Hace unas semanas, hablando en Barcelona con el contralmirante Antonio González-Tánago de la Lastra, Comandante del Grupo Anfibio y de Proyección de la Flota (GRUPFLOT), nos explicó que los buques anfibios que tiene hoy la Armada española en activo estarían llamados a permanecer en servicio, una vez se hayan acometido las necesarias modernizaciones, hasta mediados de los años cuarenta o, incluso, algo más.
Acabamos de conocer que la situación va a ser mejor de lo que conocíamos porque ahora hay un detallado cronograma de próximas construcciones navales que se podrá abordar si se dispone de los créditos económicos para ello, lo cual es más que probable con el aumento previsto del PIB en Defensa para llegar a final de década al 2%.
Sobre las nuevas construcciones de buques anfibios habló el vicealmirante Nicolás Lapique Martín, Director de Ingeniería y Construcciones Navales de la Armada (ADIC), en una conferencia que tuvo lugar en el marco del salón Exponaval celebrado en Chile.
Lo que se pretende obtener son dos navíos anfibios de un nuevo tipo que ahora reciben la designación oficial de LXX y que podrían corresponderse con una nave de unas 10.000 toneladas o más que podría seguir la línea de los futuros diseños ya propugnada por la Marina de Estados Unidos para proyectar sus unidades del U.S. Marine Corps en cualquier entorno expedicionario.
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Los dos futuros LXX de la Armada contarán con dique inundable a popa y un portón para operar con diversos tipos de medios de proyección expedicionaria. (Octavio Díez Cámara)
Los dos nuevos LXX de la Armada comenzarán previsiblemente a construirse ya en 2029 y se prevé tenerlos completados y en servicio a mediados de 2036 para que se sumen a las capacidades actuales del Grupo Anfibio y de Proyección de la Flota (GRUPFLOT).
Se apostará, casi con total seguridad, por un diseño -seguramente sería la compañía Navantia la que los está concretando y fabricaría- en el que prime su potencial para llevar hombres y material, que cuente con una pista de vuelo suficientemente amplia como para permitir que varios helicópteros o aparatos de despegue vertical tipo “Osprey” realicen tomas y despegues de forma simultánea -el diseño podría ser de cubierta corrida en la totalidad de su eslora con una isla en un costado-, y que incorpore un dique inundable suficientemente amplio para poder desplegar con las actuales lanchas de desembarco tipo LCM-1E (Landing Craft Medium) y con un nuevo medio de proyección buque-costa.
Aerodeslizadores
La planificación expuesta por el ADIC contempla ya la adquisición de 7 conectores buque costa. Se trataría, según lo mostrado, de un concepto similar al de los aerodeslizadores SSC (Ship to Shore Connector) que la U.S.Navy está incorporando para reemplazar a los aerodeslizadores LCAC (Landing Craft Air Cushion). Por economía de escalas y una mejor logística asociada a su operación podría realizarse una compra de los SSC o fabricarlos bajo licencia, o aspirar a un diseño nacional que cumpla con lo demandante de su función.
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Las lanchas LCM-1E actuales van a ser reforzadas con siete aerodeslizadores SCC dentro de un programa que va de 2028 a 2037. (Octavio Díez Cámara)
La Armada tiene ya planificado iniciar su obtención a principios de 2028 y que la totalidad puedan estar ya en servicio aproximadamente en 2037. Es una muy buena noticia la referida a estos nuevos buques pues el “Tercio de Armada” requiere de nuevas capacidades para ser efectivo en los futuros escenarios que se puedan presentar en las próximas décadas. (Octavio Díez Cámara)