La integración de un cañón en el F-35B de la US Navy y las lecciones aprendidas de la guerra de Vietnam
Julio Maíz Sanz, 23 de mayo de 2017
En la era de los misiles, como el Advanced Medium-Range Air-to-Air Missile (AMRAAM) Raytheon AIM-120D que alcanza un objetivo a 160 kilómetros, y los potentes radares AN/APG-81 de tipo Active Electronically Scanned Array (AESA), que detectan objetivos a cientos de kilómetros, vemos que tanto la US Navy como la Fuerza Aérea de EEUU siguen dotando de un cañón a su cazabombardero de 5ª generación Lockheed Martin F-35. La principal razón la encontramos en las lecciones aprendidas de la Guerra de Vietnam, cuando los pilotos norteamericanos se dieron cuenta de la vulnerabilidad de no contar con este sistema. A mediados de los años 60, cuando Estados Unidos entró directamente en el conflicto, se encontró con que sus modernos cazabombarderos F-4 Phantom II, solo dotados de misiles, cuando se exponían a escenarios de combate a corta distancia eran presa fácil de los cazas Mig-17 y posteriormente Mig-21 de la Fuerza Aérea de Vietnam del Norte equipados con cañones.
La experiencia hizo que, a partir de entonces, todos los cazabombarderos surgidos de las oficinas de diseño de los Estados Unidos llevasen al menos un cañón, aunque la capacidad de los misiles ha crecido mucho desde la época del conflicto en el sureste asiático. Tampoco los diseñadores de otras naciones olvidan incorporar un cañón automático de entre 20 y 30 mm, a poder ser de alta cadencia de fuego, como el General Dynamics GAU-22/A de cuatro tubos, con capacidad para disparar unos 3.300 proyectiles por minuto que equipa al F-35.
Así, la versión F-35A, la...
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