Entre el selecto grupo de expertos de la OTAN cualificados para pilotar su flota conjunto de aviones remotamente pilotados RPAS (Remotely Piloted Aircraft Systems) Global Hawk, se encuentran tres miembros de las Fuerzas Armadas españolas.
Desde la base aérea de utilización conjunta entre Estados Unidos y la AMI (Aeronautica Militare Italiana) de Sigonella (Sicilia-Italia) nos llega la foto de estos tres pilotos militares españoles, dos del Ejército del Aire y uno de la Armada, que forman parte del contingente militar español destinado al programa de la OTAN de Vigilancia del Suelo o AGS (Allied Ground Surveillance).
El principal objetivo del AGS es operar una flota de RPAS del tipo RQ-4D Global Hawk del Bloque 40, el sistema de esta categoría específica operativo más grande del mundo hoy, con sus 14,5 metros de longitud y 39,9 de ancho y más de 14 toneladas de peso totalmente cargado.
De momento el AGS ha recibido dos unidades del total de cinco que ha adquirido la OTAN, tras la oportuna aceptación del Gobierno de los Estados Unidos, de los que la primera unidad se recibió en noviembre 2019, según informó defensa.com, y la segunda a finales de diciembre del mismo año.
Estamos ante uno de los despliegues menos conocidos de las Fuerzas Armadas españolas, y por tanto bajo el mando directo del MOPS (Mando de Operaciones) del EMAD (Estado Mayor de la Defensa). Además, hablamos de un programa que lleva varios años en marcha, preparando la llegada de las aeronaves, encabezado por un coronel del Ejército del Aire, al que se han ido incorporando personal de la Armada, en concreto de la FLOAN (Flotilla de Aeronaves) de la Armada.
Actualmente estarían ya destinados al programa unos 20 efectivos españoles, cuando estén los cinco mencionados RQ-4D entregados y operativos, en 2025, serán 33 profesionales. Entre éstos, además de los citados pilotos, figuran operadores de sensores, analistas de la inteligencia obtenida, mecánicos, etc. Además, un pequeño grupo de ellos sería seleccionado para un posible despliegue del sistema donde determine la Alianza Atlántica.
Aunque el programa de adquisición, cifrado en unos 1.700 millones de dólares, está siendo costeado por 15 países de la OTAN, entre los que no está España, el anterior equipo del Ministerio de Defensa gestionó que los españoles se integrasen en el equipo del AGS. Así, España participa plenamente en la gestión operativa y logística de este sistema de JISR (Joint Intelligence, Surveillance and Reconnaissance), con un porcentaje de participación de en torno al seis por ciento, la cuarta tras las de Estados Unidos, Alemania e Italia.
Además de las ventajas de la participación de España en la captación de JISR, el programa AGS está siendo clave para dar experiencia operativa a los militares españoles en el campo de los RPAS de altas prestaciones o HALE (High-Altitude Long Endurance), que en el caso del Global Hawk puede volar más de 30 horas en una sola misión. Es una capacidad cada vez más demandada y fundamental para participar en cualquier conflicto actual y futuro, en la que el Ejército del Aire tiene en marcha la puesta operativa de su sistema Predator B, como ya adelantó defensa.com.(Julio Maíz Sanz)
Fotografía: Los tres pilotos de RPAS españoles destinados al programa AGS de la OTAN, detrás se ve uno de los RQ-4D. (Foto: EMAD)