Colombia: Las demandas de la defensa en la era postconflicto
Carlos Vanegas, 9 de agosto de 2017
Después de un largo proceso de paz, que por fin llegó a buen término, con el inicio de la concentración y entrega de armas por parte del grupo guerrillero de las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia), las Fuerzas Militares han iniciado un nuevo rumbo dentro de su doctrina militar.
El país redirecciona el que durante mucho tiempo fue su enfoque COIN (Contra Insurgencia) a lo que se pretende sea en los años venideros. Poco a poco la población ha empezado a recibir mensajes directos, por parte de los altos mandos militares, con el fin de ir haciendo cada día más conocidos algunos términos o nombres de equipos militares, que ya no son públicamente nombrados por su importancia en la guerra que durante décadas se libró contra las FARC. Ahora se empieza a justificar la defensa en base a conceptos como protección de la soberanía, participación multinacional e incluso colaboración con la OTAN.
La Armada Nacional de Colombia apuesta desde hace un tiempo por renovar la flota de superficie con capacidades misileras. Con más de 30 años, las fragatas F-1500 se acercan al final de su vida útil y desde hace algunos años el proyecto de Plataforma Estratégica de Superficie (PES) se ha escuchado con especial notoriedad. Este proyecto, que busca dotar a esta fuerza de 8 fragatas completamente concebidas para guerra de superficie, antisubmarina y, sobre todo, defensa antiaérea, capacidad de la que adolecen las actuales del tipo Almirante Padilla, ya cuenta con un cronograma que pretende definir para...
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