La ministra de Defensa, Margarita Robles, acompañada por la nueva secretaria de Estado, Esperanza Casteleiro, y la recién nombrada subsecretaria del Departamento, Amparo Valcarce, se reunió con los responsables del Mando de Operaciones (MOPS) para analizar los retos de la Directiva de Defensa Nacional 2020.
Con el desarrollo de la nueva Directiva de Defensa Nacional, el Ministerio iniciaría próximamente un nuevo ciclo en el planeamiento de las políticas de Defensa “para adaptarse a los nuevos retos y a los shocks estratégicos del siglo XXI”, según ha definido el jefe de Estado Mayor de la Defensa, general de Aire Miguel Ángel Villarroya, encargado de introducir el acto. Las líneas maestras de la Directiva de Defensa Nacional 2020 han sido desgranadas por el secretario general de Política de Defensa, almirante Juan Francisco Martínez Nuñez, para quién la directiva es “una cuestión de Estado”.
Robles ha reiterado por su parte su apuesta “por unas Fuerzas Armadas del siglo XXI, modernas, preparadas y que estén siempre en primera línea, ya sea en las misiones o en situaciones de crisis como la pandemia”. En relación a la nueva Directiva, ha resaltado el compromiso “claro inequívoco e indudable” de las Fuerzas Armadas con España y con los ciudadanos de este país, además de incidir en su “compromiso con el multilateralismo” el trabajo que desempeñan en el ámbito de la Unión Europea, lo que demuestra que España es “un país serio, sólido, fiable y que contribuye a la reconstrucción de Europa (…) Tenemos muchos retos en materia de seguridad y defensa, pero sin esa política de seguridad y defensa, no puede haber derechos y libertades”.
El secretario general de Política de Defensa ha puesto el foco en “las misiones de paz, la incorporación de la mujer a las Fuerzas Armadas y las lecciones aprendidas en la operación Balmis” como pilares esenciales de la Directiva.
“Gracias a estas experiencias, la Directiva de Defensa Nacional ha logrado un alcance sin precedentes, muy valorada incluso por nuestros aliados de la OTAN”, ha reconocido.
Martínez Nuñez ha puesto en valor la apuesta de la Directiva por la “integración de la Defensa”, por un lado, en el Sistema de la Seguridad Nacional y, por otro, en el Sistema de Seguridad Colectiva con socios y aliados, además de fomentar el “multilateralismo” para promover las organizaciones de seguridad cooperativa. En su opinión, la aportación más trascendente de esta Directiva es su apuesta por el concepto de “Seguridad Humana” en la resolución de conflictos, refiriéndose a valores como “el respeto a la diversidad, la apropiación local, la equidad, y la promoción de la mujer en la solución negociada de los conflictos”.
“El objetivo final será disponer de Fuerzas Armadas actualizadas, mejor preparadas, sostenibles y capaces de contribuir eficazmente a gestionar retos de seguridad”, ha concluido el secretario general de Política de Defensa.
Por su parte, Esperanza Casteleiro ha indicado que desde la Secretaría de Estado, como responsable de la gestión y adquisición de recursos materiales, se promoverá “la financiación suficiente” para gestionar unas Fuerzas Armadas modernas y preparadas, tal y como requiere la Directiva.
Esa financiación, según Casteleiro, permitirá mantener el apoyo a la industria de defensa nacional y contribuir así a la recuperación económica y al empleo de alta cualificación. “Es una obligación invertir en las empresas nacionales de defensa, asegurando el retorno posible de la participación en dichas iniciativas”, para añadir que es necesario “potenciar la investigación, el desarrollo y la innovación”, lo que requiere una “inversión adecuada y estable”.
La importancia que se otorga al personal ha sido el tema sobre el que se ha detenido la subsecretaria Amparo Valcarce. Ha detallado sus planes de actuación para afrontar los compromisos de la Directiva: El impulso de una mejor calidad de vida, mejores oportunidades de formación, además de potenciar el apoyo a sus familias.
La subsecretaria ha subrayado que el objetivo de la política de personal en las Fuerzas Armadas es alcanzar “la excelencia, basada en la eficiencia, la previsibilidad, la flexibilidad, y sobre condiciones de vida y trabajo dignas”.
Además, ha destacado la importancia de fomentar un adecuado desarrollo de la carrera profesional, además de continuar con la mejora del reclutamiento, impulsar el modelo de Enseñanza Militar, fomentar la igualdad entre hombres y mujeres, y los planes de orientación laboral.
La consolidación del modelo de la Sanidad Militar y la puesta en marcha de un plan de respuesta temprana para el control de la Covid-19 son otros de los grandes retos de esta subsecretaria. El desarrollo de la Directiva de Defensa Nacional también implicará un nuevo planeamiento y cambios en la estructura del Estado Mayor de la Defensa (EMAD). El general de División, Iñigo Pareja, jefe de la Dirección de Planes del Estado Mayor Conjunto ha explicado que “la adaptabilidad y la innovación” son los principios que primarán para configurar el nuevo modelo.
El encuentro se ha cerrado con la intervención del comandante del Mando de Operaciones, teniente general Fernando López del Pozo, que ha abordado el capítulo de operaciones de cara a afrontar la Directiva y ha enfatizado que “hemos mantenido el compromiso con todas las organizaciones internacionales ayudando a nuestros socios, pese a la pandemia”.
Foto: Ministerio de Defensa de España