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Martes, 24 de diciembre de 2024 Iniciar Sesión Suscríbase

El 353 Escuadrón del Ala 35: Operaciones Especiales de ala fija del Ejército del Aire y del Espacio

Un operador del EZAPAC asegurando la zona de operaciones de un C-295 del 353 Escuadrón. (foto Esteban Maiza)
Un operador del EZAPAC asegurando la zona de operaciones de un C-295 del 353 Escuadrón. (foto Esteban Maiza)

Las unidades de operaciones especiales se caracterizan por actuar con una metodología y medios concretos que, dentro del ámbito militar, difieren mucho de la forma de operar de las unidades convencionales. No solo destaca el empleo de tácticas, técnicas y procedimientos concretos, sino también el uso de plataformas de transporte especiales, desde vehículos o embarcaciones hasta aviones y helicópteros.

Esta necesidad de medios de transporte específicos ha llevado a que los ejércitos de diferentes países impulsen unidades de operaciones especiales que operen helicópteros y aviones con la única misión de transportar a los equipos operativos para cumplan la misión en las mejores condiciones.

No se trata de unidades de apoyo a operaciones especiales, sino de unidades de operaciones especiales propiamente dichas, aunque estén compuestas por tripulaciones y no por operadores. Estados Unidos cuenta con el famoso 160 Regimiento de Aviación de Operaciones Especiales (conocidos en el argot como los Night Stalkers) que opera diferentes modelos de helicópteros.

En España, este rol lo asume el 353 Escuadrón de Operaciones Especiales del Ala 35, que opera aviones C-295 (T.21 en nomenclatura militar), y se constituye como un Special Operations Air Task Unit-Fixed Wing (SOATU-FW).

Un C-295 del 353 Escuadrón aterrizando en una pista semi.preparada con operadores del EZAPAC asegurando la zona. (foto Esteban Maiza)

Historia del Escuadrón 

La historia del 353 Escuadrón como unidad de Operaciones Especiales se remonta a mediados de la década pasada. Si bien el escuadrón como tal existía y desempeñaba otros roles con anterioridad, fue a finales del año 2016 cuando el Coronel Jefe del Ala 35 designó a un capitán y le encomendó la tarea de crear la II Escuadrilla de Fuerzas Aéreas Especiales dentro del 353 Escuadrón.

Esta II Escuadrilla fue el único elemento operativo con el rol de Operaciones Especiales hasta que, en verano de 2020, dicho rol se extendió también a la I Escuadrilla, conformando entre ambas un Escuadrón al completo de Operaciones Especiales.

Actualmente, la I Escuadrilla es donde se forman las tripulaciones, tanto pilotos como supervisores de carga, provenientes de los otros dos escuadrones del Ala 35 para efectuar la transición desde las operaciones convencionales a las Operaciones Aérea Especiales (SAO). Cuando los tripulantes han alcanzado el nivel de habilidad, conocimiento y madurez necesario, pasan a formar parte de la II Escuadrilla de Fuerzas Aéreas Especiales, compuesta por tripulaciones completamente preparadas y listas para efectuar misiones.

Un C-295 siguiendo las órdenes de un señalero durante una operación de evacuación de heridos.

El 353 Escuadrón está a su vez encuadrado dentro del Ala 35, y tiene su sede en la base aérea de Getafe, desde donde opera el sistema de armas C-295 (T.21 en nomenclatura militar). Dicho avión constituye una plataforma ideal para las Operaciones Aéreas Especiales.

La versatilidad y adaptabilidad que proporcionan sus múltiples configuraciones; su agilidad y maniobrabilidad; así como sus capacidades y dimensiones (aeronave media/ligera) le permiten realizar una gran variedad de misiones como lanzamientos de personal y cargas, operar en pistas cortas y en campos no preparados, establecer comunicaciones encriptadas de forma segura, contar con contramedidas electrónicas y físicas de autoprotección, volar con gafas de visión nocturna e incluso reabastecer combustible en vuelo como aeronave receptora, lo que amplía el rango de operaciones tanto en el tiempo como en el espacio.

Un C-295 efectuando un despegue táctico. (foto Esteban Maiza)

Mención especial merecen los lanzamientos paracaidistas a alta cota con el uso de oxígeno (modalidades HALO y HAHO) y las tomas de máximo esfuerzo en apenas pocos cientos de metros de pistas o campos no preparados por ser las dos modalidades más frecuentes tanto para insertar como para extraer equipos operativos en misiones de acción directa, reconocimiento especial o asistencia militar (los tres tipos de misiones de operaciones especiales existentes).

