El último calendario de entregas del vehículo blindado 8x8 Dragón contempla las primeras 92 unidades en este año, incluso de las diez primeras unidades este mismo martes. No parece un objetivo fácil de cumplir si tenemos en cuenta que era el número de blindados que se debían haber entregado en el año pasado y que finalmente no han llegado al Ejército de Tierra.
Recordemos que el cronograma oficial seguía programando hasta hace poco proveer 92 vehículos en 2024, 100 en 2025, 104 en 2026 y 52 en 2027 hasta completar las 348 unidades contratadas en 2020.
Aún en junio del año pasado la secretaria de Estado de Defensa, Amparo Valcarce, confirmaba el cumplimiento de lo previsto, pero a finales de 2024 se intentó entregar un número limitado de estos blindados, aproximadamente una docena, lo que finalmente no ocurrió, el jefe del programa 8x8 en la Dirección General de Armamento y Material (DGAM) del Ministerio de Defensa, el coronel del Ejército de Tierra Vicente Infante, decidió no seguir en su puesto.
Hasta qué punto hay que coger con pinzas ese cronograma lo ilustraba recientemente la presentación que realizó el general de brigada Alfonso Castilla Barea el pasado mes de enero, en el evento International Armoured Vehicles Conference (IAVC), en Reino Unido, donde figuraban los 92 VCR 8x8 Dragón del año pasado como entregados.
Confusión generó además la noticia de la semana pasada de la visita de la secretaria de Estado de Defensa Amparo Valcarce a las instalaciones de GDELS-SBS en Alcalá de Guadaira para comprobar los avances del programa, informándose de que estaban disponibles ya las diez primeras unidades (de la versión de zapadores) a disposición de la Dirección General de Armamento y Material, para que el Ejército de Tierra realizara las pruebas de aceptación.
Finalmente no hubo noticia de entrega ni información adicional al respecto aunque coincidió la vista con el anuncio por parte de la empresa de la superación de las pruebas de rodadura y fiabilidad del vehículo “tras recorrer más de 2.000 km. en diferentes condiciones de terreno”.
Entorno empresarial
Antes, en octubre, se formalizaba la toma de control de Tess Defence por uno de sus integrantes, Indra, que se hacía con el 51,001 por ciento del accionariado, anunciando un nuevo modelo de gobernanza dentro de la empresa. Por su parte General Dynamics European Land Systems – Santa Bárbara Sistemas, hasta ahora principal proveedor de plataformas terrestres en el Ejército de Tierra, anunciaba el refuerzo de su papel como tecnólogo en esta nueva situación.
Indra estrenaba a finales de enero la presidencia de Ángel Escribano, que abandona la presidencia de la compañía Escribano Mechanical & Engineering en favor de su hermano Javier . Escribano precisamente ha incrementado su participación en Indra, donde también es accionista otro miembro de Tess Defence como es SAPA, que recientemente anunció la llegada de Raül Blanco, ex presidente de RENFE, como director ejecutivo de Estrategia.
No pocos medios generalistas y especializados en economía y empresa hablan en estas fechas de las continuas tensiones entre los socios de Tess Defence (los ya citados Indra, Escribano, SAPA y General Dynamics European Land Systems – Santa Bárbara Sistems), como causa y a su vez consecuencia de los retrasos del programa Dragón que ya les ha costado una penalización valorada en 9,1 millones de euros. En 2023 ya calculamos las mismas penalizaciones para la entrega demorada de los demostradores que recaería sobre la UTE responsable de reducción de riesgos tecnológicos del programa.
En el contexto de la renegociación del programa que anunciaron varios medios la semana pasada se contempla el nuevo calendario de entrega de los primeros 92 vehículos y la devolución de los adelantos del Ministerio de Industria para poner en marcha el programa, valorados en 745 millones de euros, que deberían devolverse entre 2027 y 2029. Recordemos que, con un valor próximo a los 2.400 millones de euros, el Dragón es el principal programa del Ejército de Tierra y una de las prioridades para el Ministerio de Defensa, junto a los submarinos S-80 Plus y las fragatas F-110 para la Armada.
En el plano eminentemente técnico y operativo, no son pocos los que consideran que el retraso en la llegada del VCR 8x8 Dragón al Ejército de Tierra supone un desfase con las necesidades del campo de batalla actual, donde se ha renovado el interés por los vehículos de tipo 6x6 más ligeros y maniobrables, que presentan un blanco menor ante la multiplicidad de amenazas y con una complejidad técnica menor.
Además, el Dragón llega con una carencia considerada clave como es la protección activa frente a granadas propulsadas por cohete, misiles y aeronaves no tripuladas, amenazas que han crecido exponencialmente en los conflictos recientes y ante la que este sistema, ya estudiado para el carro de combate Leopardo, no se ha integrado todavía en el 8x8. (José Mª Navarro García)
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