Panorama de tendencias geopolíticas. Horizonte 2040: La salud de la población será uno de los grandes desafíos del siglo XXI, con la proliferación de epidemias y pandemias.
Casandra
Casandra, hija de Príamo y Hécuba, reyes de Troya, es uno de los personajes clave de la Ilíada, archiconocida obra de Homero que narra el asedio y caída de Ilión (Troya en su original nombre griego). La princesa troyana se consagró al culto de Apolo (uno de los dioses principales del Olimpo), hijo de Zeus y Leto. Según cuenta la mitología, el olímpico se encapricho de Casandra quien finalmente accedió a sus requiebros pidiéndole que, a cambio, le concediese el don de la adivinación (recuérdese que Apolo era patrono del oráculo de Delfos, el más acreditado e infalible de la Grecia clásica en cuanto a predicciones atañe). Una vez certificado el intercambio de favores, el hijo de Zeus, quiso nuevos encuentros pero Casandra se negó – una y no más – dando por finiquitada la relación. El fracaso amoroso hizo que el hijo de Zeus quedase muy enojado y ávido de venganza. Como quiera que ya no era posible retirar a Casandra el recién concedido don, Apolo planeó un castigo alternativo.
El despechado escupió a la princesa en la boca transmitiendo en su saliva una oculta maldición. Casandra conservaría sus dotes adivinatorias pero, en virtud de la maldición, nadie creería los presagios que saliesen de su boca por muy acertados y evidentes que éstos fuesen. El final de la historia es bien sabido, los griegos organizaron una fingida retirada y, a modo de ofrenda, dejaron a las puertas de la ciudad un gigantesco caballo de madera con un grupo de guerreros escondidos en su interior. Por mucho que Casandra advirtió a sus conciudadanos de que no introdujesen el sospechoso caballo en Troya, éstos haciendo caso omiso a las advertencias, lo hicieron. La ciudad, que había resistido diez años, cayó trágica y estrepitosamente justo cuando los asediantes, que comenzaban a dar evidentes muestras de agotamiento, daban la empresa por perdida.
foto: Las Fuerzas Armadas (UME) realizando la descontaminación de infraestructuras y puntos críticos
Hemos comenzado con una cita del “Panorama de tendencias geopolíticas. Horizonte 2040” y con la historia de “Casandra” para dejar constancia de que la sorpresa de la pandemia del coronavirus (COVID-19) ha, o mejor dicho, debió haber sido relativa. Para apoyar esta afirmación no vamos a acudir a teorías conspiratorias, oráculos, agoreros u otros pájaros de mal agüero; nuestras referencias serán simplemente documentos oficiales que, a nuestro juicio, no fueron atendidos y desarrollados adecuadamente.
En primer lugar debemos citar la vigente Estrategia de Seguridad Nacional 2017 (en adelante ESN17) que expresamente contemplaba el asunto que nos ocupa como un desafío muy a tener en cuenta.
EPIDEMIAS Y PANDEMIAS En las últimas décadas, el número de enfermedades emergentes identificadas y de situaciones de riesgo asociadas a ellas ha aumentado. Se han identificado al menos seis alertas sanitarias globales, todas ellas con un importante impacto a nivel nacional[…] España, un país que recibe más de 75 millones de turistas al año, con puertos y aeropuertos que se cuentan entre los de mayor tráfico del mundo, un clima que favorece cada vez más la extensión de vectores de enfermedades, con una población envejecida y una situación geopolítica polarizada, no está exenta de amenazas y desafíos asociadas a enfermedades infecciosas tanto naturales como intencionada[…] Sin embargo, dichos riesgos no se pueden eliminar por completo. Es necesario, además de reducir la vulnerabilidad de la población, desarrollar planes de preparación y respuesta ante amenazas y desafíos sanitarios, tanto genéricos como específicos, con una aproximación multisectorial que asegure una buena coordinación de todas las administraciones implicadas tanto a nivel nacional como internacional. Estrategia de Seguridad Nacional 2017 Departamento de Seguridad Nacional Presidencia de Gobierno
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Este documento, aprobado hace menos de tres años (diciembre de 2017) afinaba mucho más y, como hemos podido comprobar con reciente amargura, centraba el tiro sobre una zona geográfica concreta: “Asia Pacífico”.
ASÍA-PACÍFICO En el ámbito de la seguridad, cuestiones como […] la propagación de pandemias, trascienden lo puramente regional y pueden afectar a la seguridad de España. (Página 50) Estrategia de Seguridad Nacional 2017 Departamento de Seguridad Nacional Presidencia de Gobierno
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Finalmente la ESN17 establecía un objetivo y unas líneas de acción que no vamos a transcribir aquí pues pueden ser consultadas por el lector interesado (ESN17, páginas 114-115). Los objetivos, acciones e intenciones expresadas en el documento, salvo error o falta de información, han quedado en papel mojado.
Además de la ESN17, el Ministerio de Defensa también parece haber asumido el rol de Casandra a través de algunas publicaciones. En concreto debemos volver a referirnos al ya citado “Panorama de tendencias geopolíticas. Horizonte 2040”.
