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Lunes, 28 de octubre de 2024 Iniciar Sesión Suscríbase

Las necesidades de la Defensa española y la nueva restructuración

La Secretaria de Estado de Defensa Amparo Valcarce (AESMIDE)
La Secretaria de Estado de Defensa Amparo Valcarce (AESMIDE)

Desarrollar políticas estratégicas que impulsen el rol que una nación debe adoptar en futuros conflictos, dentro del ámbito de sus intereses y los adoptados con aliados frente a riesgos y amenazas, pasa por la capacidad de adaptarse a cada nueva situación, en especial a los órganos de gobierno y dirección. Preparados para lo malo y esperando lo peor, la respuesta a los retos y amenazas que deben dar nuestros ejércitos, estarán condicionadas por dos factores esenciales. De ellos se arrojará un resultado que incline la balanza entre el éxito o el fracaso.

Cuando la amenaza se cristaliza y pasa a ser un estado de agresión, una forma hostil o una catástrofe, que pone en peligro no sólo la seguridad de los ciudadanos, sino la propia existencia o supervivencia de toda una sociedad, queda reflejada la importancia de tener unas Fuerzas Armadas equipadas con las necesidades atendidas y capacitadas en su preparación. Dependiendo de la inversión en ellas, el retorno se traduce en el lado positivo de la balanza antes descrita.

En la Constitución Española, en el ámbito de la Defensa, se establece que el deber, la obligación de defender la integridad territorial de la soberanía nacional es tarea de las Fuerzas Armadas españolas. Pero España también es miembro de la Unión Europea y ya reclamábamos junto al resto de miembros, unas políticas e instrumentos comunes en seguridad y defensa, peticiones y objetivos plasmados en el Consejo Europeo de Colonia del año 1999.

Así mismo, también como socios de la Organización del Tratado del Atlántico Norte OTAN, la presencia de nuestras tropas en el exterior, se cuentan por miles de soldados y décadas de despliegues. Por todo ello, siempre se ha contado con estas políticas e instrumentos a nivel nacional y somos partícipes a nivel internacional.

Fruto de ello, algunos pasos dados, como el Libro Blanco de Defensa del año 2000 o la Estrategia Industrial de Defensa de 2015, dibujaban el camino hasta llegar a nuestros días. Más reciente, dos eventos que considero cruciales para el Ministerio de Defensa español, han demostrado la capacidad de adaptación y gestión, el ánimo de crecer y proyectar el Ministerio. El Plan de acción de la Unión Europea para reforzar la política de Seguridad y Defensa hasta el año 2030, conocida como Brújula Estratégica y el Concepto Estratégico de la OTAN, adoptado en la Cumbre de Madrid de 2022.

El Despertar de la Conciencia

En el año 2010, la Organización del Tratado del Atlántico Norte marcaba el paso con las directrices por las que se regían todos los socios, plasmadas en la Cumbre de Lisboa; este caminar se fundamentaba en una postguerra fría, con una supremacía tecnológica de occidente que anulaba el concepto de rivalidad competitiva entre socios. Los pilares de la OTAN “Disuadir y Defender”, pasaban a segundo plano, relevados por los de “Gestión de Crisis y Seguridad”.

Pero en 2014, en Crimea, todo cambió. La OTAN y los países de la Unión Europea, afrontaron la anexión de la península ucraniana, por parte de Rusia, tan sólo como un riesgo y/o una amenaza. Desde la caída del muro de Berlín, queriendo olvidar el conflicto de los Balcanes, la mentalidad social occidental sufrió un cambio, especialmente en el continente europeo, dónde la conciencia de defensa estaba desapareciendo de los corazones y mentes de la ciudadanía.

Diez años después, el ataque y la invasión militar de Ucrania por parte de Rusia, trayendo la guerra a Europa, demostraba en el ámbito de la defensa, que ésta no sólo debe ser un concepto de definición armada, sino que el propio ámbito de la defensa, debe ser un instrumento altamente profesionalizado, con tecnología innovadora y que su organización debe ser ágil y flexible, entre otros factores.

Ucrania despertó la conciencia de que el ámbito de la defensa ha de ser una prioridad de todos, un asunto de Estado, pues la vida, el bienestar social, la Paz en su conjunto, son los que están en juego y forman parte de los pilares del equilibrio y armonía entre los pueblos del mundo. Aquellos conceptos - ahora en primera plana y en todos los escenarios - “Tecnología Superior” “Modernización” “Investigación” “Talento y Empleo Cualitativo” “Innovación” “Inversión” citados siempre desde el ámbito empresarial e industrial, pasan a ser parte del Planeamiento Militar en sus tres niveles:

El Nivel Político, conformado por la Estrategia de Seguridad Nacional, la Directiva de Defensa y la Política de Defensa; el Nivel Estratégico, donde confluyen el concepto de las Fuerzas Armadas, el Planteamiento de la nueva Fuerza y la captación de recursos, entre otras estrategias y por último el Nivel Operacional, donde aquí el lector deberá contemplar también, las operaciones más allá de nuestras fronteras y el apoyo por parte de las Fuerzas Armadas ante emergencias, catástrofes o cualquier necesidad complementaria a las Fuerzas de Seguridad del Estado o dónde se les requieran.

