La prevista integración de Suecia en la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), propiciada por la creciente amenaza rusa percibida por determinados países del norte de Europa, va a requerir de nuevos recursos militares, en el caso de su Armada dotándose de nuevas corbetas.
Hemos sabido que los responsables de la Armada de Suecia, que no hemos de olvidar está basada en una gran flota de pequeños buques especialmente adaptados a un entorno costero y a las aguas bálticas que requieren de medios y tácticas peculiares para enfrentarse a un posible adversario, llevan un par de años trabajando, de forma callada pero intensa, en distintos proyectos que profundizarán su potenciación naval sobre la base de nuevas corbetas.
Se valora ya que estén listas a finales de década. También se ha programado intervenir sobre las cinco corbetas furtivas del tipo “Visby”, que con sus formas revolucionarias y con sensores y armas avanzadas, pueden actuar de forma diligente contra navíos de mucho mayor porte y pretendida capacidad.
Las corbetas actuales y futuras de Suecia se beneficiarán de las capacidades de la nueva familia de misiles antibuque RBS-15 Mk4 apodado “Gungnir”. (Octavio Díez Cámara)
La clase de cinco corbetas “Visby”, que alcanzan velocidades punta de 40 nudos y entraron en servicio entre 2002 y 2015, van a ser objeto de una renovación de media vida que potenciará sus capacidades de forma que puedan seguir en activo hasta, previsiblemente, finales de la próxima década.
Suecia va a invertir una notable cantidad de dinero en mejorar algunos de sus sistemas electrónicos y sobre todo en potenciar sus armas ofensivas, reforzadas con los misiles antibuque RBS15 Mk4 “Gungnir” de Saab, que tienen 300 km de alcance e incorporan un sistema que inhibe de interferencias sus sistema de guiado por satélite, y con una capacidad de la que carecían que son misiles antiaéreos de un tipo aún por concretar.
Diseño revolucionario
Las mejoras aplicadas en esas corbetas ya en servicio podrían servir como punto tecnológico de partida para la concepción de las de un nuevo diseño que debería estar listo para que entre en servicio a finales de esta década. Se trataría también de corbetas con diseño furtivo y en su obtención, que busca contar con una clase de 4 ejemplares, estaría directamente involucrada la división Kockums de Saab.
Las líneas furtivas de las “Visby” dificultan su detección pero se las va a dotar con nuevas armas antibuque y antiaéreas. (Andreas Karlsson, Försvarets)
Por lo que los máximos responsables de la Marina de Suecia han dado a conocer, las futuras corbetas tendrían un desplazamiento mayor que las del tipo precedente, estimándose en torno a las 2.500/3.000 toneladas. Sobre ellas, que se encontrarían en la fase inicial de definición conceptual, se sabe que incluirían un casco de acero o aluminio que podría ser fabricado fuera del país para reducir los costes de adquisición de la nave; se optaría por evitar conceptos de materiales compuestos, que sí se usarían para la superestructura, que son más caros de obtener y de mantener.
Saab y la Marina de Suecia trabajarían para que esas 4, y, buscando un concepto modular adaptable a los cometidos que tengan que cumplirse en un determinado momento, que incluyan también el uso de sistemas de superficie y submarinos autónomos que les permitirían abordar nuevas misiones con mayores garantías de éxito.futuras tengan una mayor capacidad de guerra antisubmarina y antiaérea corbetas furtivas