De la mano de expertos del sector de la defensa, de la Universidad Politécnica de Madrid, donde se celebró el evento y de Integral Innovation Experts de 9altitudes, se abordó la transformación digital necesaria en los sectores de Defensa y Aeroespacial en una interesante jornada celebrada el 19 de septiembre.
Bajo el título “Transformación digital en el sector defensa: Tendencias y oportunidades” una mesa redonda acogió un interesante panel de expertos que analizaron cómo la adopción de tecnologías digitales como la IA y el IoT pueden integrarse efectivamente en las operaciones de soporte y mantenimiento, las barreras regulatorias que dificultan la adopción de estas tecnologías y el futuro de la digitalización en el sector defensa.
Empresas como Indra, Navantia, Tess Defence, Hisdesat, GDELS-Santa Bárbara Sistemas, 3M o Airbus Crisa y representantes del Ministerio de Defensa, de la Armada, del Ejército del Aire y del Espacio y del Ejército de Tierra pudieron conocer de primera mano casos de éxito de empresas líderes en el sector, perspectivas, consejos prácticos sobre cómo aplicar las últimas tecnologías, oportunidades que facilitan la digitalización para transformar operaciones y en definitiva una lección de aprendizaje para que las empresas del sector Defensa y Aeroespacial, como proveedores de sistemas a las Fuerzas Armadas, puedan ser más competitivas, pudiendo acelerar sus procesos y entregando más producto en menos tiempo, reforzando así su valor de marca.
La jornada, organizado por Integral Innovation Experts de 9altitudes, con un éxito total de asistencia, determinó que la digitalización en la industria de Defensa está destinada a revolucionar la forma en que se llevan a cabo las operaciones militares, mejorando la eficiencia, la seguridad y la capacidad de respuesta. La clave estará en la integración de estas tecnologías de manera segura y efectiva, aprovechando al máximo sus beneficios mientras se mitigan los riesgos asociados.
El evento abordó cómo superar los desafíos de digitalización en el mantenimiento de sistemas y los mayores desafíos que enfrenta la industria de defensa en la adopción de tecnologías digitales para el mantenimiento y soporte. Afrontar este capítulo pasa por contar con herramientas verdaderamente “robustas” y que, junto con un gobierno del dato, se garantice la continuidad y trazabilidad de la información con la fase de diseño y desarrollo donde se genera. Es preciso así mismo hacer un esfuerzo en formación y que haya una aproximación común entre los múltiples actores que participan en la fase de soporte en servicio
La integración de tecnologías digitales aumenta por otra parte la superficie de ataque para ciberamenazas. Proteger sistemas críticos contra ciberataques es esencial, ya que cualquier vulnerabilidad puede ser explotada con consecuencias graves. Además las Fuerzas Armadas utilizan una amplia gama de sistemas y equipos de diferentes proveedores, lo que exige asegurar que todos estos sistemas sean compatibles y puedan comunicarse entre sí es un desafío técnico considerable.
Muchas infraestructuras de defensa están basadas en tecnologías antiguas, así pues integrar nuevas tecnologías digitales con estos sistemas puede ser complejo y costoso, un reto al que se suma el que la adopción de nuevas tecnologías debe cumplir con estrictas regulaciones y estándares de seguridad, lo cual puede ser complicado y retrasar la implementación.
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Marco normativo
Las barreras regulatorias que dificultan la plena adopción de tecnologías digitales en el mantenimiento de sistemas de defensa son variadas y complejas, ello en un marco en el que el reglamento Europeo de Inteligencia Artificial no aplica y donde no existe la “nube de Defensa”, como sí existe en USA.
Las estrictas normativas de seguridad y privacidad en el sector defensa pueden limitar la implementación de tecnologías digitales, especialmente aquellas que implican el uso de datos sensibles o clasificados. Además, los procesos de certificación y aprobación para nuevas tecnologías pueden ser largos y burocráticos, lo que puede retrasar la adopción de innovaciones tecnológicas que podrían mejorar la eficiencia y efectividad del mantenimiento. Así mismo las regulaciones sobre la exportación de tecnología de defensa pueden limitar la colaboración internacional y el acceso a tecnologías avanzadas desarrolladas en otros países.
Papara superar estas barreras, en el marco del evento se planteó la necesidad de fomentar la colaboración entre el sector público y privado, lo que puede ayudar a desarrollar normativas más flexibles y adaptadas a las necesidades tecnológicas; hay que revisar y actualizar las normativas existentes para que sean más ágiles y menos burocráticas y trabajar en la creación de estándares comunes para la interoperabilidad de sistemas y tecnologías en el sector defensa.
Se apuntó asimismo la importancia de aumentar la inversión en I+D para desarrollar tecnologías que cumplan con las normativas de seguridad y privacidad desde su diseño y abordar la formación y capacitación de los reguladores y al personal de defensa en las nuevas tecnologías digitales, para que comprendan mejor sus beneficios y riesgos. Esto puede facilitar la adopción de normativas más informadas y equilibradas.