Son parte y razón de ser del Ministerio de Defensa y en especial definidos, con criterios y directrices, en la Estrategia Industrial de Defensa 2023, presentada por la Secretaria de Estado de Defensa Doña Amparo Valcarce, donde uno de los pilares más importantes es el Proceso de Obtención de Armamento y Material.

El Director General de Armamento y Material Almirante Aniceto Rosique (AESMIDE)

Una nueva estructura, un buen objetivo

Cuando se anunció el incremento del presupuesto de defensa, consideré y así manifesté en anterior artículo, que para proyectar e impulsar nuestra industria nacional de defensa y alcanzar a cumplir con las necesidades de nuestras Fuerzas Armadas y sus capacitaciones, debíamos contar con un gestor administrativo ágil, eficaz y eficiente. La figura de este gestor ya existente, se ha potenciado y reforzado con una nueva estructura, siendo definida en el Real Decreto 896/2024, concretamente en sus Artículos 4 y 4 bis, publicado en el Boletín Oficial de Defensa el 13 de septiembre de 2024.

Es en este Real Decreto, donde se establece que la Secretaría de Estado de Defensa, dirige, impulsa y gestiona las políticas de armamento y material, investigación, desarrollo e innovación industrial, económica, de infraestructura, medioambiental y de los sistemas, tecnologías y seguridad de la información, define claramente el engranaje de la Defensa.

No son tareas fáciles, pues la participación de España en la OTAN, así como en proyectos e iniciativas europeas e internacionales, conllevan la necesidad de tener un fuerte apoyo institucional, a la par de contar con una Base Industrial Tecnológica de Defensa en Armamento y Material avanzada, sólida y competitiva. Para alcanzar todos los objetivos, la Secretaría de Estado de Defensa cuenta ahora con una nueva Dirección General, que multiplican las oportunidades de mejorar los procesos que desde años se llevan impulsando.

Las 5 DGs (DG-AM + DG-EID = 5 DGs)

No es que nazca una nueva Dirección General, ésta ya existía, pero era necesario reformarla y así, de manera reestructurada, potenciada y modernizada funcionalmente, se crean factores y se eliminan dificultades que veremos reflejadas en las Políticas de Armamento y Material de nuestras Fuerzas Armadas y por extensión ayudará al tejido industrial nacional, que repercutirá en el posicionamiento de nuestra Nación internacionalmente de manera robusta y sólida.

  • La burocracia se reduce, abriendo el flujo de contacto y comunicación entre el tejido industrial y el Ministerio de Defensa.
  • Los Estados Mayores y Mandos Logísticos adquieren un papel mejorado de colaboración, situándose como engranajes principales.
  • Se abre la oportunidad de desarrollar e impulsar herramientas de colaboración que apoyen los procesos y aumenten las fuentes de información, agilizando los tiempos entre intervinientes de los procesos de adquisición.

Una ecuación compleja, que requiere de gestores con roles muy bien definidos, pues los objetivos son los cuatros pilares vitales de la defensa:

PILAR 1 Ventaja Tecnológica + PILAR 2 Autonomía Estratégica

PILAR 3 Superioridad Operativa + PILAR 4 Libertad de Acción

Las dos primeras, provenientes de las Capacidades Industriales Nacionales, se suman a las Capacidades Militares que se traducen en los objetivos de los ejércitos: ser superiores ante la adversidad y poseer libertad de acción en el entorno multidominio de nuestra era actual.

Como indico en el título de este párrafo, a modo de fórmula matemática, no puedo pasar de mencionar las otras Direcciones Generales de la Secretaría de Estado que hacen viables los procesos de obtención: DIGENECO (Económico), DIGENIN (Infraestructuras) y DICESTC (Comunicaciones, información).

La reacción nacional

Volviendo a las doctrinas de la Brújula Estratégica y el Concepto Estratégico de la OTAN y añadiendo el compromiso y objetivo de incrementar hasta el 2% el PIB en Defensa, resaltan que, para lograr el mejor resultado de la anterior ecuación, las sinergias entre administraciones, instituciones, universidades, centros de investigación, empresas, asociaciones y sociedad en su conjunto, también deben estar presentes y participar.

