La realidad de conflictos recientes ha dejado claro que el camión militar clásico poco tiene que aportar a los campos de batalla que se prevén para un futuro más o menos próximo.
En los últimos años hemos visto popularizarse en gamas los conceptos multipropósito de 2, 3 o 4 ejes las cabinas blindadas que protegen a las tripulaciones de impactos de armas de fuego portátiles o de proyecciones de explosiones próximas, pues es más que previsible que en el devenir de sus cometidos resulten alcanzados, de forma directa o indirecta, por el fuego del adversario.
La aparición de drones y municiones merodeadoras, una realidad manifiesta en los actuales enfrentamientos militares, hace del todo necesario que se dé un paso adicional. Habría que incorporar soluciones como montajes RWS (Remote Weapon Station) con ametralladoras medias del 7,62x51mm con los que abrir fuego para neutralizar diferentes amenazas aéreas de forma bastante eficaz y diligente.
La misma plataforma, con cabina blindada, podría ser usada para cometidos bien diversos e incluso adaptada puntualmente de uno a otro. (Rheinmetall)
Pero la revolución más importante es la que debería apostar por un concepto multipropósito real y eficaz. En el actual contexto militar no cabrían -en mi opinión- soluciones específicamente dedicadas a un solo fin y debería apostarse por diseños con algún tipo de plataforma estandarizada que permitiese adaptar un bastidor tipo de dos, tres, cuatro o más ejes para que, puntualmente, pudiese responder a más de una necesidad.
Hace años llegaron los vehículos multiplataforma (VEMPAR) asociados a cometidos logísticos. Un paso más sería adaptar el camión militar hacia diseños que se convirtiesen en vehículos multiservicio adaptados a las necesidades de la Artillería, los Ingenieros, la Logística, etcétera.
Las estructuras militares los solicitarían en un número importante a los suministradores paralelamente a la incorporación de sistemas de armas o equipos. Así, a modo de ejemplo, un regimiento artillero dispondría de medio centenar de autobastidores. Tendría también módulos de fuego con cañón, módulos de fuego con cohetes, módulos de municionamiento, módulos de comunicaciones, …, que para una determinada misión se instalarían sobre una u otra plataforma en función de lo que se pretende.
Con un diseño adecuado no sería difícil incluir un sistema de anclaje para el lanzador que permitiese retirarlo y dedicar también el camión a cometidos distintos de los de fuego. (Tatra)
Sería un concepto multipropósito con ventajas logísticas al adquirir vehículos más estandarizados y no tan dedicados. La avería de algún sistema de la plataforma portadora, como sucede hoy con diseños que incorporan torres artilleras sobre camión, no incidiría en la retirada del arma. Solo habría que instalarla sobre otra plataforma.
Seguramente, por ingeniería, no sería complejo ni caro este tipo de solución que beneficiaría a los camiones militares del futuro de una mayor capacidad y aportación a las estructuras militares. Se incluiría en el bastidor una plataforma y un conjunto de elementos de anclaje; las propias unidades fijarían sobre estos últimos el módulo que se pudiese necesitar en un momento dado.
Ante una catástrofe, las baterías artilleras móviles podrían configurarse para tareas logísticas o de abastecimiento de forma fácil. También podrían preservarse mejor -o incluso ocultarse- los módulos generadores de capacidades a los que darían movilidad los camiones militares. (Octavio Díez Cámara)