El Korkut, que pudimos ver en Eurosatory, es el resultado de poner a punto un concepto móvil que acompañará generalmente a las unidades terrestres en sus movimientos. La base es un blindado 8x8 de la familia Arma de la compañía Otokar de Turquía y en su interior viajarán algunos operadores y se llevará munición, garantizando la plataforma de movilidad tanto su movilidad táctica en terrenos difíciles como la estratégica al lograr desplazamientos de muchos cientos de kilómetros.
Los dos cañones de 35mm del Korkut son capaces de generar una potencia de fuego con ráfagas de municiones preprogramadas a un ritmo de 1.100 disparos por minuto. Foto: Octavio Díez Cámara
En la parte superior de este sistema antiaéreo Aselsan ha instalado una torre que se asemeja bastante a otra desarrollada para garantizar la defensa antiaérea y antimisil de los buques. Incluye dos cañones de 35 milímetros que pueden generar una capacidad de fuego conjunta de 1.100 disparos por minuto, munición que puede incluir una preprogramada en la boca de fuego para que detone en un punto determinado y sea aún más efectiva contra diferentes tipos de blancos aéreos que incluyen aviones, helicópteros o aparatos remotamente controlados. Incluye un mecanismo de alimentación para facilitar el uso de dos tipos previamente almacenados en los tambores que acogen las municiones encintadas, pudiendo pasarse de una a otra en sólo 15 segundos.
En la torre del Korkut sobresale un conjunto de puntería que le permite abrir fuego de forma autónoma. Está formado por la antena de un radar que calcularía la distancia al objetivo y por unos sensores electroópticos que permitirían seguirlo tanto de día como de noche e identificarlo. Los cálculos de este sistema antiaéreo móvil serían realizados por un procesador que emplea unos sofisticados algoritmos y que se beneficiaría de datos provenientes de otros sensores propios desplegados en el campo de batalla.
Turquía ya disponía de sistemas antiaéreos similares sobre blindados oruga M113 y la llegada del novedoso 8x8 Korkut, del que ya podrían haber recibido los primeros lotes, es un paso importante en la defensa antiaérea porque los cañones cubren un radio efectivo de unos 4 kilómetros, disparan municiones que no son especialmente costosas y generan una gran potencia de fuego que puede ser especialmente neutralizadora también contra armas lanzadas por plataformas aéreas, contra municiones merodeadoras y drones armados, o incluso contra objetivos terrestres que sea conveniente neutralizar en un determinado momento.