El sector de los vehículos navales de superficie no tripulados USV (Unmanned Surface Vehicle) alcanzará este año un valor de mercado de 1.513 millones de USD según estudios de mercado, superando los 3.096 millones en 5 años.
Igual que ha sucedido con aeronaves y vehículos terrestres no tripulados, los vehículos navales de superficie no tripulados están experimentando un gran crecimiento. Dejaremos para otro momento el análisis de los medios submarinos UUV (Unmanned Underwater Vehicles), centrándonos en los militares que operan en superficie.
Inicialmente, las aplicaciones se centraban en las fronteras, Inteligencia, Vigilancia y Reconocimiento (ISR), detección de submarinos, lucha contra minas, como blancos para ejercicio con armas de superficie y, en menor medida, actuar con sistemas de armas ofensivas.
Sin embargo, el desarrollo continuado de la tecnología y la concreción de sistemas que pueden operar de forma segura y efectiva minimizando el riesgo para los humanos están haciendo que no paren de surgir nuevos programas y desarrollos. Además de los estrictamente militares, hay muchos aplicables al mundo civil, como los de investigación medioambiental, exploración submarina y, sobre todo, los empleados por la industria de los hidrocarburos.
Al mismo tiempo, compañías privadas y centros de investigación colaboran con las marinas y armadas en el desarrollo de soluciones USV. Contratos recientes de las marinas de Estados Unidos, Reino Unido o Canadá no hacen más que refrendar la utilidad de estos sistemas.
Esta se basa principalmente en 2 ventajas, como son permitir realizar misiones peligrosas sin poner en riesgo la vida humana, sobre todo en la lucha contra minas, y ofrecer una capacidad de persistencia en el mar derivada de una autonomía cada vez mayor, tanto en lo que se refiere al mayor número de días en operación, como a la automatización de sus misiones.
foto: El Vendaval de Aister, pieza clave en el SVAP de Navantia (foto Aister).
Las compañías de todo el mundo se han percatado de esta situación y tanto empresas especializadas en el área como grandes constructores navales se embarcaron en el sector, protagonizando adquisiciones y siendo un provechoso entorno para la colaboración entre plataformistas y sistemistas.
Además, la combinación de diferentes plataformas, con mayor o menor desplazamiento o autonomía y un diseño modular que permite incorporar diferentes equipos, permite configurar soluciones para cualquier necesidad, adoptando sistemas de mando y control, de armas, de ISR, de lucha contra minas u otros, según necesidades.
Hay 2 factores económicos que favorecen su adquisición, ya que por un lado se está optando cada vez más por emplear plataformas tripuladas para convertirlas en no tripuladas u, opcionalmente, tripuladas en lugar de desarrollar otras nuevas, a lo que se suma no tener que instalar todos aquellos equipos necesarios para la vida humana a bordo, por lo que únicamente es necesario disponer de combustible, capacidad de generación y almacenamiento eléctrico y munición para que sigan desempeñando su misión.
Estas son principalmente las de ISR, investigación, lucha contra minas (MCM), y amenazas de superficie ASuW (Anti Superficie Warfare), protección de las fuerzas propias, búsqueda y rescate SAR (Search and Rescue) y lucha contra amenazas submarinas ASW (Anti Submarine Warfare). Además, suponen una valiosa herramienta en la Zona Económica Exclusiva (ZEE), donde, además, su coste contenido permite desplegar más unidades y asegurar la presencia casi permanentemente.
Programas
Entre los principales programas de este año encontramos la firma del UISS (Unmanned Influence Sweep System) de la US Navy, que se basará en el CUSV (Common Unmanned Surface Vehicle) de Textron Systems. El UISS será el primer sistema USV que entre en servicio en la Marina estadounidense, destinado a la lucha contra minas y empleando cargas de pago intercambiables y sensores avanzados, incluyendo sonar de barrido lateral, equipos para la neutralización de minas, armas no letales o equipos ISR.
