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Viernes, 18 de octubre de 2024 Iniciar Sesión Suscríbase

El buque “Castilla” de la Armada recala en Barcelona poniendo punto final al despliegue del Grupo de Combate Expedicionario Dédalo 23

El  buque de asalto anfibio “Castilla” de la Armada española recalará en el Puerto de Barcelona desde el 10 hasta el 12 de noviembre, celebrando Jornadas de Puertas Abiertas durante su estancia.

Esta escala pone punto final al despliegue del Grupo de Combate Expedicionario “Dédalo 23”, formado por el “Juan Carlos I”, el “Castilla”, la Fragata “Numancia”, el Primer Batallón de Desembarco de Infantería de Marina, aviones Harrier y helicópteros de la Flotilla de Aeronaves de la Armada.

Bajo el mando del Contralmirante Gonzalo Villar, el despliegue comenzó el 27 de septiembre, con una primera fase de cooperación bilateral con una fuerza anfibia estadounidense materializada por el buque de desembarco “USS Mesa Verde” y un batallón de Marines. Durante nueve días se puso a prueba el grado de compenetración entre ambas marinas mediante la planificación y ejecución de una operación de desembarco anfibio en el campo de maniobras de El Retín (Cádiz).

A continuación, el Grupo “Dédalo-23” participó en el ejercicio MILEX-23, primera ocasión en que la Unión Europea ponía a prueba el nuevo concepto de Capacidad de Respuesta Militar acordado por los estados miembro en la Brújula Estratégica aprobada el pasado año. En este ejercicio participaron unidades navales, aéreas y terrestres de 19 países de la Unión, con un total de 2900 efectivos.

La fuerza militar estuvo bajo el mando del citado oficial español, quien contó para ello con un Estado Mayor internacional. El ejercicio fue supervisado en persona por el Alto Representante de la Unión para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Josep Borrell, y por los Jefes de Estado Mayor de la Defensa de los 27 estados miembro, quienes presenciaron in situ una demostración de las actividades de la fuerza.

Una vez concluido el MILEX-23, el Grupo de Combate Expedicionario “Dédalo” ha contribuido a la estrategia de seguridad y defensa de la OTAN participado en las actividades de vigilancia reforzada Neptune Strike, bajo mando OTAN, y en el ejercicio Dynamic Mariner, el ejercicio anfibio más importante del año.

La combinación de los buques con aviones, helicópteros e infantes de marina presentes en el Grupo de Combate Expedicionario conforma un elemento vital de disuasión en situaciones de crisis, por su capacidad de actuar en cualquier costa desde aguas internacionales, sin necesidad, por tanto, de permisos o acuerdos con otros países.

Aunque su cometido principal es llevar a cabo operaciones militares sobre tierra operando desde la mar, la variedad de capacidades que aportan al conjunto las unidades que lo componen, permiten al “Dédalo 23” reconfigurarse fácilmente para enfrentarse a todo tipo de misiones, desde las de máxima complejidad militar, como Neptune Strike, a las de ayuda humanitaria, como la llevada a cabo tras el terremoto que sacudió Turquía el pasado mes de febrero.

En esa ocasión, el Grupo se puso a disposición de las autoridades locales de emergencia para asistir a la población con todos sus medios y llevó a cabo múltiples tareas de asistencia humanitaria como distribución de alimentos y agua, instalación de campamentos para damnificados, descarga de buques y aviones con ayuda humanitaria y búsqueda de supervivientes entre los escombros, contribuyendo a salvar las vidas de un adulto y un niño de 7 años..

Permanecerá abierto al público en el Muelle Barcelona Este, en horario: Viernes 10 noviembre de 16 a 17 30 horas; Sábado de 10 a 17 30 horas y Domingo de 10 a 13 00 horas.

Neptune Strike

Durante 11 días, 20 naciones aliadas y socios han demostrado en las actividades operativas Neptune Strike, de forma creíble y transparente, que el compromiso, la cohesión y la unidad de la Alianza con la soberanía y la libertad sigue siendo tan fuerte y relevante como siempre.

