“No vamos al trabajo todos los días en un Ferrari, lo sacamos los domingos”. Con este símil automovilístico explicaba recientemente el Jefe de Estado Mayor de la Fuerza Aérea estadunidense, el General Charles Q. Brown Jr. la necesidad de adquirir un avión de combate de cuarta generación que reemplace al veterano F-16, rol que debería haber asumido el Lockheed Martin F-35.
El Jefe de Estado Mayor ha planteado la necesidad de diseñar desde cero un nuevo avión de combate de capacidades más modestas que el F-35, más acorde con las necesidades que cubre el F-16 y de una menor complejidad técnica. Para ello ha puesto en marcha un estudio para diseñar una combinación óptima de aviones de última generación como el F-22 Raptor y el F-35 Lightning II, con otros aviones más sencillos y de mayor disponibilidad, de cuarta generación con capacidades mejoradas. El General solicitará el presupuesto para dicho estudio, que comenzaría en el año fiscal 2023.
Ante la posibilidad planteada por los mandos de adquirir más F-16 de nueva generación, el General es partidario de un diseño desde cero, ya que el F-16 nació en la década de los setenta, por lo que su capacidad de crecimiento está al máximo, siendo complicada la actualización de ciertos sistemas sobre todo de software. Por ello apuesta por “un avión de cuarta y media generación o menos que quinta”.
El estudio denominado TacAir decidirá cuales son las necesidades de la Fuerza Aérea y el número de aparatos de cada tipo, algo que también está haciendo el informe “Global Posture Review” del Secretario de Defensa Lloyd J. Austin III, estando previsto que ambos informen se retroalimenten.
Con una flota de aviones de combate de 28 años de edad media Brown considera que habrá riesgos durante el proceso de elección, pero que es su trabajo decidir cual es asumible, poniendo además en valor su titulación en ingeniería y reduciendo la cuestión a hechos, a “decisiones empresariales”. A diferencia de la visión a corto plazo, su planteamiento tiene por objetivo reducir la edad media de los aviones de la Fuerza Aérea y disponer de los aparatos más adecuados para cada misión.
Resulta cuando menos una afirmación sorprendente porque el Lockheed Martin F-35, venía a sustituir a varios aparatos, entre ellos el F-16. Sin embargo el general considera que se trata de un aparato que aún lleva poco tiempo en servicio, que ha dado algunos problemas como el desgaste prematuro de los motores F135 y que quizá “se está usando demasiado”. En ese sentido hacía la comparación con el uso esporádico de un coche deportivo de altas prestaciones al afirmar que “quiero moderar el uso de estos aviones, es nuestra gama alta”.
El reemplazo de los F-16 podría llegar finalmente en 2040, con aviones que podrían tener a sus espaldas 60 años de servicio.Sin embargo los fallos detectados en el F-35, como el recientemente analizado del motor sugieren que se deben tomar medidas. Según ha comprobado la Fuerza Aérea estadounidense, el motor F-135 no puede ser mantenido tan rápidamente como es necesario, además de adolecer de un problema en el revestimiento térmico en las palas de la turbina, que acorta su vida útil. Según publicó recientemente Defense News, en 2022 hasta el 6 por ciento de la flota de F-35 podría estar en tierra a la espera de un nuevo motor.
La complejidad del software incorporado al F-35 dificulta también su mantenimiento. Sirva como ejemplo que el F-35 tiene aproximadamente 8 millones de líneas de código en sus sistemas, en comparación con los 1 o 2 millones de los aviones que le preceden. Esto incrementa la complejidad en la integración de nuevos sistemas o la detección del origen de cualquier problema relativo a los sistemas que comandan el avión o sus componentes. (José Mª Navarro García)
Fotografía: Un F-35A de la Fuerza Aérea estadounidense (AF)
El F-16 seguirá siendo el caballo de batalla de la Fuerza Aérea estadounidense (AF)
El Jefe de Estado Mayor de la Fuerza Aérea estadunidense, el General Charles Q. Brown Jr. (AF)