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Un carro de combate M-24 Chaffee en el Museo de Medios Acorazados del Ejército de Tierra

El nuevo carro de combate M-24 Chaffee, que se puede ver en el MUMA. (Foto Julio Maíz)
El nuevo carro de combate M-24 Chaffee, que se puede ver en el MUMA. (Foto Julio Maíz)

El Museo de Medios Acorazados (MUMA), con sede en el acuartelamiento del El Goloso (Madrid), ha recibido un carro de combate de origen norteamericano M-24 Chaffee, este modelo fue el único norteamericano de la época de la Segunda Guerra Mundial (SGM) que operó el Ejército de Tierra, que, tras el final de la Guerra Civil, estuvo dotado principalmente de T-26 rusos y Panzer I B alemán, a los que solo logró reforzar en 1943 con 20 Panzer IV-H y una decena de cañones de asalto Stug-III G.

Con esos precedentes, la llegada de los M-24 al Ejército de Tierra fue más que necesaria tras años de aislamiento del régimen del general Franco, que en el contexto de la Guerra Fría logró restablecer las relaciones con Estados Unidos (Pactos de Madrid de 1953), que empezaría a entregar y vender su moderno material de defensa a España.

En principio, en 1956 se recibieron, mediante el programa de Ayuda de los Estados Unidos, 31 de estos blindados ligeros, a los que luego se añadirían en torno a otros casi 150, según la información que da el MUMA, aunque en la obra de referencia “Carros de combate y vehículos de cadenas del Ejército español” se limita la cifra total de los obtenidos por el Ejército de Tierra a los 31 iniciales.

A los Chaffee, que por sus características se asignaron al Arma de Caballería, seguirían las entregas, más numerosas, de carros de combate más modernos, como el también ligero M-41 y los M-47 y M-48, que sirvieron para renovar completamente el parque blindado del Ejército de Tierra.  

Estos medios participaron en el conflicto de Sahara español, donde fueron desplegados en torno a una decena a principios de 1958, encuadrados en el Grupo Expedicionario “Pavía”, contribuyendo decisivamente a rechazar la agresión de las bandas marroquíes contra el territorio.  Tras la vuelta de la mayoría del personal del “Pavía” a la Península, los carros de combate se quedaron en el Sahara, como material de los Grupos Blindados I y II de la Legión, hasta su sustitución por los vehículos franceses 4x4 Panhard AML-60 y AML-90. A principios de los años 60 fueron definitivamente sustituidos en los Grupos de Caballería por los M-41 Walter Bulldog.

Las pequeñas dimensiones del M-24 Chaffee se pueden apreciar mejor comparándolo con el M-60, que se ve a su derecha. (Foto Julio Maíz)

De la Segunda Guerra Mundial a Irak

El carro de combate ligero M24 Chaffee, diseñado originalmente para una función principal de reconocimiento, tenía una buena movilidad, aunque su cañón M6 de 75 mm no era rival para los Panzer alemanes y, como todos los carros ligeros, su blindaje era bastante liviano. Durante la SGM, debido a su tardía llegada al teatro de operaciones de Francia (noviembre de 1944) no fue demasiado importante; siendo más conocido por su uso en conflictos posteriores, como fueran los de Corea, Indochina francesa, Argelia, Sahara, Vietnam, las guerras indo-pakistaníes e incluso, ya en los años ochenta, en el conflicto entre Irán e Irak.

El M-24 utilizaba como propulsión 2 motores comerciales Cadillac 44T24 (V-8), de 220 caballos de potencia, lo que según los carristas españolas generaba problemas de sincronización de los propulsores. Su producción, que empezó en abril de 1944, terminó en agosto de 1945, siendo el número total de unidades construidas de 4.731. Posteriormente, Noruega refabricó 54 con la designación NM-116, que tuvo en servicio hasta 1972.                 

Fue denominado Chaffee en honor a Adna R. Chaffee, general del US Army (Ejército de los Estados Unidos) decisivo para impulsar y desarrollar la doctrina de empleo del carro de combate, por lo que es considerado por la Institución como el “padre de las fuerzas acorazadas”.                                

El M-24 genero diversas variantes utilizando su barcaza, como fue el M19, dotado de dos cañones antiaéreos de 40mm, los obuses autopropulsados M37 de 105 mm (de los que el Ejército de Tierra operó 28 unidades) y M41 de 155 mm, el T77, con una torre rediseñada para alojar seis ametralladoras de 12,70 mm, y algunas versión tractor y bulldozer sin torreta.                                   

El Ejército de Chile modificó parte de los que adquirió en Estados Unidos, instalándole un cañón de hipervelocidad o High Velocity Medium Support (HVMS) de 60 mm, empleando esta versión modernizada hasta 1999. (Julio Maíz)

 

 

 


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