La Fuerza Aérea de los Estados Unidos ha iniciado finalmente la esperada retirada de sus aviones de combate de ataque al suelo Fairchild Republic A-10 Thunderbolt II, tras más de cuatro décadas de eficaz servicio al conjunto de las Fuerzas Armadas norteamericanas. Es el principio del fin de estas aeronaves, según adelantó en marzo el general Charles Quinton Brown, Jefe de Estado Mayor de la USAF.
El 10 de abril, la Fuerza Aérea de los Estados Unidos o United States Air Force (USAF) informaba de la retirada del primer A-10C, comúnmente conocido como Warthog, del 74º Escuadrón de Caza o 74th Fighter Squadron (FS) de la base Moody, tras 43 años de servicio operativo. La baja de estos A-10C no significa que el Escuadrón deje de operar el modelo, ya que ira recibiendo desde la base aérea de la Guardia Aérea Nacional o Air National Guard (ANG) de Fort Wayne (Indiana) otros A-10C, dado que se están reequipando con F-35A.
Vista frontal de un A-10, en la que destaca su cañón GAU-8A. (Foto USAF)
El principio del fin del A-10 Thunderbolt II
Este A-10C, que lleva en concreto el número de cola 80-149, fue trasladado el 5 de abril al cementerio de aeronaves de la USAF en la base Davis-Monthan, en pleno desierto de Arizona, donde será “preservado en la medida de lo posible, al tiempo que proporcionará piezas para otros A-10”, según informa la Institución.
Este es el primero de los 21 Fairchild Republic (hoy M7 Aerospace) A-10C del referido Escuadrón, que serán retirados antes de octubre, según informa el Mando de Combate Aéreo o Air Combat Command (ACC) (ACC), empezando por los de menor potencial. Este proceso deberá completarse durante el actual año fiscal, según la ley de Autorización de Defensa aprobada por el Congreso, que finaliza el último día de septiembre de 2023.
“Esto es agridulce, es un avión viejo y llega un momento en que cada uno de ellos necesita ser retirado”, afirmó el sargento Austin Bryne, un jefe de equipo tripulación dedicado con el 74th FS. «Siguen siendo aptos para el combate, pero después de todas las horas invertidas, les llega su hora”.
Cuando aterrizó en el cementerio de aeronaves del sur de los Estados Unidos, el A-10C 80-149 había completado 14.125 horas de vuelo a lo largo de su dilatada carrera.
El A-10C matriculado 80-149, retirada el pasado 5 de abril. (Foto USAF)
En los últimos años, la Fuerza Aérea de Estados Unidos ha hecho importantes inversiones para mantener en condiciones de vuelo los A-10 Thunderbolt II, nacidos en la época de la Guerra Fría. Así, se suscribía un contrato en 2011 con Boeing para que fabricase e instalase nuevos conjuntos de alas para un total de 283 de estos aviones de combate.
A pesar de esa inversión, la USAF ha intentado en repetidas ocasiones retirar el A-10 Thunderbolt demasiado lento y con una gran firma para sobrevivir contra las defensas aéreas modernas. Los principales generales de la USAF argumentan que los fondos destinados a mantener los nueve escuadrones del A-10 estarían mejor invertidos en modernizar su flota con más aviones de 5º generación, como el F-35A.
Sin embargo, ese deseo se ha visto frustrado en repetidas ocasiones por el Congreso estadounidense, que exige el mantenimiento de los escuadrones de A-10C a través del presupuesto de Defensa para poder seguir dando apoyo aéreo cercano o Close Air Support (CAS) al US Army (Ejército) y los Marines.
El avión se ganó un estatus de culto entre las tropas de combate terrestres por su constante apoyo CAS durante las largas guerras de Irak y Afganistán. Esto, a su vez, ayudó al famoso y robusto A-10 Thunderbolt a sobrevivir a años de política presupuestaria en Washington. Sin embargo, a finales de 2022 los legisladores finalmente aprobaron que la USAF retirarse los 21 primeros A-10C, a partir de 2023.
Diseñado en la Guerra Fría para destruir los carros de combate soviéticos, el A-10 se construyó en torno a una cabina de titanio «bañera» para proteger al piloto, y un cañón GAU-8A Avenger de 30 mm de General Dynamics. Las pruebas realizadas por la USAF en 2022 determinaron que dicho cañón sigue siendo eficaz contra el blindaje de los carros de combate modernos, unos 50 años después de su diseño, lo que habría motivado que el Gobierno de Kiev haya solicitado al de Washington la cesión de algunos de estos A-10C. (Julio Maíz)