El Gobierno, que este viernes, 20 de noviembre, ha autorizado en Consejo de Ministros, la adquisición de “un sistema aéreo tripulado remotamente (RPAS) conjunto, estratégico y operacional, procedente de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos por un valor de 158.035.714,29 euros”, informa que la entrega de los dos primeros aviones y una estación móvil de control terrestre tendrá lugar en julio de 2017. La segunda estación de tierra será entregada en octubre de 2018, mientras que el tercer avión será entregado en abril de 2019 y el cuarto avión, en abril de 2020.
En total se incorporarán entre julio de 2017 y abril de 2020, cuatro Reaper, en la versión MQ-9 Block 5, de la empresa General Atomics Aeronatical. Este sistema cuenta, en su conjunto, según detalla el Gobierno, con cuatro plataformas aéreas, junto con cinco conjuntos electroópticos MTS-B HD EP/IR, cuatro radares SAR/MTI con modo marítimo y cuatro sistemas de identificación AIS. Se completaría con estaciones de control en tierra, así como con las estaciones de explotación de la información y de comunicaciones satélites y terminales de datos necesarias, y un lote de equipo de apoyo en tierra. Además, el sistema contará con un sistema deshielo y un sistema de evitación de colisión en vuelo, se expecifica. También contará con capacidad de despegue y aterrizaje automático y con un Centro de Operaciones. La naturaleza del Acuerdo corresponde a un contrato de adquisición. La adjudicación se realizará por el procedimiento de CONTRATO FMS (Foreign Military Sales) para el período 2015-20.
Los RPAS realizarán, tanto en el entorno terrestre como marítimo, misiones de reconocimiento, vigilancia, designación de objetivos, evaluación táctica de daños y relé de comunicaciones. Adicionalmente, y dotado de cargas útiles adecuadas, podría realizar otras misiones de apoyo al combate como guerra electrónica, misiones de detección NBQR, de explosivos improvisados y de apoyo al salvamento y rescate aéreo.
La naturaleza asimétrica de los nuevos conflictos y los grandes desarrollos tecnológicos aeroespaciales están provocando cambios significativos en el modo de realizar las operaciones militares. El empleo de las Fuerzas Armadas busca los efectos deseados con la mínima destrucción, reduciendo las bajas propias y sustituyendo, en gran medida, la fuerza militar por avanzadas tecnologías. En este nuevo escenario resulta esencial el número, la capacidad y permanencia de los sensores, así como la conectividad entre ellos, los centros de fusión de datos, los sistemas de distribución de los mismos y los centros de mando y control.
Para cubrir esta necesidad el jefe de Estado Mayor de la Defensa ha incluido dos fases dentro del actual Planeamiento de Capacidades: una primera solución a medio plazo con la adquisición de un grupo de RPAS MALE prevista para 2016/17 y una solución a largo plazo con la adquisición de otro sistema RPAS MALE con capacidades superiores.