanca de desarme. 21 -Eje del disparador. 22-Muelle de deslizamiento de la lanzadera. 23- Disparador. 24-Lanzadera.

Por lo que hace a las características dimensionales destacamos como más importantes:

— Longitud total del arma sin montar: 209 mm.

— Altura total: 135 mm.

— Anchura máxima: 35 mm.

— Peso con cargador vacío (acero): 1.100 g.

— Peso con cargador vacío (empuñadura de aluminio): 875 g.

— Número de estrías del cañón: 6.

— Longitud del cañón: 114 mm.

— Fuerza del disparador en simple acción: 2 a 3 kg.

— Velocidad del proyectil a 15 m.: 345 m/s.

Por último, y antes de finalizar, únicamente hacer una serie de apreciaciones personales sobre el arma después de las pruebas y disparos que efectué con la misma.

Nada más coger y empuñar la pistola observamos el corte puramente militar de la misma, tanto por su peso como por sus dimensiones. A pesar de ser un arma grande y con gruesa empuñadura, debido al cargador de gran capacidad, se empuña perfectamente dadas las formas exteriores que tiene, adaptadas a la anatomía de la mano. En cuanto a las cachas, considero que no están suficientemente conseguidas, ni las que inicialmente presentaron en madera, como las que aparecieron posteriormente de plástico. Una pistola de armazón grueso es más incómoda al empuñar y precisa, por tanto, unas cachas más rugosas y anatómicas, así como un moldeado en sentido vertical, tanto en la parte delantera como en la posterior del armazón, para obtener una mayor adherencia a la mano.

Al abrir fuego observamos, dada su configuración, peso, tamaño y cierre, que el arma es extraordinariamente estable, lo que permite un tiro de combate muy rápido, cómodo y eficaz.

Dada la longitud del cañón, calibre y sistema de cierre del arma es muy precisa; no obstante consideramos que para tiro rápido habría que mejorar el sistema de puntería, visualizando en dos colores (naranja y blanco) el punto de mira y alza, y destacando más dichos elementos de puntería, lo que facilitaría mucho la actuación en tiro de combate.

La forma delantera dada al guardamonte permite alojar en dicho lugar el dedo índice de Ia mano izquierda (de tiradores diestros), lo cual facilita sujeción del arma en un tiro rápido a dos manos. El estriado dado al acero en esta zona facilita la adherencia de dicho dedo, pero ésta se mejoraría variando el trazado de dicho estriado, que debería ejecutarse en sentido horizontal.

Echamos también de menos la existencia de una variación del Modelo 82 con dimensiones y pesos más reducidos. Fabricantes como SIG-Sauer, Colt y Star han presentado esas alternativas que hacen más polivalente el arma con aplicaciones de tipo policial o militar. Incluso dentro del estamento militar puede haber cuerpos e instituciones que precisen del mismo arma pero menos voluminosa y más ligera.  (Revista Defensa nº 82, febrero 1985, José Ignacio de Jorge Asensi)


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