La OTAN prepara el despliegue de aviones de vigilancia AWACS E-3A Sentry en las cercanías de Bucarest, Rumanía. La llegada de estos Sistema de Alerta y Control Aerotransportado o Airborne Warning and Control System (AWACS) está prevista para el 17 de enero y se busca apoyen la presencia reforzada de la Alianza en la región y vigilar la actividad militar rusa, principalmente sobre el Mar Negro.
“A medida que la guerra de Rusia en Ucrania continúa amenazando la paz y la seguridad en Europa, no debe haber ninguna duda sobre la determinación de la OTAN de proteger y defender cada centímetro del territorio aliado”, destacó Oana Lungescu, portavoz de la OTAN. “Nuestros AWACS pueden detectar aviones a cientos de kilómetros de distancia, lo que los convierte en una capacidad clave para la disuasión y la defensa de la OTAN. Doy las gracias a Rumanía por acoger esta aeronave, que supone una importante contribución a nuestra alerta temprana”.
Esta decisión es la oficialización de una política de vigilancia que lleva a cabo la OTAN incluso antes de la invasión de Ucrania por Rusia, el 24 de febrero de 2022. Oficialmente, desde esa fecha la Alianza Atlántica ha aumentado su presencia aérea en Europa oriental con más cazas, aviones de vigilancia y aviones cisterna. En concreto los muy veteranos AWACS de la OTAN han realizado patrullas regulares sobre Europa Oriental y la región del Mar Báltico para rastrear aviones de guerra rusos cerca de las fronteras de la Alianza.
Los AWACS de la OTAN se basan en el avión comercial Boeing 707, que pasa a designarse E-3 “Sentry”. (foto NATO)
Además habrían servido para obtener datos de inteligencia, vigilancia y reconocimiento o Intelligence, Surveillance and Reconnaissance (ISR) de la actividad rusa, junto con aviones específicos de este rol, como son los Boeing RC-135 Rivet Joint de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos o United States Air Force (USAF) y la Real Fuerza Aérea o Royal Air Force (RAF) británica.
Los aviones AWACS de la OTAN, cuyo número no se ha facilitado, se desplegarán en la base aérea de Otopeni, al norte de la capital rumana, desde su base central de Geilenkirchen (Alemania), para realizar desde allí las misiones de vigilancia aérea, en principio hasta finales de mes. (Julio Maíz Sanz)