Hace un tiempo, en este mismo espacio, les hablaba de la necesidad de ampliar la vida útil de los cazabombarderos EF-18 Plus Hornet del Ejército del Aire y del Espacio, una realidad que ahora se concreta, en lo que a las alas 12 y 15 peninsulares se refiere, con la llegada de más turbinas y con planes que buscarían que sigan siendo eficientes hasta el año 2035, en que se estima se concretará un sustituto.
La Armada tiene la necesidad de mantener la capacidad de reactores embarcados adscritos a la Flotilla de Aeronaves (FLOAN) y la llegada de un sustituto de los AV-8B Harrier Plus que ahora vuelan parece que se retrasa por motivos económicos y operativos. Entretanto, sería bueno proceder de alguna forma técnica para afianzar las capacidades que ya se tienen y hacer que la estimada vida útil, que según algunas fuentes abiertas finalizaría con esta década, se amplíe hasta, al menos, mediados de la próxima.
Los otros dos países que operan con el AV-8B Harrier Plus, que son el Cuerpo de Infantería de Marina de los Estados Unidos y la Marina Militare italiana, ya han adquirido aparatos F-35B, con los que los reemplazarán, y se estima que a partir de 2028 ya no volarían con sus Harrier o lo harían con sólo unos pocos de ellos.
Los AV-8B Harrier Plus son cazabombarderos de la Armada que, con un esfuerzo limitado podrían seguir volando hasta mediados de la próxima década. (Airwolfhound)
La Armada española ha iniciado ya evaluaciones y contactos industriales para mantenerlos operativos por lo menos hasta el 2030 y que así el portaaeronaves Juan Carlos I pueda mantener las capacidades inherentes a aparatos embarcados de ala fija.
Sería bueno, y seguramente factible desde el punto de vista tecnológico y económico -sumados siempre serán una aportación positiva-, valorar realizar una inversión de unos cientos de millones de euros en los AV-8B Harrier Plus de la Armada y mejorar tanto su potencial como su vida útil. Se sumarían a la cifra acordada recientemente con Boeing y Technology Security Associates de contratos conjuntos -participan italianos y estadounidenses- que finalizan en 2029.
En ese sentido, podrían abordarse dos nuevas líneas de actuación. La primera, buscar empresas aeronáuticas de prestigio, preferiblemente españolas o a través de algún acuerdo multinacional, que verifiquen el estado de los reactores de la Armada e introduzcan en ellos equipos que los hagan más letales y efectivos, a la vez que eviten ciertas obsolescencias propias de determinados sistemas.
El rol aire-aire y aire-superficie de los AV-8B Harrier Plus de la Armada española es necesario y se tiene que mantener cueste lo que cueste. (Ejército del Aire)
Se podrían obtener equipos más capaces que Estados Unidos haya destinado a sus AV-8B Harrier Plus y proceder así a una actualización de capacidades que haría que siguiesen siendo efectivos hasta, por lo menos, 2035. Se está valorando que Airbus sea quien proporcione apoyos de ingeniería y sostenibilidad cuando en 2028 cese el programa conjunto de los 3 países que operan los Harrier Plus.
Una segunda, sería adquirir otra docena de AV-8B Harrier Plus a italianos o estadounidenses. Se trataría de contar con 4-6 ejemplares más para reforzar el potencial de la FLOAN en lo que a ala fija embarcada se refiere y dejar el resto como fuente de los necesarios repuestos que en los próximos años se requerirán para mantener todo el conjunto dentro de un elevado nivel operativo y con las más altas capacidades que la Armada necesita para aportar medios potentes a la Defensa de España.
No sería descabellado apostar, reforzando esas actuaciones que económicamente serían especialmente rentables y supondrían un punto positivo dentro del proceso de la deseada futura llegada de los F-35B para la 9ª Escuadrilla de la FLOAN, por obtener un mayor número de pilotos con los que poder volar en un momento dado, y en situaciones propias de las de combate, cerca de una decena de los cazabombarderos navales AV-8B Harrier Plus que siguen siendo eficientes en su rol aire-aire y aire-superficie. (Octavio Díez Cámara)