Sorprendió a algunos la decisión que se conoció hace un par de años relativa a la compra para dotar a diferentes unidades de la Guardia Civil de fusiles de asalto que complementarían a los modelos que tenían en dotación, básicamente los G36E de la germana Heckler & Koch.
La llegada de los que se compraron, un modelo especialmente económico fabricado en Israel siguiendo el concepto mundialmente empleado de la plataforma estadounidense del fusil de asalto tipo M4, ha pasado bastante desapercibida, no los he visto ni en unidades ni en las patrullas por las calles, como sí ha sucedido con los fusiles de asalto Sig Sauer que se obtuvieron al interceptar un alijo de contrabando con cientos de ellos.
Ahora, con ocasión de la ejecución de la Operación “Barbados” de la Guardia Civil, que ha actuado contra un grupo de delincuentes que se hacía pasar por policías para robar a narcotraficantes, hemos podido ver fuertemente armados a los núcleos que han participado en las detenciones de seis personas. A éstos últimos se les han incautado chalecos antibalas, armas de guerra y equipamiento policial con el que simulaban ser agentes de la autoridad.
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Los fusiles de asalto tipo M4 se adquirieron en gran cantidad hace unos pocos años. (Guardian Ltd)
Lo significativo es que en las imágenes oficiales se observa a los guardias civiles portando sus fusiles de asalto tipo M4, armas compactas del calibre 5,56x45mm que permiten reaccionar con diligencia y precisión a cualquier eventualidad táctica. Por cierto, respecto de la precisión resulta curioso que se empleen estos fusiles de asalto de la Guardia Civil sólo con las miras mecánicas originales y que no se hayan adquirido visores optrónicos o de punto rojo para facilitar el encare hacia los objetivos en situaciones especialmente dinámicas, una decisión que, seguramente, ya estará valorándose para ser subsanada de forma diligente.
Como puede observarse, varios de los agentes que penetran en la edificación primero -y seguramente detrás de alguien provisto con escudo antibalas- lo hacen empuñando sus pistolas, un protocolo técnico que he observado en algunos ejercicios propios de los Grupos de Reserva y Seguridad (GRSs). Les acompañan, en un aposición más retrasada varios compañeros más con casco y visera blindada y fusiles de asalto tipo M4 que dejan una huella clara de la concepción y características en la sombra que proyectan en la pared en el movimiento de este personal de la Guardia Civil.
Este estamento policial español, ha incorporado a su arsenal en los últimos tiempos armas personales, tanto pistolas como fusiles de asalto, de origen israelí y adquiridas a un precio bajo que las hace interesante. (Octavio Díez Cámara)








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