La Marina del Ejército Popular de Corea del Norte participó en calidad de observador en los macros ejercicios navales organizados por Rusia Océano-2024. Así lo confirmó recientemente el general Valery Gerasimov, jefe del Estado Mayor General de las Fuerzas Armadas rusas. Es un paso más en el reforzado acercamiento entre ambos países y también para la modernización de la modesta fuerza naval de Corea del Norte, considerada como una marina de protección costera o de aguas marrones.
Los ejercicios aeronavales Océano-2024, que tuvieron lugar del 10 al 16 de septiembre de 2024, fueron los mayores de este tipo acometidos por Rusia en más de 30 años. Participaron la Marina Militar de Rusia o VMF (Voyénno-Morskóy Flot) y las Fuerzas Aeroespaciales rusas, con operaciones realizadas en múltiples y alejados escenarios, como las regiones del Pacífico, el Ártico, el Mediterráneo, el Caspio y el Báltico. En total, más de 90.000 efectivos intervinieron en Océano-2024, más de 400 buques de guerra, submarinos y buques auxiliares y 120 aviones y helicópteros.
Los principales objetivos del ejercicio incluyeron pruebas de preparación de la Armada y las Fuerzas Aeroespaciales de Rusia, evaluación de sistemas de mando y control y de la cohesión operativa en condiciones que simularon un escenario de guerra convencional a gran escala. Las maniobras incluyeron la defensa de bases navales, el combate contra sistemas remotamente tripulados de todo tipo (aéreos, navales de superficie y submarinos), operaciones anfibias y protección de convoyes.
Además de Corea del Norte, otros 14 países estuvieron presentes como observadores, entre ellos Vietnam, Egipto, India, Indonesia, Catar, Arabia Saudita y Tailandia. La condición de observador permitió a estos países monitorear los ejercicios sin participar directamente.
Especial importancia tuvo la Marina del Ejército de Liberación Popular de China, que aportó los destructores “Wuxi” y “Xining”, de los tipos 055 y 052D respectivamente; la fragata del tipo 054A “Linyi”; y el petrolero de aprovisionamiento en combate “Taihu”; apoyado por 15 aeronaves.
Océano-2024 se desarrolló en dos etapas: la primera implicó el despliegue de fuerzas y la planificación operativa, mientras que la segunda incluyó la búsqueda de objetivos estratégicamente importantes, la defensa de infraestructura marítima crítica y el uso de plataformas de reconocimiento y ataque no tripuladas. Las fuerzas rusas y chinas coordinaron acciones en los mares de Ojotsk y el de Japón, centrándose en la coordinación de la seguridad en la región del Pacífico.
Los ejercicios hicieron hincapié en la adaptación a los desafíos marítimos emergentes, incluida la lucha contra dichos sistemas no tripulados y la guerra electrónica. Las fuerzas rusas también probaron capacidades de ataque de largo alcance y practicaron la defensa contra operaciones simuladas al estilo de la OTAN, haciendo uso de los recursos navales disponibles que no participan activamente en el conflicto en curso en Ucrania.
La participación de Corea del Norte refleja su creciente cooperación militar con Rusia. En los últimos meses, está entente ha llevado a Corea del Norte de mero proveedor de sistemas de defensa y municiones a su implicación directa con efectivos para ayudar a Rusia en las operaciones militares contra Ucrania. Los dos países también formalizaron un acuerdo de defensa en noviembre de 2024, comprometiéndose a apoyarse mutuamente en caso de agresión externa.
La Marina Militar de Corea del Norte, que forma parte del denominado Ejército Popular, opera aproximadamente 780 buques, que incluyen submarinos, lanchas lanzamisiles, corbetas y buques de apoyo, aunque la mayoría son de pequeño tonelaje. Respecto al personal, se estima en la más que abultada cifra de unos 60.000 efectivos. Tienen dos flotas, la Flota Oriental, con base en Wonsan, y la Flota Occidental, con sede en Nampo, que se centran en la defensa costera y el apoyo a las operaciones terrestres. Las capacidades de la flota en control marítimo, vigilancia y guerra antisubmarina son bastantes limitadas, y se enfocan en la zona costera, por lo que unos de los objetivos del Gobierno de Pyongyang sería modernizarla, con apoyo y material facilitado por Moscú.
Las relaciones militares de Rusia con Corea del Norte se han vuelto más estratégicas, en particular tras la firma del Tratado de Asociación Estratégica Integral entre ambos Estados en junio de 2024. Este tratado incluye una cláusula de defensa mutua, que obliga a ambas naciones a proporcionar asistencia militar si cualquiera de ellas es atacada. Como consecuencias de estos acuerdos, Corea del Norte empezó suministrando lotes de proyectiles de artillería y cohetes a Rusia para sus operaciones en Ucrania. Posteriormente, más de 12.000 soldados norcoreanos han sido desplegados en los límites de la zona de avance ucraniano en la región rusa del Kursk, donde ya habrían sufrido más de 3.000 bajas, según fuentes ucranianas. (Julio Maíz)