Armada Venezolana versus Marina Bolivariana
Revista Defensa nº 419, Albert Campanera I Rovira
Albert Campanera I Rovira, 20 de marzo de 2016
Resulta muy interesante la visión del poder naval de Venezuela, una retrospectiva del gran país iberoamericano, primero en declarar su independencia de España, en 1810, y el último en conseguirla, en 1824, con un combate naval en el lago Maracaibo, enfatizado por ciertos historiadores como batalla.
Según la historia más generalizada, el cartógrafo veneciano Américo Vespucci, quien, en compañía del conquistador español Alonso de Ojeda, arribó a aquellas tierras en 1499 y, al ver las casas nativas de los indios añús o paraujanas(1), construidas sobre pilares asentados en el agua, le recordaron la ciudad de Venecia, dándole el nombre de Venezuela, que significa pequeña Venecia. Otras versiones más acordes con la actualidad dicen que proviene de la voz indígena veneçiuela, que significa agua grande, y conquistada por los españoles al castellanizarlo así lo dejaron. Foto: Alegoría del bloqueo de costas Venezuela por potencias europeas en 1902. La independencia lograda con la ayuda de extranjeros, magnificados de próceres, alguno de ellos españoles procedentes de la Real Armada, como Francisco de Asís Hernaiz, los estadounidenses Chittiy y Belluche, el británico Richard Wrigth, los franceses Nicolás Joly y Louis Aury, etc., no mejoró substancialmente el estatus indígena. Los criollos continuaron rigiendo los destinos del país, como reflejó Mario Vargas Llosa en su discurso de aceptación del premio Nobel de literatura en 2010, cuando afirmó que al independizarnos de España, hace doscientos años, quienes asumieron el poder de las antiguas colonias, en vez de redimir al indio y hacerle justicia por los...
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