España dispone de una flota de 18 helicópteros de ataque Tigre HAD, encuadrados en el seno de las Fuerzas Aeromóviles del Ejército de Tierra (FAMET), y de seis células más de aparatos Tigre HAP que estarían siendo usados como fuente de piezas de repuesto.
Estas aeronaves han realizado pruebas y validaciones a bordo del portaaeronaves L-61 “Juan Carlos I” e incluso han participado en algunos despliegues internacionales a bordo de ese buque. A medio plazo la Armada va a recibir dos nuevos portaaeronaves tipo LHD (Landing Helicopter Dock) que, seguramente, van a corresponderse con un modelo evolucionado del L-61 que, no olvidemos, surgió en su momento como BPE (Buque de Proyección Estratégica).
Por la disposición en poco más de una década de hasta tres navíos tipo portaaeronaves es más que previsible que la Armada necesite más medios aéreos que refuercen el potencial expedicionario de esos navíos y sobre todo den apoyo de fuego desde el aire a los posibles desembarcos de tropas y medios de la Infantería de Marina.
En un asalto anfibio, los helicópteros de ataque Tigre pueden moverse en avanzada realizando reconocimientos precisos del adversario. (Octavio Díez Cámara)
En ese contexto, el Tigre vuelve a cobrar protagonismo porque su aportación sería óptima para esa voluntad. Se podría valorar sí es factible adquirir un lote significativo de ellos, con los que formar una Escuadrilla dentro de la Flotilla de Aeronaves (FLOAN) del Arma Aérea de la Armada, y que se recuperase una capacidad de helicópteros de ataque que ya se tuvo cuando estuvo en servicio en la FLOAN el versátil AH-1 Cobra estadounidense.
Alemania ha manifestado ya que va a dar de baja los que ahora vuela su Ejército y ese material, relativamente moderno y con pocas horas de vuelo en sus células, sería especialmente útil a la Armada si se pudiese conseguir a un precio favorable y si se puede introducir en esos helicópteros de ataque una cierta “navalización” para que sean más compatibles con el entorno marino en el que estarían llamados a operar.
Misiles y cañón son la principal aportación de los Tigre si la Armada se decidiese por su incorporación. (Octavio Díez Cámara)
La solución será positiva al complementar la evolución a Tigre Mk III ya prevista para las FAMET y aprovechar la compra dual para mantener una mayor comunalidad de modelos de cara a posibles operaciones conjuntas. Sería, en mi opinión, una apuesta a valorar si se pudiesen obtener esos Tigre alemanes -o los que Australia abandonará también- a muy buen precio y apostar por mejorar la capacidad de España en lo que a helicópteros de ataque se refiere; Airbus Helicopters, con planta en Albacete, podría asumir las tareas de mejora y sostenimiento a ellos asociados, lo cual revertiría económicamente y en puestos de trabajo a la economía española.
Con una notable potencia de fuego en apoyo de operaciones anfibias, es una apuesta que reforzaría el potencial expedicionario de la Armada, cuyos pilotos podrían formarse aprovechando los excelentes medios de simulación que las FAMET tienen en el BHELA I de Almagro. Es más, incluso podría apostarse, porque de cara a hipotéticos despliegues sería conveniente, por una formación común en lo que a operaciones de apoyo anfibio se refiere. (Octavio Díez Cámara)