En la sede del Mando de Operaciones Especiales (MOE), en Rabasa, Alicante se ha organizado, este 5 de octubre, el 5º Día del Veterano Boina Verde, dirigido a mandos y a antiguos guerrilleros que formaron parte en el devenir de sus carreras militares, o cuando realizaron el Servicio Militar Obligatorio, en alguna de las estructuras operativas o formativas de Operaciones Especiales.
El encuentro, principalmente orientado a las 24 asociaciones de veteranos boinas verdes federadas pero también a aquellos que no están encuadrados en ninguna de ellas, es una oportunidad única para comprobar que el espíritu de los antiguos guerrilleros, cómo se designaba en el siglo pasado a los cualificados como boinas verdes dentro del Ejército de Tierra, sigue impulsando voluntades personales y valores que les hermanaron e hicieron de ellos, cuando estuvieron en activo, una aportación especialmente positiva a las capacidades militares españolas.
Los antiguos boinas verdes siguen siendo un colectivo, pese a la edad de muchos de ellos, que aún puede aportar valores positivos, siguen siendo portadores de una serie de señas de identidad que, a modo individual o colectivo, pueden ser especialmente válidas para que los jóvenes se sientan atraídos por la milicia e incluso por la dura especialidad de las Operaciones Especiales. Su ejemplo, disciplina, …, son un espejo en el que otros pueden mirarse.
Pero yo iría mas allá aún. ¿Por qué no organizar un Grupo de Operaciones Especiales de Reservistas?
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Muchos jóvenes españoles recibieron su Boina Verde por las destrezas que conocían y que aún pueden ser válidas para el combate. (Octavio Díez Cámara)
El MOE, con tres de ellos en activo, podría tener en caso de necesidad un núcleo operativo real con el que reforzar sus muchas potencialidades. Habría que programar algún tipo de selección entre los voluntarios para ello que ya obtuvieron la boina verde, verificar cómo están en el aspecto físico -en el moral seguro que no habría problema- y someterles a algún proceso de capacitación técnico operativa que permitiese su integración en estructuras de Operaciones Especiales que fuesen necesarias en caso de conflictos que afectasen directamente al territorio español.
Sería, a mi entender, un personal que debería estar liderado por mandos que tienen una dilatada experiencia en unidades operativas, pues algunos de ellos abandonaron sus unidades no hace mucho. Claro está que no estarían cualificados para actuar dentro de los actuales Equipos Operativos, pero sí para proporcionar determinados apoyos a las Bases de Despliegue o a cometidos complementarios como fuerza de oposición, en temas de comunicaciones o logísticos, dando seguridad en profundidad a determinados emplazamientos, realizando actividades de distracción o de obtención de información, etcétera.
Creo que es una forma especialmente útil de que España pueda beneficiarse de personal ex boina verde como un elemento de alto valor con el que dar mayor relevancia a las actuales capacidades militares. Además, y eso debe tener en cuenta, no requeriría de un gasto económico grande y la rentabilidad a futuro, sustentando estructuras a medio y largo plazo, está más que contrastada. (Octavio Díez Cámara)
