No es muy habitual la presencia de navíos de la Marina Portuguesa en las españolas islas Canarias, por eso es excepcional la llegada por separado de dos de sus patrulleros en un plazo de 24 horas.
El 11 de agosto llegaba al Arsenal de la Armada en Las Palmas, en Las Palmas de Gran Canaria, el más veterano patrullero de Marina Portuguesa, el denominado “Zaire”, que se incorporó al servicio activo en el ya lejano año de 1971.
Al día siguiente llegaba otro patrullero portugués al puerto canario, aunque el “Setúbal”, el más moderno navío de la Marina Portuguesa, entregado a finales de 2018, como ya publicamos.
El NRP “Setúbal” el moderno OPV de la Marinha Portuguesa atracado en Las Palmas de Gran Canaria. (foto Antonio Rodríguez Santana)
Ambas unidades han estado realizando misiones de asistencia y formación a las pequeñas marinas locales de varios de los países rivereños del África Occidental y el Golfo de Guinea, de acuerdo con el planteamiento de la Arquitectura de Yaoundé, cuyo uno de sus objetivos es reforzar las capacidades locales de lucha contra la creciente piratería que afecta a la zona.
El oficialmente designado como NRP (Navio da República Portuguesa) “Zaire” llegaba a Las Palmas de Gran Canaria procedente de Mindelo, en la isla de São Vicente (Cabo Verde), tras cumplir una misión de formación de los guardacostas de Santo Tomé y Príncipe.
Curiosamente el NRP “Zaire”, junto a sus 9 hermanos de la clase Cacine, fueron construidos a finales de los sesenta y principios de los setenta del pasado siglo por los Estaleiros Naval do Mondego en Figueira da Foz, con idea de operar en África, en las entonces colonias portuguesas, con la misión de realizar misiones de patrullaje costero y fluvial en dichos territorios coloniales (Angola, Mozambique, Cabo Verde y Guinea Bissau).
Detalle del puente de mando del OPV “Setúbal” el moderno OPV de la Marinha Portuguesa atracado en el Arsenal de Las Palmas. (foto Antonio Rodríguez Santana)
Con un amplio ámbito operacional, que oficialmente era el de las misiones de vigilancia marítima, represión del contrabando, búsqueda y rescate, control de la contaminación, y apoyo a poblaciones/organizaciones civiles, también se diseñaron para apoyar las operaciones de combate en las guerras coloniales que libraban las Fuerzas Armadas de Portugal contra los movimientos locales que pretendían la independencia. De ahí su potente armamento compuesto de sendos cañones de 40 mm y 20 mm. En 1974, tras la revolución de los Claveles, que forzó una más que apresurada y fallida descolonización que abrió largas y cruentas guerras civiles en algunos de dichos países africanos, los navíos se replegaron a Portugal, quedando actualmente solo en servicio el referido “Zaire”.
Muchos años después, ya en el siglo XXI, y con unas necesidades de acción naval muy diferentes, el Ministerio de Defensa de Portugal se fue dotando mediante el denominado NPO2000 Project de una serie de modernos patrulleros oceánicos u Offshore Patrol Vessel (OPV), de los que el “Setúbal”, es el último entregado. Estamos ante unos buques construidos en los Estaleiros Navais de Viana do Castelo (ENVC), cuya actividad ejerce actualmente la empresa West Sea, diseñados y construidos con estándares civiles, más baratos que los militares, dada que su principal misión no es la de combate, sino realizar funciones de la autoridad del Estado y de interés público en áreas de jurisdicción o responsabilidad nacional de Portugal.
De hecho, el “Setúbal” ha atracado en el puerto español sin llevar instalado su armamento principal, que es la pieza a control remoto Oto-Breda (ahora Leonardo) MARLIN - WS (Modular Advanced Remotely controlled Lightweight Naval Weapon Station) de 30 mm, aunque si eran visibles dos ametralladoras de autodefensa M2 de 12,70 mm, sitas en sendos mástiles con afustes sitos a ambos lados del puente de mando. (Julio Maíz)