Las actividades Neptune Strike son una demostración tangible de la capacidad de la Alianza en realizar operaciones multi-dominio para demostrar las capacidades de proyección del poder naval y de interoperabilidad que aportan todos los socios e impulsar su estrategia de disuasión y defensa.

Las Actividades de Vigilancia Reforzada en tiempo de paz son un proyecto a largo plazo dentro del carácter eminentemente defensivo de la alianza y  se han convertido en un trabajo rutinario en la OTAN, generando efectos disuasorios en un amplio espectro de los dominios marítimos, aéreos y terrestres y ofreciendo oportunidades únicas para perfeccionar la interoperabilidad de las unidades aliadas.

La actividad ‘Neptune Strike’ se dirige desde el cuartel general del “Naval Striking and Support Forces NATO” (STRIKFORNATO) en Oeiras (Portugal) y su campo de acción abarca desde el Mediterráneo Central hasta la región del Mar Negro, pasando por el Mar Báltico.

En esta edición ha incluido numerosas misiones coordinadas entre los portaaviones en los cielos de Rumanía, Hungría, Croacia, Albania, Italia, España, Alemania, Dinamarca, Reino Unido y Grecia poniendo de relieve las capacidades específicas y el alcance operativo de los grupos de portaaviones europeos.

En una época de competencia global, la mayor responsabilidad de la Alianza es trabajar para la protección y la defensa frente a amenazas militares procedentes de cualquier dirección posible, en cualquier momento.  En las actividades Neptune Strike 23-3 se muestra de forma inequívoca cómo los Aliados de la OTAN se mantienen firmes en el cumplimiento de esa inquebrantable responsabilidad.

Por primera vez tres grupos de portaaviones europeos bajo bandera OTAN

Desde el pasado 28 de octubre y hasta el 10 de noviembre,  el Grupo Expedicionario ‘Dédalo 23’ ha participado en las tareas de vigilancia reforzada de la OTAN para tiempo de paz enmarcadas en la actividad ‘Neptune Strike’.

El portaaviones ‘Juan Carlos I’, con sus aviones Harrier AV8B y sus helicópteros, el buque de asalto anfibio “Castilla”, la fragata ‘Numancia’ y un Batallón Reforzado de Desembarco del Tercio de Armada han colaborado con medios navales, aéreos y terrestres de hasta otros veinte países aliados para demostrar la cohesión de la OTAN y poner a prueba sus capacidades aéreas y navales.

Entre los participantes destacan el portaaviones británico ‘Queen Elizabeth’ y el  italiano ‘Cavour’, con cuyos aviones se integraron los Harrier AV8B y helicópteros de la Armada. Ha sido la primera vez que estos tres portaaviones operan juntos por primera vez bajo el mando de la OTAN en las actividades Neptune Strike, mostrando las capacidades de los Grupos de Combate de Portaaviones de las Marinas europeas.

Además de la intensa actividad aérea, también se han realizado actividades anfibias multinacionales en el litoral albanés, lideradas por el Batallón Reforzado de Desembarco de Infantería de Marina.

Las misiones voladas, sobre todo en Neptune Strike, han sido muy variadas en complejidad, predominando las dedicadas a la explotación de su mejor capacidad y con la mayores efectos de disuasión contribuye, la de ataque a suelo, proporcionando interdicción aérea (AI) en profundidad y apoyo aéreo próximo (CAS) a las unidades en contacto, junto a equipos de control del apoyo de fuegos que realizan su control y guiado terminal.

El Grupo Expedicionario ‘Dédalo 23’ ha reforzado así durante unos días al dispositivo español que participa en las tareas de vigilancia de la OTAN junto con el Battlegroup español en Letonia, los destacamentos del Ejército del Aire y el Espacio en Rumanía y los buques integrados en las Agrupaciones Permanentes de la Alianza.

La participación en Neptune Strike es siempre muy provechosa por el alto nivel de interoperabilidad que se alcanza y por la visibilidad que da a la capacidad de proyección de la Armada.


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