La baja de las flotas de los helicópteros CH-46 Sea Knight y CH-53 Super Stallion del Cuerpo de Marines de los Estados Unidos (USMC, United States Marine Corps), que realizaban principalmente acciones de transporte relacionadas con los asaltos aéreos en cometidos expedicionarios, ha llevado a la entrada en servicio del polémico MV-22.
El Osprey, como se conoce a este último, tuvo un desarrollo plagado de incidentes y accidentes y ahora, cuando ya se consolida en servicio activo, sigue presentando problemáticas complejas, como la que afecta a las transmisiones de los más recientes. Pese a que desde el USMC se afanan en demostrar las capacidades de un medio que, por la posibilidad de girar sus motores, puede actuar tanto como un avión como un helicóptero, la realidad es que ya se están definiendo a grandes trazos las características que tendrá el aparato que a partir de mediados de este siglo permitirá reemplazar a los MV-22.
Podría haber cierta conjunción técnico-operativa entre el actual FLRAA del U.S.Army y el futuro NGAS del U.S.Marine Corps. (US Army)
Se está concretando ya el programa del aparato de Asalto y Apoyo de Nueva Generación (NGAS, Next Generation Assault Support) que se incluye dentro de las previsiones estratégicas que, en relación a los ciclos de planificación, requisitos e inversiones, ya se prevén por parte del USMC. Se va a ahondar en que NGAS se enmarque dentro de la búsqueda estratégica designada Project Eagle para poner a punto a principio de la próxima década un documento CDD (Capability Development Document) que defina las características y capacidades de lo que se buscaría obtener y que pocos años después se comiencen a realizar las acciones propiciadoras e los trabajos de investigación, desarrollo y evaluación de posibles conceptos y prototipos.
Plan a largo plazo
Podría ser que se conjugase ese propósito el Cuerpo de Marines con el programa FLRAA (Future Long-Range Assault Aircraft), que busca una novedosa plataforma aérea para el Ejército de los Estados Unidos. En todo caso, parece que el NGAS no debería entrar en servicio hasta mediados de la década de los cincuenta, cuando se deba iniciar la sustitución de los actuales MV-22 Osprey.
Relevante es que ya el USMC trabaje en medios aéreos a muy largo plazo con los que dar las mejores capacidades a sus organizaciones MAGTF (Marine Air-Ground Task Force) o a las necesidades conjuntas, pues los futuros entornos operaciones serán más demandantes y se requerirá de medios y tecnologías mucho mejores y más capaces que las actuales.
Nuevos conceptos de plataformas aéreas especializadas en acciones de ataque y transporte serán contempladas dentro del programa NGAS del USMC. (Bell)
En ese sentido, es relevante la publicación en enero de 2025 del Marine Aviation Plan, documento de 44 páginas donde el teniente general Bradford J. Gerin que es Comandante para la Aviación del USMC señala, entre otros más, interesantes detalles que afectan a los planes de transición que afectarán a los escuadrones durante los próximos años, a la recepción de nada menos que 420 F-35 de los que 140 serán del modelo C y 280 del B, al proceso de mejora de los F-18C/D con radar AESA y capacidades BLOS (Beyond Line of Sight) para poderlos volar toda esta décadas, a la finalización en 2027 de la transición de los KC-130 Hercules al modelo J, o a la transición hacia el poderoso helicóptero CH-53K King Stallion que habrá reemplazado en 2032 a todos los del tipo E Super Stallion. El NGAS, es una plataforma a más largo plazo. (Octavio Díez Cámara)
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