La superpoblación insostenible de las megaurbes, como consecuencia de estos desplazamientos incontrolados de personas afectadas por los efectos del cambio climático, creará situaciones de anegamiento y congestión. Esto generará situaciones de conflicto, crimen organizado y pandemias en el corto y medio plazo. (Página 43) […] La mayor frecuencia de pandemias, junto a la necesidad de atajar los brotes en su lugar de origen, requerirá un mayor uso de capacidades e instalaciones militares. También será necesario establecer más medidas de control del personal a su regreso, especialmente cuando proceda de regiones con riesgo de brotes epidémicos. (Página 109) Panorama de tendencias geopolíticas. Horizonte 2040 Instituto Español de Estudios Estratégicos Ministerio de Defensa (2018, diciembre)
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Finalmente debemos citar otro documento, el Cuaderno de Estrategia 203. “Emergencias pandémicas en un mundo globalizado: amenazas a la seguridad” también del Instituto Español de Estudios Estratégicos. Este documento publicado en febrero de este mismo año llegaba, con cierto fatalismo premonitorio, poco antes de que los avisos de “Casandra” se convirtieran en la mayor crisis sanitaria que ha sufrido nuestro país en los últimos tiempos.
foto: Las patrullas de presencia despliegan en casi toda España (en Cataluña y País Vasco, de momento NO)
Laocoonte
Como ya se ha recordado, los troyanos hicieron oídos sordos a las vehementes advertencias de Casandra con excepción de un tal Laocoonte. Según narra Virgilio en la Eneida, este personaje creyó los augurios de Casandra y también intentó convencer al rey y nobles troyanos del riesgo que se corría al aceptar una ofrenda que, por su origen, factura y dimensiones, resultaba harto sospechosa. Sus advertencias tuvieron idéntico resultado que las de Casandra. Ante la desidia de las autoridades, el desesperado Laocoonte intentó, por su cuenta y riesgo, prender fuego al pérfido regalo pero tampoco tuvo éxito. Aunque Laocoonte lanzó unas antorchas, el caballo resultó indemne y nuestro héroe pereció en el intento. Los imprudentes troyanos no solo metieron al caballo en la ciudad sino que inmediatamente organizaron grandes y desenfrenados festejos dando cuenta de sus reservas de vino. Cuando de madrugada los soldados griegos salieron del interior de la ecuestre figura, no encontraron vigilancia o resistencia alguna, sino una ciudad ebria y dormida. El trabajo fue fácil, los primeros infiltrados permitieron la entrada de las tropas que aguardaban al otro lado de las murallas y los desprevenidos troyanos fueron masacrados por su despreocupación y negligencia.
El COVID-19 ya está dentro y ¿ahora que? Pues no queda otra que sacar metafóricas conclusiones de la historia de Troya. La guerra se libra dentro de nuestro país y ha llegado el urgente momento de poner en marcha todos los resortes a nuestro alcance para hacer frente a un enemigo - el coronavirus - que, a pesar de todas las advertencias, tuvo paso franco para instalarse entre nosotros. A ver si aparecen muchos Laocoontes…
Antes de seguir adelante queremos dejar constancia de nuestro reconocimiento a todos los elementos de la sociedad que están contribuyendo a luchar contra la pandemia, muy en particular al sector de la sanidad y a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad. También queremos transmitir ánimo a aquellos que lo están pasando peor, los que se han visto obligados a cerrar sus negocios o los que han perdido su trabajo. Dicho lo cual, y por tratarse de una plataforma especializada en seguridad y defensa dirigiremos nuestro foco a este ámbito.
foto: ALIANZA COVID-19. Ingenieros de EXPACE (Grupo Arquimea) trabajan en la producción de pantallas protectoras
Las Fuerzas Armadas (FAS), en el marco de la operación Balmis, están contribuyendo activamente a la implementación de las medidas establecidas por el estado de alarma con patrullas de presencia que apoyan a las FCS para controlar el confinamiento. Patrullas que, por cierto, ni están ni se las espera en ciertas comunidades autónomas (no hace falta decir donde ni porque) . También desarrollan importantes tareas logísticas (transporte, apoyo a la instalación de alojamientos temporales y centros de acogida…) y sanitarias (servicios hospitalarios, desinfección de todo tipo de instalaciones: residencias, estaciones, aeropuertos...). En el lado negativo debemos mencionar que la emergencia sanitaria también ha puesto de manifiesto las carencias de la Sanidad Militar. La persistente y contumaz caída de la inversión (falta de recursos y deterioro de infraestructuras), la reducción y falta de incentivos para el personal del Cuerpo Militar de Sanidad, el prematuro desmantelamiento del Hospital de Campaña (que bien nos vendría ahora) de la Brigada de Sanidad, los sucesivos cierres de Hospitales Militares (ya solo quedan dos - Madrid y Zaragoza -, que según algunas fuentes se encuentran en un deplorable estado en cuanto a medios y personal se refiere)…
En el momento presente y, a pesar de los esfuerzos, la guerra contra el COVID-19 ha revelado que existen frentes absolutamente desguarnecidos donde el virus avanza sin apenas resistencia. Al menos se han identificado dos donde las armas son inadecuadas e insuficientes y donde la munición resulta muy escasa: la detección (carencia de test fiables) y el tratamiento (carencia de respiradores). La “economía de guerra” ha hecho que muchos países prohíban la exportación de estos recursos pues, por razones obvias, quedan para la protección de sus respectivos nacionales. Ahora muchos nos acordamos y lamentamos de nuestra dependencia del turismo y de la falta de apoyo a nuestra industria.
En relacion con las iniciativas de la industria en la lucha contra el COVID-19, es muy recomendable la lectura de la entrevista que le hemos hecho al presidente de Arquimea Group, alma mater del proyecto Alianza COVID-19, Diego Fernández Infante. (Eva de Lezo)
foto: ALIANZA COVID-19. Entrega de pantallas de protección al cuerpo de bomberos de Madrid