Lanzamiento paracaidista a baja cota en modalidad automática desde un C-295. (foto Esteban Maiza)

Adiestramiento 

Al igual que los componentes de los equipos operativos, las tripulaciones de Operaciones Especiales están entrenadas más allá de las habilidades militares básicas (tanto aéreas como no aéreas). Cuentan con equipo especializado y mantienen un alto nivel de preparación y motivación (esta última requisito indispensable en el mundo SOF).

En cuanto al entrenamiento en tierra, los componentes del 353 Escuadrón tienen un adiestramiento avanzado en tácticas de Supervivencia, Evasión, Resistencia y Escape (conocidas por el acrónimo SERE), manejo de armas y tratamiento de bajas en combate conocido como Tactical Combat Casuality Care (TCCC).

El adiestramiento en vuelo, por su parte, busca generar una sinergia y compatibilidad entre las tripulaciones y las fuerzas de superficie. Incluye técnicas especiales de inserción y extracción así como entrenamiento en capacidades esenciales como el reabastecimiento en vuelo (AAR) y el vuelo con gafas de visión nocturna (GVN), ya que una característica fundamental de las operaciones especiales es que se llevan a cabo, cuando es posible, a altas horas de la noche.

Operadores del EZAPAC dando seguridad al despegue de un C-295. (foto Esteban Maiza)

El personal del 353 Escuadrón es un nexo que hace posible la interacción entre el poder aerospacial y la comunidad de las Operaciones Especiales de las Fuerzas Armadas, generando una sinergia que desemboca en unas capacidades excepcionales a la hora de ejecutar misiones de Operaciones Especiales.

En este contexto, el 353 Escuadrón no solo es necesario en la ejecución de las misiones, sino que también es un activo de alto valor en la formación y adiestramiento de los componentes de unidades de Operaciones Especiales tanto del EZAPAC por parte del Ejército del Aire y del Espacio como del MOE del Ejército de Tierra y la FGNE de la Armada.

Así, el 353 Escuadrón participa regularmente en los ejercicios más importantes de las unidades SOF de otros ejércitos, como puede ser el ‘Empecinado’ del Mando de Operaciones Especiales o el ‘GNEX’ de la Fuerza de Guerra Naval Especial. Incluso forma parte del adiestramiento de los futuros boinas verdes, ya que una de las fases finales del curso impartido por la Escuela Militar de Montaña y Operaciones Especiales (EMMOE) de Jaca consiste en un asalto aéreo nocturno al aeropuerto de Teruel, en el que los alumnos de Operaciones Especiales deben completar una acción directa para posteriormente ser extraídos con un C-295.

Un C-295 volando a baja cota. (foto: Esteban Maiza)

Para completar con éxito las misiones y ejercicios con equipos operativos, las tripulaciones del 353 Escuadrón antes deben invertir gran cantidad de horas en adiestramiento propio. En ese sentido, el Acuartelamiento Aéreo de Bardenas es un pilar fundamental de su adiestramiento, permitiendo la ejecución de lanzamientos paracaidistas tanto de personal como de cargas en el polígono de tiro, así como aproximaciones tácticas y tomas y despegues de máximo esfuerzo en la pista de tierra del aeródromo militar de Ablitas.

Por este motivo, es habitual de las tripulaciones del 353 Escuadrón participen en los ejercicios Plan de Lanzamiento de Instrucción y Cargas (PLIC) y European Tactical Airlift Programme (ETAP) que se desarrollan en el ACAR Bardenas, aportando incluso pilotos instructores al curso de vuelo europeo ETAP que se desarrolla en dicha instalación con aviones de transporte tácticos de diferentes países de Europa.

Un equipo de seguridad descendiendo de un C-295 en el aeródromo de Ablitas para asegurar el perímetro. (foto: Esteban Maiza)

Así, el 353 Escuadrón es un activo de muy alto valor no solo para el Ejército del Aire y del Espacio, sino también para las Fuerzas Armadas de España en general. El aspecto diferenciador de sus miembros con respecto a otros pilotos o tripulantes es la mentalidad de Operaciones Especiales, muy valorada por los miembros de los equipos operativos a los que transportan ya que permite llevar la aeronave al límite de forma segura y cumplir la misión en las mejores condiciones.

Un T.21 ejecutando una toma de máximo esfuerzo. (foto: Esteban Maiza)

Un C-295 operando en pista de tierra. (foto: Esteban Maiza)

 

 


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