Mientras, la apodada flota fantasma de la US Navy sigue tomando forma con el desarrollo de 2 tipos de buques no tripulados, que en junio completaron varios días de navegación autónoma. La Ghost Fleet Overlord del Mando de Sistemas de la Marina (NAVSEA) contempla el desarrollo de un USV grande, o LUSV (Large Unmanned Surface Vehicle), de más de 50 m. de eslora, y un MUSV (Medium Unmanned Surface Vehicle) de entre 12 y 50 m.
Mientras que el menor será empleado para portar sensores y actuar como relé de comunicaciones, los mayores detectarán amenazas sobre las flotas en forma de misiles antibuque de largo alcance. Para interceptarlos se les dotará con misiles antiaéreos como los Standard SM-6, que también pueden ser empleados contra objetivos de superficie y contra ingenios balísticos en fase terminal.
foto: La Victoria de Ferri con los sistemas de Escribano (EM&E)
Antes, en 2018, la Oficina de Investigación Naval (ONR) de la US Navy recibió de la Agencia de Investigación de Proyectos Avanzados de Defensa (DARPA) su mayor USV, el Sea Hunter, un trimarán de 140 ton. diseñado para la lucha contra submarinos en el marco del programa ACTUV (ASW Continuous Trail Unmanned Vessel). Se trata de un buque que puede operar entre 60 y 90 días y recorrer 6.200 km. sin mantenimiento ni reaprovisionamiento, actuando como medio de oportunidad para detectar y destruir submarinos.
Mientras, igual que ha sucedido con los UAVS y UGV, Israel hace años que se posicionó en este sector, patrullando con este tipo de medios desde 2009 la costa de Gaza hasta Líbano. Son empleados en la lucha contra el terrorismo y entraron en combate, participando en el bloqueo naval de la franja de Gaza en la operación Plomo Fundido de 2009 e interceptando buques dedicados al contrabando de armas durante la retirada de las tropas israelíes de la zona en 2009 o en 2012 contra Hamas.
Destacan los desarrollos de Elbit Systems con el Seagull y el Protector de Rafael. El primero es un USV diseñado para realizar múltiples misiones a partir de módulos de misión intercambiables, como la lucha contra minas o antisubmarina, de las que ha realizado demostraciones, así como de lanzamiento de torpedos o de guerra antisubmarina, contando con una autonomía de 96 h.
El Protector está en servicio en Israel y Singapur, que lo adquirió en 2004 y lo desplegó un año después en misiones antipiratería en el Golfo Pérsico y de Adén. Se basa en la conversión de una embarcación hinchable de casco rígido RHIB de 9 m. de eslora y 5 ton. Cuenta con módulos de misión intercambiables y un RCWS (Remotely Controlled Weapon System) Typhoon, que puede incluir hasta misiles Spike LR y ha realizado múltiples demostraciones, incluyendo la protección de buques de la OTAN o el lanzamiento de los citados misiles.
Novedades en España
En España se dio un importante paso en esta área con la puesta en marcha del SVAP (Sistema de Vigilancia de Aguas Próximas) diseñado por Navantia y elegido en 2017 por la Autoridad Portuaria de Ceuta, que incluye el USV Vendaval, concebido por AISTER y equipado con los sistemas de Navantia. Se trata del primer USV que entra en servicio en España y puede ser operado remotamente desde un puesto de control en tierra para realizar tareas de vigilancia y seguridad en el entorno del puerto, además de control medioambiental.
Para ello va dotado de sensores como radar, sonar, sistema de navegación GPS e inercial, estación meteorológica, cámaras electro-ópticas y sistema AIS para identificación de buques. Puede funcionar autónomamente siguiendo rutas o Waypoint predefinidos o ser operado a distancia, contando en puerto con un pantalán de atraque automático.
Tiene 10,23 m. de eslora, está propulsado por un motor fuera borda, alcanza 25 nudos, envía los datos AIS de los buques remotamente, marca la posición de un vertido coloreando este mediante un aditivo o remolca embarcaciones hasta de 1 ton., gracias a un gancho. El proyecto Funciones Avanzadas para Vehículos no Tripulados en el Ámbito Naval de Navantia fue uno de los seleccionados por la Dirección General de Armamento y Material (DGAM) del Ministerio de Defensa como susceptible de recibir financiación por su interés para la Defensa.
