¿Desea recibir notificaciones de www.defensa.com?
X
Jueves, 21 de noviembre de 2024 Iniciar Sesión Suscríbase

La capacidad de defensa antiaérea y antimisil centrará la modernización de las fragatas F-100 de la Armada

Las fragatas F-100 de la Armada, a la mitad de su vida útil, van a ser modernizadas. (Octavio Díez Cámara)
Las fragatas F-100 de la Armada, a la mitad de su vida útil, van a ser modernizadas. (Octavio Díez Cámara)

La Armada presentará en el 4 de diciembre su Plan 2050 que esboza las líneas generales de las distintas actuaciones, incorporaciones o adquisiciones con las que se van a mantener y evolucionar las capacidades militares navales españolas de cara a tener un potencial naval importante y nada desdeñable para los intereses tanto nacionales como de los aliados.

Dentro del mismo cobra un especial interés el de modernización de las fragatas F-100 “Álvaro de Bazán”, que conforman hoy el potencial más notable en la capacidad de combate de superficie de la Armada y una aportación significativa a las capacidades de los aliados en la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).

El proceso, que podría iniciarse ya en 2025 o 2026, está pendiente de la aprobación gubernamental de las partidas económicas necesarias -estimadas en una cifra próxima a los 2.000 millones de euros- pero desde el punto de vista de concepto ya está definido.

Entre las actuaciones más visibles que se contemplan se incluye dar un impulso a su capacidad de la defensa antiaérea y antimisil integrada. La IAMD (Integrated Air and Missile Defence) es hoy una necesidad clave, pues en el entorno de las amenazas a las que las fragatas F-100 tengan que enfrentarse se incluyen misiles antibuque, misiles hipersónicos, misiles balísticos y diferentes tipos de aeronaves que, en general, serán de altas prestaciones.

Los trabajos de modernización y actualización serán llevados a cabo por Navantia que fue la compañía que construyó, ahora hace dos décadas, las modernas fragatas “Álvaro de Bazán” . (Octavio Díez Cámara)

Sin tener detalles técnicos precisos de lo que realmente se decidirá aplicar por la Armada y los que presupuestariamente hablando la sustentan, lo que parece lógico es actualizar buena parte de la electrónica y sistemas de proceso asociada al radar multifuncional SPY-1D e incluso actuar sobre sus cuatro antenas con alguna modificación para que sus capacidades se dirijan hacia las del SPY-7 con el que se dotará a las futuras fragatas F-110.

La búsqueda de la mejora del potencial de defensa antiaérea y antimisil de las cinco naves, de las que hay que recordar que las cuatro primeras cumplen entre 2022 y 2026 dos décadas de actividad y la quinta lo hará en 2032, podría apuntar a alguna optimización de su lanzador vertical de misiles para que pueda incorporar armas como los SM-3 y en los sistemas de guía de sus misiles -actualmente los SM-2 y ESSM (Envolved Sea Sparrow Missile)- para mejorar sus cualidades a la hora de interceptar diferentes tipos de amenazas en vuelo que cada vez son más letales y eficientes.

Una de las actuaciones previsibles para optimizar sus capacidades de defensa antiaérea y antimisil se centrará en proveer a las fragatas F-100 de una capacidad disuasoria creíble y real frente a la peligrosidad de los misiles balísticos que cada vez proliferan más entre algunas naciones belicosas que pueden llegar a ser un adversario al que tener que enfrentarse.

La interceptación de ese tipo de objetos en vuelo, que suelen describir trayectorias parabólicas, requeriría de mejoras en equipos de proceso de información, de sensores modificados y sobre todo de misiles con capacidad real de interceptarlos antes de que se acerquen a su objetivo potencial. (Octavio Díez Cámara)


Copyright © Grupo Edefa S.A. defensa.com ISSN: 3045-5170. Prohibida la reproducción total o parcial de este artículo sin permiso y autorización previa por parte de la empresa editora.