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Necesidad de colaboración
La jornada de Integral Innovation Experts de 9altitudes puso también el acento en establecer un enfoque coordinado y colaborativo entre todas las partes interesadas: gobiernos, fuerzas armadas, fabricantes y proveedores de tecnología. Esa colaboración puede mejorar significativamente la eficiencia y efectividad del soporte en el ciclo de vida de los sistemas de defensa de varias maneras. Permite que cada parte aporte su experiencia y conocimientos específicos, crear soluciones más integradas y adaptadas a las necesidades específicas de las Fuerzas Armadas, mejorar la gestión de la cadena de suministro, introducir innovaciones que mejoren la eficiencia y efectividad de los sistemas de defensa, generar un apoyo logístico integrado, reducir costos e incidir en una mayor autonomía y soberanía en materia de defensa.
El encuentro abordó además la forma en que las tecnologías emergentes, como la inteligencia Artificial y el IoT, pueden integrarse efectivamente en las operaciones de soporte y mantenimiento y el papel que juega la ingeniería de sistemas en la implementación efectiva del Gemelo Digital en el mantenimiento de sistemas de defensa.
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El futuro de la digitalización en la industria de defensa en los próximos cinco a diez años
La jornada determinó un futuro a diferentes velocidades. Por un lado las empresas, por otro Defensa. Se destacó en este sentido como la nueva Base Logística del Ejército de Tierra en Córdoba es un motor de la digitalización de los procesos parte del ciclo de vida. Sin duda la digitalización va a seguir desarrollándose en la industria de defensa. Al igual que ha ocurrido en las últimas décadas, los grandes proyectos de diseño & desarrollo colaborativos multinacionales como puede ser el FCAS, van a actuar como tractores de la digitalización en aeroespacial ayudando al sector en su conjunto y especialmente a las industrias, donde los OEM tiene que servir de ejemplo y liderar.
Se destacó como los posibles programas colaborativos en el ámbito Naval (como la fragata 4E) o en Tierra ayudarán a desarrollar la digitalización en estos ámbitos, sin olvidar el ciberespacio, como uno de los ámbitos de defensa que es totalmente digital.También va a ser esencial apoyarse entre diferentes sectores y en el caso de Defensa, mirar a las mejores prácticas que se usan en el sector Civil.
En soporte en servicio, donde el ciclo de vida de los productos es de décadas y las mejoras tiene un retorno enorme, se reiteró que para avanzar en la digitalización hace falta que tanto las diferentes ramas de Defensa, los OEM y las empresas proveedoras de tecnología actúen conjuntamente. Así, el futuro de la digitalización en la industria de defensa en los próximos cinco a diez años promete ser transformador y lleno de innovaciones.
La IA y el aprendizaje automático (ML) jugarán un papel crucial en la mejora de la toma de decisiones, la automatización de tareas y la predicción de fallos en sistemas de defensa. Estas tecnologías permitirán una mayor eficiencia y precisión en operaciones militares. El uso de IoT y sensores avanzados permitirá, además, una monitorización en tiempo real de equipos y sistemas, mejorando el mantenimiento predictivo y reduciendo tiempos de inactividad. Esto también facilitará la recopilación de datos para análisis más detallados.
Por otro lado, con la creciente digitalización, la ciberseguridad se convertirá en una prioridad aún mayor. Se desarrollarán nuevas tecnologías y protocolos para proteger sistemas críticos contra ciberataques, asegurando la integridad y disponibilidad de los datos y sistemas de defensa. Los gemelos digitales permitirán simular y analizar el rendimiento de equipos en diferentes escenarios, optimizando el mantenimiento y mejorando la eficiencia operativa.
Así mismo, la implementación de redes 5G mejorará significativamente las comunicaciones en el campo de batalla, permitiendo una transmisión de datos más rápida y fiable. Esto es crucial para operaciones en tiempo real y para la coordinación de unidades desplegadas. La automatización y el uso de robots en tareas de mantenimiento y soporte reducirán por su parte la carga de trabajo humano y aumentarán la precisión y seguridad en operaciones peligrosas. Los drones y vehículos autónomos también jugarán un papel importante en la logística y el reconocimiento.
La Industria 5.0 no representa tanto otra Revolución Industrial, sino que sirve para aumentar las tecnologías de la Industria 4.0 fortaleciendo la colaboración entre humanos y robots (cobots). Con la Industria 5.0, los pilares de la Industria 4.0 se expanden con el impulso de colocar la creatividad y el bienestar humanos en el centro de la industria para fusionar la velocidad y eficiencia de las tecnologías de máquinas con el ingenio y el talento de las contrapartes humanas.
Por último, la colaboración entre países y empresas del sector defensa será esencial para el desarrollo y la implementación de estas tecnologías. La cooperación internacional permitirá así compartir conocimientos y recursos, acelerando la innovación y mejorando la interoperabilidad de sistemas.
