Remplazando a Leonardo Marcos, el Consejo de Ministros, a propuesta de los titulares de los departamentos de Interior y de Defensa, ha nombrado este martes a Mercedes González como nueva directora general de la Guardia Civil. González regresa a la dirección general del Cuerpo, puesto que ya desempeñó brevemente, entre marzo y junio de 2023, cuando su predecesora, María Gámez, dimitió por la imputación de su marido en una pieza separada de los ERE de Andalucía, causa que quedó posteriormente archivada.
Licenciada en Periodismo por la Universidad San Pablo CEU, González es especialista en Comunicación de Instituciones Públicas y Políticas y máster en la Universidad Complutense y en la George Washington University.
Ha sido asesora del Grupo Municipal Socialista en el Ayuntamiento de Madrid, del Grupo Parlamentario Socialista en la Asamblea de Madrid y del Ministerio de Política Territorial, así como directora de Comunicación de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP).
En 2015 fue elegida concejala del Grupo Municipal Socialista en el Ayuntamiento de Madrid, cargo que desempeñó hasta su nombramiento como delegada del Gobierno en Madrid el 30 de marzo de 2021. Tras su paso por la Guardia Civil y hasta su nueva designación al frente del Cuerpo, ha sido diputada por Madrid del Grupo Socialista en la XV Legislatura. En este periodo de sesiones ha sido vocal de las comisiones de Defensa e Interior, así como presidenta de la Comisión de Educación, Formación Profesional y Deportes.
González sustituye al frente de la Guardia Civil a Leonardo Marcos, nombrado director general del Cuerpo el 13 de junio de 2023 y que presentó su renuncia al cargo a petición propia por motivos personales.
La Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) ha celebrado la dimisión de Leonardo Marcos, en un comunicado manifiestan que “el ex director general no ha sido un interlocutor válido ni ha demostrado capacidad de diálogo con los guardias civiles para atender sus demandas profesionales, sociales y económica (…) uno de los aspectos que más hemos denunciado de su gestión ha sido su actitud prepotente y la falta de cercanía y diálogo tanto con AUGC como con los propios guardias civiles, no sabiendo atender sus demandas. Además, su gestión del trágico operativo en Barbate, donde dos guardias civiles fueron asesinados el pasado mes de febrero, dejó al director sin autoridad ni confianza para dirigir la institución y que además los responsables de estos asesinatos siguen sin ser juzgados, lo que refleja una falta de responsabilidades en un tema de máxima gravedad».