AISTER también ha desarrollado el Ocean Master, un USV para misiones oceánicas en ambientes complejos, que puede operar también como submarino (UUV), gracias a un diseño basado en unas alas de geometría variable. Puede emplearse para misiones de búsqueda y rescate, vigilancia, salvamento, seguridad portuaria, protección de flotas, combate en el litoral o guerra de minas. Puede portar 1 ton. de carga, incluyendo un sonar de barrido lateral de SAES y contar con otro para detección de buceadores y objetivos en la columna de agua.
En septiembre, Escribano Mechanical & Engineering y Ferri actualizaban la propuesta del USV Victoria, incluyendo la estación de empleo remoto ligera ASPIS. Se trata de una embarcación semirrígida de 12 m. de eslora, 4 ton. y dotada de 2 motores de 300 CV, con los que puede alcanzar 50 nudos. Es una plataforma no tripulada para seguridad y defensa y aplicaciones Offshore. Puede ser operada remotamente y realizar navegación autónoma, evitando cualquier tipo de objetos fijos o en movimiento que se encuentre en su rumbo.
Ferri ha desarrollado esta tecnología y la comercializará ofreciéndola para su instalación en cualquier tipo de embarcación, independientemente de su tamaño. Escribano la ha dotado del SCOA (Sistema de Combate y Observación Avanzada), formado por una estación Sentinel 2.0 en la proa y con un sensor electro-óptico OTEOS-N sobre un mástil tras la cabina que acoge los sistemas, configuración que ahora se actualiza con la estación ASPIS. Es idónea para misiones de vigilancia, detección e interceptación, tanto diurna como nocturna en cualquier condición atmosférica, convirtiéndose en una valiosa herramienta para la protección costera frente a la amenaza de embarcaciones ilegales dedicadas a actividades ilícitas.
En octubre se presentaba otro USV nacional, el Kaluga DS (Defense & Security), desarrollado por la española UTEK, que incluye una estación de empleo remoto Lionfish Ultra Light de 12,7 mm. de Leonardo Hispania y un sensor de vigilancia MLT-SUR-STM de Miltech. Se desarrolla a partir de una lancha semirrígida Narwhal 670 operada remotamente mediante una estación de control portable en tierra o en otro barco. Ha sido probada gracias a la Armada española en la Estación Naval de Algameca, en Cartagena (Murcia) y ofrecida para la protección de instalaciones o buques o la cobertura de medios desplegados en zonas de conflicto.
Otra novedad nacional fue la presentación por UAV Navigation de un autopiloto específico para USV que incluye características habituales en sus sistemas para UAV, como son seguimiento de Waypoint, planificación de misión, definición de zonas de exclusión y la posibilidad de determinar rutas relativas si el sistema de control está a bordo de un buque.
Es totalmente autónomo y permite realizar la misión completa, aunque se pierda la comunicación con el puesto de mando, e incluye características avanzadas, como determinar rutas que minimicen el efecto de las olas, monitorización de sistemas en tiempo real o la automatización de las maniobras de aproximación para evitar colisiones. Hay otros desarrollos nacionales. Por ejemplo, SCR ha desarrollado USV a partir de sus blancos navales de superficie Spayk, concretamente el I de 3 m. de eslora y el II de 4,5 y 4,5 horas de autonomía, empleados habitualmente por la Armada española para el remolque de blancos de entrenamiento.
Ksins tiene otro USV de 5,5 m. de eslora y 2 ton. de peso, empleado para ensayar el concepto Defensor de Mar Naveo (formada por Breogán Ingeniería y Aeronáutica de Galicia), un USV que puede ser configurado para observación y vigilancia, estar equipado con una RCWS y otra configuración para salvamento marítimo. Indra ha constituido en Galicia la empresa Seadrone y trabaja en un USV para búsqueda y rescate, vigilancia de puertos, parques e instalaciones marítimas, control aduanero e investigación, que ya ha probado en Vigo.