El hecho ha sacudido a la comunidad militar norteamericana y suscitado preocupaciones sobre la seguridad aérea de este icónico avión de la Fuerza Aérea de Estados Unidos o United States Air Force (USAF) pues, junto con los bombarderos B-52H y el B-2, constituye el triplete de aviones de combate estratégicos del país.
El comunicado de la oficina de asuntos públicos de la 28ª Ala de Bombarderos, la unidad principal de Ellsworth, donde estaba asignada la aeronave, publicó: “Un B-1B Lancer de la Fuerza Aérea asignado a la Base Aérea de Ellsworth se ha estrellado aproximadamente a las 17:50 horas de hoy (jueves) cuando intentaba aterrizar en la instalación. En el momento del accidente, se encontraba en una misión de entrenamiento. Había cuatro tripulantes a bordo. Los cuatro se eyectaron sanos y salvos”.
Ellsworth es una de las dos bases que albergan la flota de bombarderos B-1B, al que se le apela como «Bone» (Hueso), la otra es la de Dyess (Texas).
El Rockwell (hoy Boeing) B-1B que se ha estrellado en dicha instalación de la USAF de Dakota del Sur, un Estado del norte del país bastante grande aunque muy despoblado, es el matriculado con el serial 85-0085.
En los últimos años, la flota de bombarderos B-1B se ha reducido de 62 a 45 aviones, con el fin de distribuir los fondos de su alto mantenimiento entre otras prioridades de la USAF y mantener los aviones restantes en mejores condiciones de vuelo.
También se han impuesto restricciones a la capacidad de vuelo de la flota para prolongar la vida de los aviones de ala de geometría variable de la forma más eficiente posible hasta que su sustituto, el Northrop Grumman B-21 Raider, esté en línea en un número significativo de aparatos.
No obstante, los B-1B están recibiendo mejoras adicionales en forma de nueva aviónica y armamento, que podría incluir misiles de crucero hipersónicos. Así, desde el pasado año ya se están recibiendo B-1B modernizados al estándar BEAST (B-1 Embracing Agile Scheduling Team).
El B-1B Lancer es un bombardero supersónico convencional de largo alcance y multi misión, su capacidad de ataque se realiza con armamento convencional, aunque en origen estaba diseñado para portar bombas nucleares, que lleva en servicio en la USAF desde el lejano 1985. Según la web de Boeing, se espera que el avión funcione a su exigente ritmo actual al menos hasta la década de los años cuarenta. Otros informes sugieren que el bombardero se retirará progresivamente a partir de 2036, en buena medida según progrese la introducción al servicio activo del B-21 Raider. (Julio Maíz)