A finales de 2017 se adjudicó un contrato a la empresa Total Control Handcuffs (TCH) Spain para el suministro de un lote de algo más de un centenar de módulos láser que tenían un presupuesto unitario de unos 1.000 euros más IVA. Al año siguiente se debieron materializar las entregas iniciales y hemos podido ver algún ejemplar en alguna muestra de material. Ahora, durante el ejercicio Infierno Blanco 2021 del Mando de Tropas de Montaña (MTM) hemos podido observar que el empleo de los designados TRIZM-G se ha generalizado y que bastantes militares dentro de los pelotones los llevan fijados a los raíles estandarizados de sus fusiles de asalto G36E y de las ametralladoras ligeras MG4, armas ambas del 5.56x45mm originarias de la firma germana Heckler & Koch.
Suponemos que el uso de esos módulos por el personal de las compañías del Regimiento de Infantería América 66 de Cazadores de Montaña en una cantidad notable en cuanto a su número se debe a que tras aquella primera compra se han materializado otras más para ir dotando, poco a poco, a diferentes unidades del ET. Sabemos que ellos los tienen en uso desde hace ahora algo más de un año.
Sobre el sistema en cuestión, concretar que lo fabrica en California la compañía estadounidense Beamshot. Se trata de un sistema compacto que se fija con un anclaje Picatinny 1911 a los raíles que suelen ser habituales en diferentes armas largas y de apoyo. Se trata de un módulo ligero de 320 gramos de peso, siendo sus dimensiones de 114,6x79,7x44,2 milímetros.
Lo hemos observado fijado en la parte superior de los fusiles de asalto G36E y en el lateral en las ametralladoras MG4, una localización óptima para facilitar su activación a la vez que se abre fuego. Incluyen un cable con un elemento pulsador y en la carcasa del módulo, que es de aluminio anonizado de grado aeroespacial 6061 (T6), hay unas palancas selectoras que el usuario puede activar a conveniencia.
Con las mismas, el usuario del TRIZM-G puede escoger entre varias opciones. De un lado un láser visible de color verde que opera a 532 nanómetros y tiene un alcance de unos dos kilómetros. De otro un láser infrarrojo que trabajando a 830 nm consigue referencias a 3 km, aunque exige de que el portador emplee sistemas de visión nocturna para ver el punto generado. Una tercera opción es un puntero infrarrojo de mayor tamaño y potencia que consigue generar un punto de referencia a 5 km de la posición propia, disposición útil para marcar a sistemas de armas terrestres o aéreos una determinada posición que hay que batir o un punto concreto de interés.
El Beamshot TRIZM-G es un conjunto láser multifunción que incluye un modo de emisión de baja potencia, otro de alta y una opción estroboscópica que centellea para su mejor localización. Puede ser provisto con un cable que lo activa a distancia e incluye unos elementos de regulación asociados al láser verde y al infrarrojo de forma que apunten ambos al mismo lugar, lo que para el militar que trabaja con él es una ventaja notable. También lo es que con una única batería AA de 1,5 voltios puede estar encendido durante 4 horas, contando también con un indicador que avisa al operador que la energía remanente es poca. (Octavio Díez Cámara)
Fotografia: Un número considerable de los módulos TRIZM-G han sido usados en el ejercicio Infierno Blanco 2021, una novedad que es positiva para la potenciación del ET. (Octavio Díez Cámara)
El uso más generalizado de módulos láser en unidades convencionales es una buena aportación para incidir en su precisión en el combate. (Octavio Díez Cámara)
El sistema TRIZM-G (Green) es un módulo multifunción estadounidense que cumple con el estándar militar y es versátil y potente. (Octavio Díez Cámara)
Las ametralladoras ligeras MG4 concentrarán, tanto de día como de noche, mejor sus fuegos con la ayuda de marcadores láser visibles e infrarrojos. (Octavio Díez Cámara)