Uno de los pasos más importantes realizados en Defensa, en nuestra era democrática, ha sido la última Estrategia Industrial de Defensa de 2023 junto al incremento de los Presupuestos en Defensa, que, entre otros horizontes, busca la autonomía estratégica nacional. Ahora bien, la ministra de Defensa Margarita Robles, con la Secretaria de Estado de Defensa Amparo Valcarce, tienen una misión, que puede parecer bastante sencilla:

La organización más compleja, burocrática y difícil de manejar del mundo, con más de 150.000 empleados, trabajando directamente en la defensa de casi 50 millones de personas, en un ámbito multidominio que operan desde el aire, tierra, mar, espacio, ciberespacio y el medio cognitivo, rodeados de desafíos y amenazas constantes.

Para ello cuenta con esas cinco Direcciones Generales. Por un lado, equipar tres ejércitos que estén listos para cualquier situación que se les demande, que pueda llevar a la guerra, si llega a producirse y que cada uno de los empleados estén preparados para preservar la paz.

Por otro, unido a estas necesidades, poseer un proceso de obtención de recursos en Armamento y Material, que alcancen satisfagan las necesidades de las capacidades militares que demandan los Cuarteles Generales, priorizadas por el Jefe de Estado Mayor de la Defensa (JEMAD) y que impulsen el desarrollo de las capacidades industriales y tecnológicas que alimentan este proceso de obtención.

El compromiso adquirido de una inversión de más de 43.000 millones de euros y la creación de más de 73.000 puestos de trabajo por parte del Gobierno, es una llamada a la acción de la Industria en su conjunto y todos los actores dedicados a la Defensa.

El Teniente General Miguel Ivorra Ruiz está al frente de la nueva Dirección General de Estrategia e Innovación de la Industria de Defensa (AESMIDE)

Situación y realidad

En estos momentos en España tenemos un gran número de programas en curso, de los cuales 57 son de mayor entidad, son los Programas Especiales de Modernización (PEM), algunos de ellos centrados exclusivamente en un arma de los Ejércitos, como puede ser el Programa Eurofighter del Ejército del Aire o el Galileo para el Espacio, por poner unos ejemplos; pero otros son conjuntos o los conocidos como transversales, específicos en sus cometidos originales, pero con capacidad para mutar o transformarse en soluciones variadas para otros requisitos diferentes.

A éstos debemos sumarles los proyectos europeos donde también la Defensa y la Industria Nacional están presentes desde hace años, tanto las derivadas del Programa para la Industria de Defensa Europea, EDIP 2020 y sucesivos Fondos Europeos de Defensa, EDF 20 y EDF 22 (como el NEMOS, COMMANDS o REACT II por poner unos ejemplos), hasta las nuevas iniciativas derivadas de la última EDF 2023, donde surge la figura de los Fondos de Innovación DIANA y las conocidas herramientas e instrumentos EDIRPA, ASAP y EDIP.

Todo este nuevo paradigma de la industria de defensa, se contempla en nuestra Estrategia de Industria de Defensa, que abarca el ámbito nacional e internacional. Con la nueva Dirección General de Estrategia e Innovación de la Industria de Defensa (DGEID), en binomio con la Dirección General de Armamento y Material (DGAM) se distribuyen tareas, facilitando los procesos de obtención, convirtiéndolos en flexibles, adaptativos y agilizando su recorrido burocrático, se mejora la eficiencia en el apoyo y a la internacionalización de la industria de Defensa.

Todo ello, a largo plazo, estoy convencido de que se conseguirá una defensa viable y sostenible, mientras se afrontan las nuevas etapas del incremento del presupuesto, las iniciativas europeas comentadas y el papel de España en la OTAN.

Colaboración y Corresponsabilidad

La colaboración y la corresponsabilidad, como las principales conclusiones de la razón de ser de la nueva EID 2023, es parte del prisma que enfoca la nueva Dirección General de Estrategia e Innovación de la Industria de Defensa DGEID, liderada por el TG Miguel Ivorra Ruiz, donde sus prismáticos (cómo menciona el mismo Director General Teniente General) enfocan en la innovación y la colaboración con la industria para afrontar los desafíos de la estrategia de defensa.

Por parte de la adquisición de Armamento y Material, es el momento de ofrecer el máximo apoyo y colaboración a la Dirección General que lidera el Almirante Aniceto Rosique, donde en ocasiones, movimientos de restar, pueden retrasar programas en el tiempo, debilitando el escudo de defensa nacional. (Luis Martínez Gavilán, Presidente del Galicia HUB Defensa)

 

 

 

 


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