El denominado Airbus Flexible Jet (AFJ) o C.102, que el EA vería con agrado como parte de su futuro sistema global de entrenamiento en vuelo, vendría avalado por ser un avión de construcción española, con la ambición de hacer partícipes a la mayor parte de las industrias del sector, constituyendo de esta manera un proyecto vertebrador y generador de autonomía y prestigio en un sector considerado como estratégico. Si bien de momento se encuentra en estado embrionario, tomándose la decisión del lanzamiento del programa en los próximos meses, materialmente podría estar finalizado en la fechas necesarias para ser el núcleo central de la solución global del Ejército del Aire (EA), una vez se den de baja tanto los F5M como los Pillán.
Con este proyecto se pretendería construir un avión nacional que completase principalmente las necesidades de caza y ataque en Talavera la Real, pasando el sistema que está previsto adquirir con el acuerdo de Consejo de Ministros recientemente aprobado, en el que parte como favorito el turbohélice Beechcraft T6 Texan II, a abarcar la misión de entrenador elemental, actualmente cubierta con el Pillán. Con esta solución, se buscaría sustituir los tres sistemas F5M, C.101 y Pillán con solo dos: el turbohélice que se pretende adquirir ahora y el futuro entrenador nacional C.102.
Para el Ejército del Aire este proyecto de entrenamiento integrado global (ITS) permitiría una transición adecuada y eficiente a los sistemas de combate actuales y de un futuro a corto/medio plazo, simplificando de forma notable tanto el proceso de enseñanza como el sostenimiento del sistema. Para su iniciación, haría falta que Airbus y el resto de empresas nacionales involucradas en el proyecto aunaran sus esfuerzos y apoyaran con énfasis esta oportunidad ante las autoridades nacionales, y, por supuesto, que por parte de la Secretaría de Estado de Defensa se obtuviera el consiguiente apoyo y luz verde.
Esta solución del C.102 se estima muy interesante desde el punto de vista de la economía nacional, podría a su vez generar oportunidades de acuerdo con otros países del entorno de España con necesidades de entrenadores similares (Francia, Alemania, Portugal, Iberoamérica…). Si bien de momento no se conoce el coste, parece cierto que la mayor parte se quedaría en las arcas nacionales, además de ayudar a la investigación y desarrollo, así como a que la industria nacional aeroespacial mantenga el nivel y el prestigio que ha adquirido en los últimos años participando en los programas EF2000 y A400M, entre otros.
Otra circunstancia importante para apoyar este desarrollo nacional parte de la necesidad del sostenimiento de estos aviones durante su ciclo de vida (próximos 40 años), para lo que el EA ve como tremendamente ventajoso tener detrás a la industria nacional, tanto para dar la operatividad requerida como por el ahorro que se generaría.
Foto: F5M perteneciente al ALA 23 del Ejército del Aire (Guillermo Pis PHOTO)
